Generación Z, los optimistas digitales

Son optimistas, 100% digitales y aspirantes a alcanzar el ansiado equilibrio entre vida y trabajo que probablemente no ha existido en sus hogares. El 39% de los jóvenes españoles que forman parte de la Generación Z -los niños grandes del nuevo milenio, los nacidos entre 1996 y 2000- piensan que serán capaces de crear su propia empresa cuando les llegue la hora de incorporarse al mercado laboral. La conclusión de que el espíritu emprendedor se expande es una de las principales ideas que se desprenden de un estudio de alcance mundial realizado por Universum, Generation Z Grows Up -difundido en su edición española por PeopleMatters, consultora especializada en la gestión de personas-, sobre los rasgos que diferencian a esta generación aún en ciernes de sus predecesoras; en especial, de la inmediatamente anterior, los denominados 'millennials'.

A sus 19 años -en el caso de los más mayores- y a solo un salto de elegir o concretar su destino profesional, entre las metas laborales de la 'tribu Z' destaca el deseo de "incorporarse a un entorno emprendedor, innovador y creativo". En este aspecto, España ocupa la sexta posición a nivel mundial, por detrás de Colombia, Costa Rica, México, Panamá y Arabia Saudí.

Los tres condicionantes encajan con el optimismo generacional que emanan y que, como subraya este informe, contrasta con el pesimista futuro laboral que, sin embargo, se han visto obligados a encarar los 'millennials'. En el caso español, ese positivimo con que se afronta el mañana baja del 71% registrado a nivel global al 65% de la media nacional. Un descenso motivado por el impacto directo de la crisis económica en el conjunto de la sociedad española.

Nativos digitales puros

La encuesta, realizada a unos 50.000 jóvenes procedentes de 46 países, entre los que se encuentra España, recoge las inquietudes profesionales y laborales de una generación de nativos digitales puros al 100%, un rasgo que, como grupo, les diferencia del resto. "Han crecido en un ambiente con acceso ilimitado a la información y tienen una habilidad innata para interactuar e influir en otras personas a través de medios online. La facilidad con la que manejan todos los formatos digitales les hace sentirse especialmente poderosos y les permite tener la sensación de que cualquier cosa es posible" también en el terreno laboral, argumenta Alfonso Jiménez, socio de PeopleMatters. En el caso de los 'millennials', según un estudio anterior sobre la Generación incomprendida, solo el 13% se sentía capaz de mejorar la calidad de vida de la que disfrutan sus padres.

A casi cuatro de cada 10 jóvenes 'zeta' les preocupa llegar a encontrar un trabajo que se adapte a su personalidad, por ello la opción de emprender se posiciona con fuerza entre las salidas profesionales mejor valoradas por este grupo. El 55% de los encuestados aseguraron estar interesados en montar su propia empresa; cifra incluso mayor en los mercados emergentes.

"Los empleadores, que ya empiezan a preparar estrategias para atraer el talento de estos nuevos candidatos, aunque todavía no hayan salido de la universidad, deben tener en cuenta el deseo de los miembros de esta generación de ser ellos mismos y poder expresar su personalidad en el trabajo, subraya Jiménez

Manifiestan, aclara el estudio, más que el temor de no encontrar un puesto de trabajo en un futuro inmediato, el miedo a tener un empleo en el que acaben estancándose (36%); que no esté en sintonía con su personalidad (37%); en el que no puedan rendir de manera óptima (33%); o que no les ofrezca suficientes oportunidades de desarrollo (28%). Son, por tanto, preocupaciones que obligan al empleador a reconducir su estrategia poniendo el acento en el crecimiento profesional.

Universidad, ¿sí o no?

