Las bajas por enfermedad repuntan en Euskadi tras caer durante la crisis

Aunque esta evolución deberá confirmarse durante la recta final del año para considerarse consolidada, y dado que no han sido detectadas epidemias especialmente significativas, todo apunta a la normalización de una situación que ha sido considerada excepcional durante los últimos años, muy influida por el miedo a la pérdida del empleo ante la mala situación de las empresas.

La alerta de aumento del absentismo fue lanzada el pasado fin de semana por la mutua Asepeyo, que avisaba de un incremento del 10% en las bajas que gestiona en los nueve primeros meses del año y de que los costes directos para las empresas y la Seguridad Social de las bajas por enfermedad superan los 8.000 millones de euros al año.

Los datos estadísticos de la Seguridad Social que confirman, aunque con incrementos menores, los aportados por la citada mutua contrastan con lo sucedido en los últimos años, cuando la incidencia por mil trabajadores llegó a caer hasta los 22 casos en Euskadi, aunque está todavía lejos de los 32 que mostraba en 2008, cuando aún no se habían dejado sentir los efectos de la crisis sobre este capítulo.

Aunque la duración media de las bajas se mantiene en términos similares a lo largo de la crisis en general oscila entre los 35 y los 38 días, en la media de las iniciadas cada mes se aprecian grandes diferencias. Así, mientras en 2008 superaron las 25.000 todavía muy por arriba de las casi 21.000 de los ocho primeros meses de 2016, en los años más duros de la recesión se situó entre 17.000 y 18.000, un descenso que no cabe achacar en exclusiva a la caída de la ocupación.

Otros

La estadística de la Seguridad Social y la alerta de Asepeyo no son los primeros indicios de lo que está sucediendo en el mercado laboral a la sombra de la recuperación económica. Ya en junio, el estudio anual de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM) sobre esta materia desvelaba que el tiempo de ausencia del puesto de trabajo había sido en 2015 del 5,64%, la cifra más alta de los tres últimos ejercicios, aunque todavía por debajo del 6% que se superó en el sector entre 2004 y 2012.

En la advertencia lanzada por Asepeyo una de las grandes mutuas de España, con una importante presencia en Euskadi, su subdirector general, Ricardo Alfaro, señalaba que el repunte tiene su origen, entre otras causas, en la falta de concienciación del trabajador y de la empresa sobre este problema. Pero precisaba que no se puede prejuzgar al empleado y hacerlo responsable, añadía, porque en la mayoría de los casos las bajas se prolongan de una manera innecesaria por las listas de espera en las consultas de los servicios públicos de salud.

Los trabajadores autónomos, que representan una realidad diferente, con menos bajas pero más duraderas y con una menor incidencia de casos por mil personas, han tenido la misma tendencia en Euskadi que los del Régimen General. En cualquier caso, tanto en el País Vasco como en España ambos escenarios están aún lejanos los niveles alcanzados en 2008.