El mercado laboral vasco mantuvo en mayo su mejora, aunque con una ligera ralentización

La situación del mercado laboral continuó en mayo la mejora que viene registrando desde hace más de dos años, con retroceso del paro y aumento de la afiliación a la Seguridad Social, uno de los indicadores, este último, más fiables de la creación de puestos de trabajo. En el quinto mes del año, que tradicionalmente suele ser un buen periodo para el empleo, la economía vasca creó 5.928 ocupaciones, medidas en términos de afiliación, lo que representa un avance mensual del 0,65%. El desempleo, por su parte, bajó en 4.548 personas, que suponen un recorte en términos relativos del 2,98%.

Esta evolución ha situado la cifra total de cotizantes del sistema en una media mensual de 912.394, mientras que las listas de parados registrados por Lanbide sumaban al acabar el mes 148.013 personas.

Desde el punto de vista anual, los datos revelan que se mantiene un elevado ritmo de mejora de la situación laboral, pero que se ha ralentizado muy ligeramente sobre los meses precedentes. Así, los 17.305 afiliados ganados en los últimos doce meses representan un incremento del 1,93%, cifra que está por debajo, al menos, de la de los dos meses anteriores, que superaba el 2%. Algo similar ocurre con el paro anotado en los servicios públicos de empleo, que con 13.494 desempleados menos marca un descenso del 8,36%, frente a las caídas superiores al 10% de los últimos tiempos.

La situación con respecto a España se mantiene en términos similares a meses anteriores. La economía nacional crea empleo a mayor ritmo que Euskadi, con un alza del 2,56% en términos anuales, aunque también supone una desaceleración sobre lo sucedido en marzo y abril. En los últimos doce meses, la cifra de asociados al sistema ha crecido en 440.529 personas, hasta totalizar 17.661.840.

En cuanto al desempleo, la caída en el conjunto del país es más baja que en la comunidad autónoma vasca, con un 7,68%, que es algo mayor que el dato del mes pasado pero por debajo del de marzo. Ello supone 323.628 personas menos en las listas de desocupados, que se colocan por debajo de los cuatro millones por primera vez desde agosto de 2010. En concreto, en 3.891.403 parados.