Ecografías para evitar la radiación a los prematuros
Basurto ·
Su UCI neonatal es un referente en el empleo de esta técnica en recién nacidos para poder adoptar decisiones terapéuticas de forma más ágil, eficaz y seguraCada año la unidad de Neonatología del hospital de Basurto recibe de media unos 370 ingresos. Sus pacientes son bebés prematuros y también aquellos que ... tienen hasta un mes de vida pero presentan problemas de salud. A todos ellos se les hacen diferentes pruebas para comprobar el estado y desarrollo de sus órganos. También para identificar la patología que sufren, en caso de que estén enfermos, con el fin de poder aplicarles el mejor tratamiento posible. Los recién nacidos son unos pacientes especialmente sensibles. «Son mucho más vulnerables a la radiación. Sus células están aún en desarrollo, por lo que existe un mayor riesgo de que los efectos adversos se manifiesten de una forma más tardía», indica la facultativa Lorena Rodeño, responsable de la UCI Neonatal de Basurto. Es por ello que esta unidad ha optado por prácticamente erradicar las radiografías que se les realizan a estos pequeños y como alternativa emplean ecografías para poder disponer de pruebas de imagen.
Los beneficios que les aporta esta técnica son muchos y variados. «Su principal ventaja es que es inocua para el paciente porque no tiene radiaciones ionizantes», destaca Rodeño. Lo que dice no es cualquier cosa. La exposición a este tipo de energía está asociada a «un riesgo potencial de desarrollar cáncer» en el futuro. Más aún cuando se produce a edades tan tempranas. De ahí que evitarlas sea tan importante.
17 camas
tiene la unidad Neonatal del hospital de Basurto, de las que 7 son de cuidados críticos (UCI).
2.250 niños
vienen al mundo de media cada año en el hospital de Basurto. De ellos unos 370 son ingresados en Neonatología.
12 ecografías
se pueden llegar a hacer al día a un paciente prematuro en estado crítico para ver su evolución.
La segunda ventaja es diagnóstica. Las imágenes obtenidas mediante ecografía, señala la especialista, son más completas y les aportan «una mayor información» sobre el problema de salud que sufre el pequeño. Esto les permite tomar decisiones «más rápido» cuando el paciente sufre un problema grave. A esto se suma que pueden realizar todas las 'ecos' que quieran. De forma paralela, esta herramienta les «guía» a la hora de realizar diversas intervenciones como ocurre con el drenaje de un derrame pleural o la canalización de una vía central. «Antes esta técnica difícil la teníamos que hacer a ciegas. Ahora con la ecografía podemos ver dónde está el vaso y dónde tenemos que pinchar. Gracias a ello logramos una mayor tasa de éxito y mejores datos de seguridad», resalta la especialista.
La UCI Neonatal de Basurto es un referente nacional en el empleo de la ecografía clínica en recién nacidos. Es una técnica muy integrada en su práctica habitual. Comenzaron por la cerebral, incorporaron después la cardiaca y desde hace 16 años sumaron la pulmonar. Es esta última en la que más se han diferenciado. Hasta el punto de que desde hace un tiempo ofrecen formación sobre esta técnica a compañeros de otros hospitales del Sistema Nacional de Salud. En Euskadi han instruido a los del Donostia y Cruces.
A los bebés que ingresan en una unidad Neonatal se les realiza un gran número de pruebas. El «mínimo», apunta Rodeño, son «seis ecografías». Si están muy graves pueden llegar hasta las «12 en un mismo día» para poder adoptar de forma ágil decisiones terapéuticas y «ver si ha habido respuesta al tratamiento». Aunque se emplean tanto para hemorragias cerebrales, problemas abdominales o cardiacos, las pulmonares son las ecografías más habituales en esta unidad neonatal. Algo que guarda relación con la frecuencia de estas patologías. Tres de cada cuatro ingresos en esta UCI de Basurto es por problemas respiratorios. Les siguen los de origen metabólico y los relacionados con dificultades para la alimentación.
Hasta tres meses de ingreso
En una unidad Neonatal de Osakidetza ingresan todos los bebés nacidos en Basurto con menos de 34 semanas de gestación. Estadísticamente lo hacen también un 20% de los que han llegado al mundo entre la semana 34 y la 37. Son hospitalizados también en esta área aquellos de hasta un mes de edad con diferentes problemas de salud
La estancia media de los bebés oscila entre los 5 y los 10 días, aunque se queda en 2 en los cuadros leves. Los graves permanecen más tiempo. Los que suman ingresos más prolongados son los prematuros extremos, aquellos niños nacidos antes de las 28 semanas de embarazo. Permanecen hospitalizados cerca de 3 meses. Es por ello que las neonatales son unidades abiertas. Los padres de estos pequeños permanecen allí muchas horas. «No nos obstaculizan, todo lo contrario. Nos ayudan a cuidar de sus hijos», explica la facultativa. En un paseo por este área ubicada en el pabellón Iturrizar lo habitual es ver a aitas o amas realizando el método canguro con sus pequeños. Incluso cuando los bebés están intubados se fomentan que puedan tener contacto piel con piel con sus bebés. Es beneficioso para ambos.
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