Muere Jon Irazabal, historiador y exdirector de la Azoka de Durango durante dos décadas
Yolanda Ruiz | Silvia Osorio
Jueves, 22 de agosto 2024, 11:43
Durango llora la muerte de Jon Irazabal, reconocido historiador y una de las almas máter de la Azkoa. Nacido en Iurreta en el año 1960 ... y llevaba más media vida vinculado a la asociación Gerediaga, organizadora de la Feria del libro y disco vasco que se celebra cada mes de diciembre en la localidad vizcaína. En concreto, fue director del certamen entre 1980 y el año 2011.
Era administrativo de carrera, pero Irazabal dedicó su vida a la memoria histórica del Duranguesado. Escribió varios libros sobre el bombardeo de Durango de 1937 o sobre las fiestas de Iurreta. También elaboró un estudio sobre las antiguas banderas de la comarca. Irazabal era un estudioso de las costumbres que trataba también de promover, asimismo, la mejora económica de toda la zona.
Jon Irazabal Agirre elkarteko kidea eta lankide ohia gaur goizaldean zendu da.
— Gerediaga Elkartea (@Gerediaga) August 22, 2024
🌟Durangerrikook asko zor dizugu
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El fallecimiento ha dejado un enorme vacío en la asociación Gerediaga, donde militaba desde que era mayor de edad y trabajó durante 36 años. Su afán por investigar y poner luz al devenir de la historia, la cultura, el folklore y el patrimonio de la comarca del Duranguesado, a la que él acostumbraba a definir 'Duranguerria', le ha mantenido activo a pesar de los problemas de salud que padecía en los últimos años. Problemas que se agudizaron el pasado viernes, por lo que tuvo que acudir al hospital de Galdakao, donde fallecía un día antes de cumplir los 64 años de edad el 24 de agosto.
La vida de este iurretarra ha estado ligada a Gerediaga desde su mayoría de edad. Los problemas de movilidad que padecía no eran impedimento para que con cierta asiduidad, casi una vez por semana, se acercara hasta la sede de la agrupación en Durango para compartir impresiones y participar en la publicación de la revista 'Astola'. Quienes han trabajado codo con codo junto a Jon ensalzan que «era una cabeza pensante. Un ordenador viviente. Tenía una gran memoria y era muy inteligente», coinciden en señalar tanto Beñat Gaztelurrutia, actual gerente de la asociación, como Anton Mari Aldekoa-Otalora, quien fuera presidente de la entidad cuando Irazabal se puso al frente de la Azoka de Durango como director durante alrededor de tres décadas.
Aldekoa-Otalora lamenta que con su fallecimiento «se ha ido mucha información». Recuerda que en los años 80 fue el impulsor para ahondar y recordar el bombardeo que asoló Durango el 31 de marzo de 1937. «De hecho fue el primero que aseveró que fueron los italianos y no los alemanes. Y consiguió demostrarlo yendo a Italia para revisar los archivos. Gracias a su labor se pudo saber quiénes fueron las víctimas en los bombardeos», advierte el también iurretarra
Irazabal trabajó de forma incansable para «mostrar las crueldades de la guerra», añade. En el 85 aniversario del bombardeo, en marzo del 2022, intervino en los actos no dejando pasar por alto lo que Ucrania estaba sufriendo con los ataques aéreos, al igual que Durango hace ahora 87 años En ese mismo acto, que se desarrolló en el Museo de Arte e Historia de Durango, dio a conocer su investigación sobre la identidad del medio centenar de personas que trabajaron en los dos hospitales de día que tuvo la villa tras el bombardeo, uno de los cuales se ubicó en la actual pinacoteca de la localidad.
Pero la labor de Jon también trascendía en una constante lucha para mantener el patrimonio del Duranguesado. Fue además quien propició importantes descubrimientos como el de la necrópolis que ubicada junto a la iglesia de San Juan de Momoitio en la localidad de Garai. «Era muy intuitivo en la organización de eventos y a pesar de que a veces parecían barbaridades siempre acertaba«, comenta Aldekoa-Otalora. Preocupado por la actividad social y política de Euskadi, »no comulgaba con las doctrinas de los partidos. Era muy crítico«, añade.
Todos sus descubrimientos sobre la memoria histórica han sido recogidos en una decena de publicaciones y centenares de artículos publicados. «Se ha perdido una gran referencia de la historia del Duranguesado. Todo el mundo recurrimos a Jon cuando pasaba algo y se necesita información», señala la periodista Izaskun Ellakuriaga, integrante también de Gerediaga. «Le vamos a echar de menos», matiza la presidenta de la agrupación que organiza la Azoka de Durango.
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