Aramotz luce su nueva vida en Durango tras una inyección de 10,9 millones
El barrio pone fin a sus carencias y cuenta con zonas verdes, espacios públicos y ascensores gracias al Ayuntamiento, vecinos y Gobierno vasco
El degradado barrio Aramotz de Durango vivirá un día muy especial este sábado y es que pondrá fin con un pequeño acto de inauguración (12.00 horas) a décadas de marginación y olvido con una rehabilitación integral, gracias a la colaboración entre vecinos, el Ayuntamiento y Gobierno vasco con una inversión total de 10,9 millones de euros. Las actuaciones se han centrado en la reparación profunda de las edificaciones, incluyendo la instalación de ascensores y mejoras estructurales y energéticas, así como en la reurbanización completa del entorno, con nuevos espacios públicos, zonas verdes, alumbrado, canalizaciones y la adecuación del arroyo Larrinagatxu.
El vecino Eugenio Gorroño resaltaba su satisfacción por el fin de las obras. «Creo que era el único barrio que estaba sin urbanizar. Antes, cada vez que llovían cuatro gotas, los vecinos estaban toda la noche sin dormir porque el río pasaba por debajo de las casas y había peligro de inundación. Era una zona casi casi marginal», subrayaba. Hace más de una década, miembros de la asociación vecinal Herria quisieron impulsar un proyecto para mejorar este barrio, compuesto por 130 vecinos. «Planteamos a los residentes una reunión, les parecíó una buena idea y se ha trabajado con las instituciones para que sea una realidad. Hay que resaltar que se ha aislado del frío y calor, también han incorporado ahorro energético y han terminado de urbanizar todo. Ha quedado una zona preciosa y muy bonita«, confiesa.
Impulso desde 2016
En el barrio conviven jóvenes y mayores. Maritxu Arrieta lleva viviendo más de 60 años en esta zona y resalta que se ha transformado todo. «Antes, la zona estaba sin asfaltar, han urbanizado, está muy bien. Eso sí, echo de menos que hubieran colocado más bancos en mi zona», proseguía. Mientras, otro vecino, Juan Gil, considera que la accesibilidad está muy bien, al igual que la estructura de los edificios, pero considera que tenían que haber hecho una mejor obra para el canal de agua. El proyecto Aramotz Berritu ha sido impulsado por el Ayuntamiento de la villa desde 2016, en colaboración con el departamento de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno vasco -inversión de 3,2 millones de euros, el apoyo de los fondos europeos Next Generation y la implicación directa del vecindario.
Conocido popularmente como 'El Matadero' por ubicarse allí el centro de sacrificio demolido en agosto del 2014, cada propietario de las viviendas aportó una cantidad determinada para impulsar el proyecto. El vecino Juan José Martín resalta el gran cambio que ha vivido el barrio, realizando una comparación con su llegada a la localidad hace 50 años procedente de un pueblo de Salamanca. «Vivíamos cinco o seis en la misma casa, eran unos pisos normales y corrientes. Lo han dejado de maravilla, ni sombra de antaño», concluye. Mientras, Txema Belar, destacó que las personas mayores y con movilidad reducida pueden salir a la calle gracias a los ascensores.
No obstante, otra vecina era más pesimista y consideraba que los «jardines están horribles, cada vez que cortan la hierba, la tierra y el césped llega a los bajos de las casas». «No nos han hecho acera en la parte de atrás. Podía haber quedado más bonito. Si pones unos bancos o colocar una bici, no pongas una bici debajo. La laguna se está haciendo cada vez más grande y no está vallada, es peligroso si cae un niño», añade.