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El pastor de Abadiño posa con sus centenares de ovejas en el barrio de Mendiola. E.C.

Los Urien, cuarta generación de pastoreo

El joven abadiñarra Aitor Urien sigue el legado de su familia y trabaja a destajo con 300 ovejas para superar las dificultades del sector primario

Martes, 9 de enero 2024, 16:51

Mantener la esencia, el legado. El joven pastor de Abadiño Aitor Urien (1992) es la cuarta generación de una familia que se dedica a una tradición en la que se inició con 18 años, siguiendo el legado de su bisabuelo, abuelo y su padre y tío. En la actualidad cuenta con 300 ovejas de la raza latxa cara negra. También con 18 vacas asturianas de la montaña. «Siempre me ha gustado ser pastor y ayudaba a a mi familia desde bien pequeño. Tengo una explotación dedicada a ovino de leche y elaboración de queso y también vacuno de carne, engordamos los terneros y vendemos en venta directa en lotes a particulares. Con nuestra marca, que es Urien, comercializamos con Anbeko txahal okela, con una explotación en ganadería ecológica, tanto los terrenos, como las vacas, queserías y ovejas. Hacemos cuatro o cinco repartos al año, con una lista de pequeños clientes», explica.

El sector primario está atravesando una situación complicada, pero él es optimista. «El balance es positivo porque los clientes le dan importancia y valoran el producto y vendemos todo lo que producimos. A pesar de que no estamos muchos productores en el Duranguesado, hay gente muy agradecida y eso nos satisface», prosigue Aitor. No obstante, las medidas burocráticas dificultan a los productos locales. «Nos machacan bastante con las exigencias sanitarias en la propia quesería. Somos productores artesanos con una producción muy limitada y las exigencias son como si fuera una gran industria de lácteos o quesería», analiza.

Los precios de los diferentes productos han subido mucho y la situación es complicada, ya que los pastores «tienen que trabajar mucho, pero imposible no hay nada». Elaborar siempre un buen lácteo siguiendo una línea constante es la clave del éxito. A finales de este mes comenzarán con la venta, para después dar paso al ordeño de las vacas y empezar a elaborarlo para la feria de San Blas del 3 de febrero.

«En total hacemos tres tipos de quesos: Idiazabal, azul y de la montaña. El de oveja es un producto de temporada. Estamos seis meses ordeñando los animales y elaborando este producto. Llegamos a hacer 3.500 kilos de queso al año. Hoy en día todos hacemos un buen alimento y está muy controlado, la leche que se ordeña es muy limpia y estable y las cámaras, si se trabaja bien, es posible sacar calidad», incide.

Premio en San Martín

Urien explica las diferencias entre cada uno de sus quesos. «Llevamos tres años elaborando el queso azul y queremos mejorar un poco pero tiene personalidad. El de la montaña, por su parte, es un producto fuerte, es totalmente diferente en cuanto a la leche porque el pasto de la montaña no es nada comparable al de casa. Las ovejas cuando suben arriba tienen mucha más grasa y la leche cuenta con más proteína (eso se ve en analíticas) y en el sabor también», confiesa. Pese a su juventud, Aitor Urien ha conseguido diferentes premios, el último de ellos en la feria de San Martín en Ermua el pasado 11 de noviembre, mismo logro que lograron el primer domingo de diciembre, en Leioa, donde todos los años organizan una competición de queso Idiazabal para los productores vizcaínos.

Su otra gran pasión son los concursos de perro pastor, más conocidos como 'Artzain Txakur Txapelketa'. «La primera vez que participé fue en 2003 con 11 años en Urkiola, el domingo siguiente a la festividad de San Antonio en Abadiño, que es un pueblo con gran tradición de pastores. Participé hasta el 2015-16 en los concursos y dejé de competir»,recuerda. No obstante, ha vuelto a recuperar su pasión y hoy en día participa cada 15 de agosto en Amaiur (Baztán, Navarra). «Es el mejor concurso que se hace con más nivel que en otros sitios. Mi padre y mi tío llevan toda la vida yendo allí, son amigos de los organizadores y nos sentimos como en casa. Después, también vamos a Francia a los Pirineos ya que la primera vez que acudí al país galo fue en 2003. He sido subcampeón de Bizkaia dos veces», concluye el menor de la saga de los Urien.

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