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MAIKA SALGUERO

El nuevo obispo de Bilbao, Joseba Segura, se deja querer en Elorrio

Celebró este mediodía su primera eucaristía en la festividad de San Valentín de Berrio-Otxoa, copatrón de Bizkaia, y único santo vizcaíno

MANUELA DÍAZ

Elorrio

Domingo, 4 de julio 2021, 16:19

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«Hay varias coincidencias entre las figuras de Joseba Segura y la de San Valentín de Berrio-Otxoa, ambos vizcaínos, ambos obispos y ambos misioneros». Con estas palabras el párroco de Elorrio, Iñaki Jauregi, presentó este mediodía al nuevo obispo de Bilbao en su primera celebración como tal. Palabras que a las que Joseba Segura contestó con sentido del humor asegurando que a diferencia de Berriotxoa, ni es santo ni quiere martirio.

La humildad y cercanía del nuevo obispo cautivaron a una basílica de Elorrio que colgó el aforo completo. Fue un acto sin aglomeraciones, sin su tradicional paseíllo de autoridades y que contó con pocas caras conocidas del panorama político. Quien sí asistió un año más fue la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui, además de la alcaldesa de la localidad Idoia Buruaga y miembros de la corporación.

Que seguirá la línea eclesial de corte social y pegada a la calle que ha llevado hasta ahora ha sido patente en su primer acto público. A primera hora de la mañana llega al convento de las dominicas para visitar a las religiosas y presentarse como nuevo obispo. Ya en la basílica, recorrió los pasillos despacio saludando a ambos lados a todos los fieles. «Gracias a Dios en mi tierra no tengo que ser profeta, solo obispo, pero me gustaría acertar en ese oficio», dijo durante una emotiva homilía en la que habló del santo vizcaíno y sus propósito en esta nueva carrera a cargo de la diócesis vizcaína.

Valiente y transparente

En sus emotivas palabras desde el altar, Segura admitió que la Iglesia no atraviesa sus mejores momentos, «pero comparado con Valentín de Berrio-Otxoa, mi trabajo no será seguramente fácil, pero sí menos peligroso y menos arriesgado». Y siguiendo con la comparativa se encomendó ante los fieles para al igual que el copatrón de Bizkaia llegar a ser un «obispo entregado, bueno, unobispo dispuesto a dar sus cualidades y su vida por la gente, un obispo que cree en el evangelio y que está convencido que hay mucha riqueza en ese libro, en esa palabra en esa experiencia y lo quiere comunicar a todos los que pueda. Un obispo como Valentín: valiente, trasparente, animoso. Alguien que, porque ha puesto su confianza en la fuerza de la Cruz, no va a desanimarse. Un obispo que descansas en la sencillez del buen Pastor y que siempre va a confiar en la gente».

El obispo alabó la figura de este santo que fue decapitado en 1861 a los 34 años de edad en Vietnam y que nunca olvidó sus orígenes humildes y euskaldunes. Beatificado en 1906, le hicieron santo el 19 de junio de 1988. «Un joven despierto, que jugaba a la pelota y dantzaba» y que con apenas 15 años ingresó en un seminario con el propósito de convertirse en misionero. La humildad de su origen le sirvió al obispo bilbaíno para abordar el consumismo desmedido de la sociedad europea y también para centrarse en aquellos que viven con generosidad.

Patronazgo

Cariñoso, cercano, claro y sencillo. Así lo definieron a su término las decenas de personas que han asistido al acto «Una maravilla de lo bien que se ha expresado», apuntaba Mari Carmen Martínez, vecina de Elorrio. Junto a ella, Angelines Rollón aplaudía su talente cariñoso. «Lo que nunca ha hecho ningún otro, ha ido saludando a toda la gente, se nota que ha sido misionero», agradecía.

Llegada de Abadiño, Loli Bizkarra también se fijó en su cercanía y juventud. «Ha sido sencillo y claro, espero que haga grandes cosas». Desde la cofradía de Berrio-Otxoa, que por motivo de la pandemia no ha organizado ninguno de los actos en honor del santo, agradecieron que el nuevo obispo se estrenara precisamente en Elorrio, con un santo por el que llevan años solicitando el patronazgo de Bizkaia, al ser hasta ahora el único santo vizcaíno.

Hace nueve años, el entonces obispo de Bilbao, Mario Iceta, anunció que San Valentín de Berrio-Otxoa pasaba a ser fiesta en toda la Diócesis vizcaína. En aquel momento, la cofradía del santo volvió a soñar con situar a Berrio-Otxoa como patrón de Bizkaia. El entonces presidente de la Cofradía Valentín de Berri-Otxoa, Jesús Mari Agirre, auguró que no sería tan fácil puesto que el que pasar a ser patrón de Bizkaia y día festivo, no dependía tanto del Vaticano sino de los sindicatos a la hora de elaborar el calendario de fiestas. Y en esas San Ignacio de Loiola juega con ventaja, puesto que su festividad cae el 31 de julio y a los trabajadores les viene mejor tener un día más de vacaciones.

La alcaldesa Idoia Buruaga, también agradeció la presencia del obispo en Elorrio. «Esperemos que el año que viene regrese, y esta vez recuperada la normalidad y sin pandemia», ha dicho.

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