«Entre los estudiantes hay un gran talento que no debemos dejar escapar»
Electricidad Eguzki recibe el premio que el centro de FP Maristak de Durango otorga a las empresas por su colaboración
Terminar los estudios, realizar prácticas en una empresa y conseguir un puesto de trabajo en ella es difícil pero no imposible. El centro Maristak de Durango colabora con empresas de la zona para exprimir el potencial de su alumnado y ofrecerles una primera toma de contacto con el mundo laboral. «Vienen de prácticas pero les tratamos como si fuesen un empleado más. Les formamos y les enseñamos nuestra forma de trabajar, y algunos pasan a ser parte de la plantilla», reconoció Javier Garrido, fundador de la empresa Electricidad Eguzki de Abadiño. Junto a su compañero, Jon Azagirre, expresaron que «entre los estudiantes hay un gran talento que no debemos dejar escapar».
La firma abadiñarra, que cada curso recibe a «cuatro o cinco» jóvenes de prácticas, lleva «muchos años» nutriéndose del alumnado de Maristak, que le otorgó este viernes el reconocimiento 'MKD enpresa saria' por su colaboración.
«A día de hoy, cuatro de nuestros empleados entraron aquí siendo alumnos en prácticas. Si vienen con ganas de trabajar y aprender, para nosotros es un placer nutrirles. Y si vemos que alguno tiene potencial pero no le podemos coger, lo recolocamos en algún otro sitio», aseguraron ambos.
El reconocimiento fue aún más especial para el propio Garrido, natural de Durango y estudiante de ese mismo centro entre 1966 y 1981. «Han pasado más de cuarenta años desde que salí de aquí, y cómo ha cambiado todo. Estamos muy contentos de poder formar en Eguzki, que creamos en 1996, al alumnado de Maristak», indicó.
El profesor Iñaki Narbaiza, por su parte, agregó que «empresas como la vuestra entienden que los alumnos van a estudiar, a formarse, y eso se valora mucho. Para los alumnos es muy importante esa etapa, en la que no saben qué es lo que realmente quieren para su futuro, y vosotros les ofrecéis el tiempo que necesitan. Desde aquí, lo valoramos mucho», insistió.
Antes de la entrega del premio tomó la palabra Unai Bernal, también exalumno del centro y gerente de las empresas CIE Egaña –situada entre Berriz y Zaldibar– y CIE Udalbide –en Izurtza–.
Esfuerzo y aprendizaje
«Salí de Maristak en 2004 para empezar a hacer prácticas en una empresa. El camino que me ha traído hasta aquí no ha sido fácil, han sido veinte años de esfuerzo y aprendizaje. Pero con trabajo, constancia y actitud, se puede llegar muy lejos», dijo ante la atenta mirada de los doscientos alumnos que asistieron al acto. «Contamos para el futuro con todos los que estáis aquí», lanzó a los jóvenes que posteriormente recibieron su diploma por haber finalizado sus estudios de Formación Profesional, FP Básica, Ciclos Medios, Ciclos Superiores y Especializaciones.
En el evento estuvieron presentes también representantes del Ayuntamiento de la villa, como la alcaldesa en funciones, Ima Garrastatxu, quien señaló que «el valor del colegio Maristak para Durango es muy grande. No sólo forman profesionales sino también personas con valores. Y no lo digo sólo por hoy, sino porque lo ha hecho a lo largo de los años y lo seguirá haciendo en el futuro». El director del centro, Dani Irazola, por su parte, reconoció sentirse «orgulloso» de los talentos que salen cada año desde Maristak.
La de ayer fue la segunda edición –tras el parón de la pandemia– del premio que el año pasado se otorgó a la empresa Tabiraberezi Informatika de Durango.
