Arcelor plantea reducir a la mitad la plantilla de la ACB de Sestao

Menos producción, menos empleados y salarios más bajos. El futuro de la Acería Compacta de Bizkaia (ACB) pasa por un redimensionamiento que dejaría en la mitad su plantilla actual de más de 300 trabajadores. Estas fueron las principales condiciones transmitidas ayer por la dirección de ArcelorMittal al comité de empresa y al Gobierno vasco en sendas reuniones celebradas a lo largo de la mañana y de la tarde para poner en marcha la factoría durante algunos fines de semana a partir de julio, con una producción de 10.000 a 12.000 toneladas al mes. Los representantes de los trabajadores rechazaron el plan, que desde antes de conocerlo en detalle ya había despertado sus recelos.

El contenido de la reunión entre dirección y comité de empresa fue hecho público por este órgano de representación laboral, después de que la titular de Industria, Arantxa Tapia, rehusara desvelarlo tras el encuentro mantenido por la mañana. A las 8:30 horas, antes de esa cita, la consejera se había reunido con los representantes de los trabajadores, que le habían expresado su rechazo a la propuesta de reanudar parcialmente la producción en julio.

ArcelorMittal, que también mantiene la discreción sobre el contenido de su plan para dar antes una oportunidad de negociación y acuerdo con la plantilla, precisó a este diario, no obstante, que todo el proyecto está en «estado embrionario» y que sus diferentes aspectos deben ser desarrollados con vistas a alcanzar un «nivel de consenso alto», tanto con el Gobierno vasco como con los trabajadores.

La importancia del consenso con el Ejecutivo radica en que el plan industrial contempla, en palabras del comité, «tener acceso al dinero público», con ayudas destinadas a I+D+i y a la formación.

Traslados y otras medidas

La reducción de empleo, que si afecta al 50% de la plantilla dejaría fuera de la empresa a más de 150 trabajadores, se realizaría, según la oferta ya rechazada ayer, por medio de traslados a otros centros de trabajo de fuera de la comunidad autónoma, recolocaciones en su propio territorio -ArcelorMittal tiene otra planta en Etxebarri-, contratos de relevo y por la continuidad en la aplicación de expedientes de regulación de empleo, según señalaron fuentes del comité de empresa.

Además de la adecuación de la plantilla a la producción que plantea la dirección -menos de una quinta parte de la que mantenía antes de parar la fábrica en febrero-, sería necesario aún proceder a una reducción de costes interna que tenga como resultado final bajar el precio de la bobina de acero producida, actuando en todos aquellos apartados donde exista esa posibilidad. Así mismo, apuntó el comité, la compañía propone una «importante» reducción de salarios, de cara al objetivo final de la firma, que es la «optimización de costes».

El plan de la Arcelor para reanudar la actividad se completa con «flexibilidad total y polivalencia máxima, así como una fuerte reducción de costes que pasa por no hacer ninguna inversión de mejora», precisaron desde el órgano de representación laboral, que considera que la oferta de la dirección es «el paso previo al cierre de la planta».

Tras conocer la propuesta de la empresa, Arantxa Tapia habló sobre este asunto durante la celebración de los actos de la asamblea de la patronal vizcaína Cebek. Ante una pregunta de los invitados, la consejera expresó la voluntad del Gobierno vasco de «ayudar» todo lo posible a la continuidad de las plantas de Arcelor en Euskadi, pero advirtió de que «no puede sustituir la voluntad de las empresas privadas». Y precisó que la Administración solo puede «colaborar y ayudar con herramientas financieras» cuando existe «un proyecto de futuro».

La consejera no quiso dar detalles sobre el contenido de la cita con los responsables de ArcelorMittal ni de la mantenida con los representantes de los trabajadores. No obstante, fuentes del comité informaron de que les había transmitido que si no se respeta la producción y el empleo no avalará ningún plan para la planta de Sestao.

Por otro lado, la plantilla de la fábrica de Arcelor en Zumarraga ha terminado por asumir el cierre y negociará «todos los puntos» y planteará «alternativas que modifiquen el plan de la dirección». Las conversaciones comenzarán hoy mismo y uno de los puntos clave será las condiciones de traslado a Asturias de la mayor parte de los empleados y de la reubicación en Bizkaia de un pequeño grupo.