Frente al itinerario educativo tradicional, otras vías de formación diferentes a la universidad cobran protagonismo entre los más jóvenes, tal y como refleja este estudio. Alternativas a su alcance gracias a su profundo dominio del mundo digital y su capacidad para aprender de otra manera, con canales y metodologías interactivas y eminentemente prácticas donde el alumno es quien marca el ritmo y los tiempos. Por ello, el 47% contempla la posibilidad de incorporarse al mercado laboral en lugar de aspirar a estudios universitarios. Y el 15% acepta abiertamente la idea de renunciar a la Universidad para comenzar a trabajar.

"Hay que tener en cuenta que muchos de estos jóvenes han convivido con el difícil ejemplo de sus hermanos mayores, quienes, a pesar de su alta cualificación, se han dado de bruces con el desempleo y el desajuste entre las competencias aprendidas en las aulas y las requeridas por las empresas", explica el experto en Recursos Humanos. "La inversión en formación y desarrollo es, por tanto, un nuevo imperativo para los empleadores", continúa. De hecho, el 60% de los encuestados se mostró interesado en conocer qué propuestas formativas ofrecen las empresas para sus futuros empleados sin titulación universitaria.

A todo ello se suma el hecho de que, en muchos países, el título en sí hoy tampoco garantiza el acceso a un empleo de calidad o mejor remunerado. "En España -compara Jiménez- se estima que más del 41% de las personas de entre 25 y 34 años son titulados superiores, pero la tasa de paro en este segmento de la población se acerca al 14%, tres veces por encima de la media registrada en la OCDE, que es del 5%.

En países como Estados Unidos, las enormes deudas contraídas por los 'millennials' de la generación anterior para poder realizar estudios universitarios han despertado temores entre los jóvenes 'zeta', que no quieren verse condenados a pagar intereses durante años y años sin ni siquiera tener la seguridad de un empleo. Otro estudio reciente concluía que en Estados Unidos el 56% de los jóvenes de entre 18 y 29 años están en la actualidad posponiendo decisiones vitales como la formación de una familia, la compra de una vivienda o la previsión de un plan de pensiones debido al inmenso lastre de sus deudas estudiantiles.

Los 'multitarea'

En campos del conocimiento que hoy en día han adquirido una enorme importancia estratégica para las empresas en todo el mundo, como la tecnología móvil, el Big Data (Ciencia de los datos) y la seguridad cibernética, los «poderosos» jóvenes de la Generación Z tendrán un claro protagonismo. "Son capaces de crear un documento, editarlo, publicar una foto en Instagram, hablar por teléfono y mover ese contenido en redes sociales, todo de forma simultánea y sin más herramienta que su smartphone", resume Jiménez para sintetizar su perfil 'multitarea'.

Otro de los aspectos que investiga el estudio es la forma en que los jóvenes desean comunicarse con las organizaciones. El 83% de los encuestados dice estar abierto a que las empresas les contacten a través de sus redes sociales para hacerles una oferta de empleo, a pesar de que la mayoría de ellos aún se encuentran en el instituto. Sin embargo, el 59% no quieren recibir publicidad de posibles empleadores vía internet.

Publicidad no, gracias

"Esto demuestra que los más jóvenes no son alérgicos a entrar en contacto con sus futuros empleadores en redes sociales siempre y cuando dicho contacto no se dé en formato puramente publicitario", añade Rafael Garavito, representante de Universum en España. "Por ello, el 'storytelling' o la personificación del espíritu de las empresas es crítico para hacer marca".

La Generación Z se empezará a incorporar al mercado laboral dentro de tres años. En EE.UU., por ejemplo, constituyen el 25% de la población y en 2020 representarán el 40% de los consumidores. En España, según los datos del tercer trimestre de 2015 de la EPA, forman parte de este segmento poblacional más de nueve millones de jóvenes, nacidos entre 1996 y hasta 2015.

"Lo que está claro es que las empresas -concluye Jiménez- necesitan comprender a estos jóvenes a la hora de atraer a los nuevos valores que se incorporarán en solo unos años al mercado laboral. Ellos componen el talento que impulsará el crecimiento y la innovación en la próxima década".