Durango 'escuchará' a sus calles para detectar el exceso de ruido

Durango se ha propuesto atender de una vez por todas las reiteradas quejas vecinales sobre el exceso de ruido en sus calles. Además de actualizar el mapa estratégico que realizó en 2016 sobre la contaminación acústica, el Ayuntamiento desarrollará un estudio más detallado y específico del casco viejo. En esta zona, precisamente, se concentran buena parte de los bares de la localidad y sus residentes son los principales sufridores del ruido que genera el ocio nocturno. Noches en vela que se remontan a hace décadas y que desencadenaron, entre otras cuestiones, en la constitución de la asociación vecinal Durangoko Alde Zaharra (DAZ) en 2003. El colectivo ha recibido la noticia de buen agrado, siempre y cuando «se adopten las medidas correctoras» que llevan años reclamando.

Esta radiografía acústica, que se realizará a principios de 2023, sustituirá a la realizada en 2016, que ya advertía de que los niveles estaban por encima de lo aconsejable –65 decibelios los diurnos y 55 los nocturnos– en el casco viejo, en las calles Sasikoa, Ambrosio Meabe, Fray Juan Zumarraga, Alluitz, Askatasun, Ermodo, Landako Etorbidea, Larrasoloeta, Zabalekoa, Ollería, Montevideo, Faustebide, Zirarmendieta, Arriluzeaga, San Agustinalde y Laubideta, además de las viviendas anexas a las carreteras BI-623, N-634 y BI-732, como consecuencia del tráfico rodado.

El nuevo mapa del ruido, que costará 120.000 euros, ofrecerá al Consistorio una visión completa de la situación actual para reorientar las políticas municipales en esta materia. Tras el confinamiento y coincidiendo con el buen tiempo, los vecinos del casco viejo o del entorno del parque Zuhatzola han denunciado en repetidas ocasiones la celebración de botellones multitudinarios que les provocan «estrés, trastornos del sueño, nervios y ansiedad, como denunciaron a EL CORREO hace justo un año.

«Somos muy conscientes de dónde están los puntos en los que se superan los decibelios permitidos, por eso este plan no debe quedarse en mera información como sucedió con el anterior. Queremos medidas porque tenemos derecho al descanso como el resto de vecinos», apuntaron desde DAZ. En este sentido, instan al Consistorio a frenar determinados comportamientos, como el uso de discotecas móviles en los Sanfaustos o la Azoka. Los responsables municipales prometen que en esta ocasión se realizará el estudio de la mano de la asociación vecinal. «Para tomar medidas en el futuro, es importante tener una base sólida que nos ayude a orientar las medidas. Y después reduciremos el impacto sonoro en los puntos en los que el estudio así lo identifique», han explicado responsables municipales.

En los últimos cinco años Durango ya ha llevado a cabo diversas actuaciones para atajar este problema. En este sentido, es pionera en Bizkaia por contar con una ordenanza para la mejora ambiental de la ejecución de obras. También se actuado sobre el ruido que generan los camiones de recogida de basuras y limpieza de calles, modificando el recorrido de los vehículos y la ubicación de los contenedores.

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