El Centro de la Historia del Crimen profundiza en la represión de delitos sexuales

Homosexuales, gitanos, mendigos, desertores, vagabundos e incluso enfermos de polio tienen en común el estigma que la sociedad les coloca, y que en determinados momentos de la historia cruza la raya y pasa a criminalizarse. «Las prácticas homosexuales fueron perseguidas en el antiguo régimen, tenían el castigo divino que se manifestaba con un terremoto, incendios o una mala cosecha, pero la sociedad también les persiguió y limitó su presencia. Hoy en día, en la sociedad occidental no ocurre pero se sigue criminalizando y excluyendo a otros grupos como los inmigrantes», apuntó el director del Centro de Historia del Crimen, el también doctor de la UPV Iñaki Bazán, cuya sede se encuentra ubicada en el Museo de Arte e Historia de la villa.

Este tipo de delitos, que derivan de una desviación «del modelo de persona que se considera adecuado en una sociedad» es el tema de debate en la decimosexta edición del coloquio internacional del Centro de Historia del Crimen que se celebrará en Durango mañana y el viernes. Una veintena de expertos procedentes de Latinoamérica, Portugal y diversas partes del Estado español hablarán de lo que significa ser «un desviado» entre el siglo XIII y el XX. Mendigos en las Encartaciones del siglo XVIII, homosexuales en el Duranguesado del antiguo régimen, prostitutas en la Edad Media, los gitanos en el Madrid urbano en el primer tercio del siglo XX o los quinquis de los años 80 en las grandes ciudades.

Control social

Bajo el título 'Norma, disidencia y desviación. Los excluidos y el control social a través de la Historia', los coloquios, de entrada, libre y gratuita, arrancarán mañana a las 9.30 horas. Centrado en la comarca, el doctor de la UPV Jose Patricio Aldama hablará sobre el control social y represión de los delitos de índole sexual en el Duranguesado durante el antiguo Régimen, mientras que Andrea Grande, Iñaki Reguera y Marco Alfredo Royo profundizarán en la marginación socio-económica vasca con figuras como los bandoleros o los vagabundos. Para asistir es necesario inscribirse en el Museo.