Arcelor persiste en su propuesta para la ACB pese al rechazo del comité

La dirección de ArcelorMittal mantiene su plan de reestructuración para la Acería Compacta de Bizkaia (ACB) pese al rechazo expresado por el comité de empresa y a las críticas lanzadas el pasado sábado por la consejera de Industria, Arantxa Tapia. Un portavoz de la multinacional manifestó ayer su intención de informar a los representantes de los trabajadores de nuevos detalles sobre su propuesta, que entre otras cosas pretende rebajar a la mitad la plantilla de más de 300 operarios de la fábrica de Sestao. Horas antes, el presidente del comité, Juan Carlos Díaz, había confirmado su rechazo a la actual propuesta y reclamado a la compañía «otro plan».

Lo que no está claro es que ese encuentro que anuncia la empresa se vaya a producir, porque Díaz advertía ayer de que si el comité no aceptaba el plan industrial, tampoco negociará las condiciones en que se va a producir la hipotética reducción de plantilla que le acompaña. Como se recordará, la propuesta de la empresa es reanudar la producción algunos fines de semana a partir de julio para producir hasta 60.000 toneladas al mes de acero, un proyecto que conllevará el mencionado recorte de plantilla, una rebaja salarial para los empleados que continúen en la fábrica sestaoarra y otras exigencias sobre flexibilidad laboral y polivalencia funcional de los operarios. La última reunión entre el comité y la dirección de Arcelor se celebró el pasado miércoles.

En suspensión de empleo

Arcelor ya indicó la semana pasada que si su proyecto no es aceptado por los trabajadores ni por el Gobierno vasco, la planta seguirá cerrada en las condiciones actuales, en que toda la plantilla está sometida a un expediente de suspensión de empleo de duración indeterminada, dadas las condiciones en que se encuentra el mercado internacional del acero. Sin embargo, a nadie se le ocultan los riesgos que puede suponer el mantener esa situación de una forma indefinida.

El portavoz de Arcelor respondió a las críticas lanzadas el pasado sábado por la consejera de Desarrollo y Competitividad, en las que Tapia calificaba de «decepcionante» la postura de la empresa, le exigía un «plan conjunto» para sus fábricas en la comunidad autónoma vasca y censuraba la comunicación de «forma sorpresiva» de sus planes restrictivos. Según aseguró la firma, el Ejecutivo vasco ha estado «permanentemente informado» sobre sus planes «desde hace tiempo».

Arantxa Tapia calificó ayer la situación creada en la ACB y en la fábrica de Zumarraga de «complicada y muy difícil», y precisó que es obligación del Gobierno vasco buscar inversores interesados en estas plantas, un proyecto en el que no hay novedades. El viernes, la consejera o miembros de su equipo mantendrán un encuentro con el comité de empresa para intercambiar información e impresiones sobre el proyecto de Arcelor.

Por otro lado, el alcalde de Zumarraga, Mikel Serrano, se ha sumado a la búsqueda de un inversor que permita mantener la actividad en la planta de la localidad guipuzcoana, que considera «viable». El Ayuntamiento, dijo, no se resigna a «dejar que la fábrica caiga», por lo que ha dado a esa búsqueda la «máxima prioridad».

Arcelor celebrará una nueva reunión mañana miércoles con los representantes de los trabajadores para negociar el plan social y los traslados de la plantilla a otros centros de trabajo, sobre todo Asturias.