«Ni con tapones podíamos soportar el ruido en el casco viejo de Durango»
Varios vecinos denuncian los excesivos decibelios ocasionados por la música en los San Faustos
Vecinos del casco viejo de Durango, en concreto de Goienkale, presentaron ayer una denuncia y una recogida de firmas acerca del excesivo ruido generado en los San Faustos, en concreto, las plataformas musicales. Están «hartos» de no poder dormir los fines de semana por el exceso de ruido que se produce en su calle, donde se concentra un amplio número de bares y es la zona de poteo habitual de la villa. Estuvieron acompañados por los responsables de la asociación Durangoko Alde Zaharra (DAZ), ya que este colectivo forma parte de la plataforma 7 Ordu Lo, que en castellano significa '7 horas de sueño' y que engloba a vecinos afectados por el ocio nocturno también de localidades como Bilbao o Barakaldo.
«Ha habido unas plataformas con amplificadores que retumbaban exageradamente y que tengas debajo de tu casa hace que sea un auténtico martirio, como lo ocurrido a estos vecinos afectados», explica el presidente del colectivo, Jose Mari Arrillaga.
Los hechos ocurrieron en los dos sábados de las fiestas patronales, el 12 y el 19 de octubre, con el día del disfraz. Al parecer, según los denunciantes, la hostelería podía abrir hasta las 4.00 horas de la madrugada y la música siguió sonando hasta las 4.45 horas. Una de ellas indica que «ni con tapones se podía soportar el ruido. Si para el txupinazo hay aforo, ¿qué pasa en Goienkale, que no hay control de aforo?»
El propio Arrillaga indicaba que llega un momento en el que ni siquiera pueden entrar en los portales de las viviendas. «Utilizan amplificadores de sonido para ambientar el grupo o la kuadrilla en zonas como Goienkale, Transversal, Kalebarria, parte de Komentu Kale o Santa Ana», prosigue.
Lo cierto que no es la primera vez que los vecinos de esta zona de la villa en la que viven cerca de 3.000 habitantes muestran su queja por el excesivo ruido ocasionado, que no les deja ni siquiera dormir. «Cuando una plataforma de esta índole se coloca debajo de tu comunidad, acumula horas y horas con un volumen de música elevado. Los vecinos se vuelven locos, hay un malestar general y ya se ha solicitado por escrito anteriormente al Ayuntamiento el excesivo ruido de estas plataformas o estructuras móviles en fiestas. Esto influye en la salud pública», alerta.
Del mismo modo, temen al evento de la Azoka (del 5 al 8 de diciembre) epicentro de la cultura, educación y ocio civilizado que para los vecinos del casco viejo de Durango, es una auténtica pesadilla con aglomeraciones, botellones, ruido hasta altas horas de la madrugada. El colectivo pide mayor intervención municipal para evitar la suciedad, ruido e incivismo. Para DAZ esta problemática se vive en el centro y casco viejo de la localidad en cada evento bien sean los Carnavales, Sanfaustos, las fiestas de Goienkale y por supuesto la Azoka. «Estamos hartos de ser siempre los que pagamos el pato de las conductas que vienen de la mano de estos actos como botellones, ruidos y jaleos nocturnos hasta altas horas de la madrugada. Queremos poder descansar en nuestras casas», detallan.
Este periódico ha podido contactar con algunos bares del casco viejo de la localidad. Por el momento, no les consta ninguna queja o denuncia, pero indican que suele ser habitual que los vecinos muestren su preocupación ante los eventos masivos que hay en la localidad. «Es difícil que haya un consenso entre hosteleros y vecinos en fechas tan señaladas como estas», explica uno de ellos.
Por su parte, la alcaldesa, Mireia Elkoroiribe indicó a EL CORREO que, según la información recogida, «la mayoría de los bares han respetado los horarios establecidos durante las fiestas». «No obstante, hemos recibido quejas tanto en la Policía Municipal como en el SAC, relacionadas con el volumen de la música de las carrozas. Somos conscientes de la importancia de lograr un equilibrio entre el disfrute de las fiestas y el descanso de los vecinos, por lo que nos comprometemos a abordar este aspecto de cara al próximo año. De hecho, mañana mismo mantendremos una reunión con varios residentes para escuchar sus preocupaciones de primera mano y buscar soluciones conjuntas», subrayó.