El empleo público da por superada la crisis en Euskadi

La reducción del tamaño del sector público laboral fue uno de los objetivos de las diferentes administraciones públicas españolas desde el comienzo de la crisis para poder mantener bajo control el déficit presupuestario. Unas comunidades lo hicieron de manera más profunda que otras. Pero la mayoría, entre ellas la vasca, ha saldado estos siete años de zozobra con el aumento de la ocupación en este ámbito, que tiene una estrecha relación con la prestación y la suficiencia de los servicios públicos.

El País Vasco ha creado 2.800 puestos de trabajo en siete años, un crecimiento del 2% que puede considerarse discreto comparado con el otras comunidades, que en muchos casos han rebasado el 3%, y con alguna como La Rioja, donde ha crecido más del 8%. Sin embargo, el profundo ajuste en este área llevado a cabo por comunidades como las de Canarias, Murcia, Madrid, Aragón o Galicia ha permitido una balance nacional negativo desde el tercer trimestre de 2008, según datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA).

En concreto, el empleo del sector público ha pasado en siete años desde los 3.040.900 puestos de trabajo a los 2.986.400 del tercer trimestre de este año, una diferencia que representa un descenso del 1,8%.

Hay que recordar al respecto que la reducción de la fuerza laboral del sector se ha visto favorecida por la prohibición de la normativa nacional de reponer, salvo en una mínima parte, las bajas que fueran produciéndose en el cuerpo de funcionarios. De tal forma que a las comunidades que han elevado sus plantillas no les ha quedado más remedio que echar mano de la contratación de personal laboral.

Así, la reducción de funcionarios puede ser forzada por vía legal, pero ello no implica que los puestos no puedan ser cubiertos por personal interino. En otros casos, los responsables públicos han optado por la privatización de servicios públicos, como ha sucedido en algunas autonomías como la de Madrid, para reducir costes. La solución, con frecuencia en esta crisis, ha sido también reducir los servicios prestados a los ciudadanos.

El Gobierno central ya ha permitido en la Ley de Presupuestos de 2016 que el año que viene puedan reponerse un mayor número de bajas que en años anteriores, pero la autorización no alcanza aún para hacerlo con todas las que se producen. En Sanidad, Educación, Fuerzas de Seguridad o lucha contra el fraude fiscal, la tasa de reposición llegará al 100%; en el resto, esa cifra se quedará en el 50%. Cuando Rajoy llegó al poder, solo se autorizó a cubrir el 10% de las bajas de los servicios citados, una proporción que subió este año al 50%, mientras que el resto de áreas no ha podido reponer efectivos hasta ahora.

El caso vasco

La comunidad autónoma vasca tenía durante el verano un total de 142.200 personas trabajando en las distintas administraciones (estatal, autonómica, locales y forales) y empresas públicas, frente a las 139.600 del mismo periodo de 2008, fecha en que comenzó a producirse el descenso en otros ámbitos geográficos.

La crisis, sin embargo, no fue de salida un acicate para ajustar a los ingresos ficales la fuerza laboral del sector público vasco, que si bien bajó en un primer momento, siguió creciendo hasta el tercer trimestre de 2012, cuando alcanzó su máximo, con casi 150.000 personas ocupadas. A partir de esa fecha inició una senda descendente hasta comienzos de 2014, hasta situarse en niveles de 2007 con 133.900 personas, casi 6.000 menos que al comienzo de la crisis, para a partir de ese momento volver a crecer y alcanzar las cifras ya mencionadas.

Pese a los ajustes en el sector público, todas las comunidades autónomas menos Canarias han visto aumentar la proporción del empleo público sobre el total. Para ello no han tenido que hacer nada; ha bastado con que no lo hayan destruido al mismo ritmo que el sector privado, donde ha sido muy elevada de la cifra de empleos perdidos. Recuérdese que ahora mismo, pese al millón largo de empleos creados en los dos últimos años, aún hay 2,5 millones de personas ocupadas menos que hace siete, casi todas ellas, como ha podido observarse, del sector privado.

Pesos muy diferentes

La presencia del empleo público en cada comunidad es muy diferente. Así, en Extremadura representa el 23% de todos los puestos de trabajo y en Canarias, el 18%, mientras que en el otro extremo se sitúan Asturias y Cataluña, con el 11,4% y el 10,7%, respectivamente. En la comunidad autónoma vasca esta tasa es del 13,6%, 1,2 puntos por debajo de la media nacional.

Esta disparidad puede deberse a diversas causas. Por ejemplo, depende de la cantidad de empresas públicas que operen en cada comunidad, de la presencia de instituciones estatales (ejército, aduanas, etc.), o de la propia política de la comunidad autónoma en el papel del sector privado en la prestación de servicios públicos como la enseñanza y la sanidad, por citar los dos más importantes en personal ocupado.