«Es una faena que no haya duchas y no podamos quitarnos el cloro»
Por tercer año consecutivo, las piscinas de Tabira, que abrieron sus puertas ayer, cuentan con barracones portátiles como vestuarios
Queda inaugurado oficialmente el primer chapuzón de la temporada en Durango. «¡Qué ganas de ponernos en bikini, darnos un bañito y tomar el sol!», exclamaba Almudena al tiempo que sacaba la toalla de su mochila este jueves en las piscinas de Tabira, en Durango. No tuvo problema para escoger lugar, ya que a pesar de que el tiempo acompañó con altas temperaturas y sin una sola nube a la vista, las instalaciones vivieron una tímida jornada de apertura. «La verdad es que nos ha sorprendido que hubiese tan poca gente, pero para nosotras es lo mejor. Nos gusta venir por la mañana porque se está más tranquilo, todo cambia cuando por la tarde se llena todo de niños», apuntaban por otro lado Maialen Arroitajauregi y Zayra González mientras se acomodaban en sus tumbonas.
A sus 21 y 22 años, el plan consistía en tomar el sol, comer en la piscina, darse algún que otro baño y salir por la tarde a tomar algo con los amigos. Pero la falta de duchas en las instalaciones hacen que se tengan que ir a casa a arreglarse. «Es un rollo que no haya duchas y no podamos limpiarnos con champú y gel para quitarnos el cloro», lamentaban.
Y es que por tercer año consecutivo, las piscinas de Tabira continúan sin vestuarios, contando en su lugar con barracones portátiles que están ubicados en el exterior del complejo deportivo. «Es vergonzoso que un pueblo como Durango tenga unas instalaciones así», opinaba por su parte Joana Ruiz.
«Sin descuento»
Esta vecina aprovecha la época estival para ponerse el bañador, coger la toalla y nadar durante su hora libre en el trabajo. «Estos últimos años está siendo una faena, porque al no poder ducharme y prepararme para volver a la oficina, tengo menos tiempo para disfrutar porque tengo que pasar por casa. Y no solo eso, es que estamos pagando entrada como si nos ofreciesen ese servicio. Al menos, podrían descontarnos algo», criticaba.
Las piscinas se iban llenando conforme avanzaban las horas y más apretaba el sol. El durangués Alberto, acompañado de su hija, disfrutaba de unas horas de descanso. «Me acabo de dar el primer baño de la temporada y qué bien», celebraba. Aunque, al igual que el resto de usuarios a los que EL CORREO había preguntado, opinaba que la falta de duchas es un fallo «muy grande». «A mi me da igual quien gobierne, EH Bildu, PNV o quien esté. Pero los vestuarios se cerraron de un año para otro. Entonces, mi pregunta es, o el PNV no miraba por la ciudadanía por tener, como dijeron desde EH Bildu, unas instalaciones en muy mal estado, o estos últimos son unos alarmistas; no entiendo nada», censuraba.
Por otro lado, Cristian Lozano consideraba que es «mejor» contar con estos vestuarios portátiles a las «ruinosas» instalaciones que «se te podían caer encima en cualquier momento».