El déficit vasco de las pensiones ya se acerca a los 2.300 millones

La diferencia entre ingresos por cotizaciones y gasto en prestaciones es una forma simplificada de conocer la salud de un sistema de pensiones; es decir, la estimación de un déficit básico de las cuentas de la Seguridad Social en Euskadi, que arrastran ya una década en negativo. En realidad no puede hablarse con propiedad de déficit, dado que las cuentas del organismo que paga las pensiones son globales, pero da una idea de hacia dónde se inclina el mecanismo de solidaridad de un sistema que desde hace diez años beneficia con claridad al País Vasco.

Este balance está muy simplificado, porque no incluye una serie de gastos que se financian también con las cotizaciones como son los de administración -incluidos los de personal- o las prestaciones por incapacidad temporal y maternidad, que sumados a las cifras básicas elevarían los números rojos del País Vasco hasta cerca de los 3.000 millones de euros.

El déficit que acumula la Seguridad Social en Euskadi es muy relevante; incluso, si se compara con el del conjunto del sistema. Las cuentas de la Seguridad Social revelan que en el País Vasco únicamente se recaudan 72 euros por cada cien que se gastan en prestaciones contributivas. Es decir, se trata de un déficit del 28%, muy superior al que tiene el sistema nacional, que medido en términos homogéneos se encontraría en el 7,1%, unos 7.700 millones de euros. Y en total, los números rojos rebasaron el pasado 2015 los 16.000 millones.

Pensiones más altas

El último ejercicio, la Seguridad Social pagó unos 8.146 millones de euros en prestaciones contributivas en Euskadi, una comunidad que sigue manteniendo, con una importante diferencia, las pensiones más elevadas de España: la media es de 1.098 euros al mes, frente los 887 nacionales. Se abonaron un promedio de 530.202 pensiones, a un total de 482.855 perceptores (algunos cobran más de una prestación).

Por otro lado, la pensión media crece a un ritmo este año del 2%, frente al 1,9% del conjunto del sistema, mientras que su número lo hace al 1,3%, la misma cifra que la media nacional. Esto supone un aumento del gasto en torno al 3,2%, que obliga a que los ingresos crezcan al menos a ese nivel para que el déficit no aumente.

Otros capítulos relacionados con la Seguridad Social no son tan negativos para las cuentas del sistema en Euskadi. Así, los complementos de mínimos que se aplican a las pensiones más bajas con cargo a los Presupuestos del Estado son menos significativos en la comunidad autónoma vasca. En concreto, el año pasado rozaron los 199 millones de euros, de un total nacional de casi 7.300 millones. Es decir, solo el 2,7% para unas pensiones que representan el 5,7%.

¿Cuáles son las causas de este elevado déficit del sistema de pensiones en Euskadi, que crece sin parar? Hasta ahora no se conoce ningún estudio que haya proporcionado información detallada al respecto. No obstante, hay elementos que claramente contribuyen a ello. El primero es que la recaudación crece a un ritmo inferir al gasto (se mantiene en los niveles de 2008, mientras que la nómina ha crecido desde entonces el 33%). También está la circunstancia de que tenga las pensiones más elevadas y, entre otras posibles causas como las demográficas, la proporción de afiliados sobre pensionistas, que es de solo el 1,87% frente al 2,25% nacional.

Este complicado balance de un organismo cuya transferencia reclama el Ejecutivo vasco ha sido el argumento del delegado del Gobierno, Carlos Urquijo, para asegurar que «la nación que propugna el PNV supone la ruina del País Vasco» . En su opinión, el creciente desajuste entre ingresos y gastos ha sido «exponencial» en los últimos cuatro años.

Por ello, enfatiza que «el País Vasco fuera de España no tiene futuro, es insostenible», una «certeza que se empeñan en ocultar». «Si la pretensión de Urkullu es hundir nuestra economía y llevarnos a la quiebra a los vascos, su partido ha escogido la vía adecuada; la independencia es el camino».