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Los usuarios de la residencia se sacaron una foto de familia junto con los cuidadores y el mural realizado. J.G.L

20 años cuidando a los más mayores

La residencia y centro de día Joxe Miel Barandiaran de Durango, que ha atendido a 884 personas en las dos décadas, celebra el aniversario con un mural artístico que hace un guiño a sus orígenes

Jueves, 19 de junio 2025, 17:47

Muchas sonrisas, emoción y nervios entre las personas mayores de la residencia y centro de día Joxe Miel Barandiaran de Durango que hoy está de aniversario y cumple 20 años desde su creación. El residente Jose Miguel Cerralbo se afana en regar las plantas todos los martes y reconoce que está «muy contento en mi pueblo en estos cuatro o cinco meses». «Antes estuve en Ermua, Amorebieta y ahora en esta magnífico sitio. Yo soy de aquí y me cuidan muy bien«, manifestaba, acompañado de sus familiares.

Durante estas primeras dos décadas, este dispositivo sociosanitario foral, gestionado por Aita Menni, ha atendido a un total de 884 personas y el perfil habitual de la residente en el centro corresponde a una mujer viuda, de unos 84 años, con estudios primarios, que ha desempeñado labores no cualificadas, beneficiaria de una pensión de viudedad o jubilación y con relaciones familiares cercanas y positivas.

Algunos años más tiene Inés García, que recientemente sopló las 100 velas. «Estoy de maravilla y me tratan genial, acompañada de otras amigas«, detallaba. La elorriarra, mientras quiere aprender a cantar bertsos a sus 84 años. «Me tratan muy bien, mejor que en casa porque estuve sola. Lo que más me gusta es el ambiente y el tratamiento. Antes, me gustaba hablar y cantar«, reconocía.

Al acto de celebración, también acudió la alcaldesa de Durango, Mireia Elkoroiribe, que ha querido destacar la labor de la residencia en estas dos décadas: «Es mucho más que un centro asistencial; es un verdadero hogar en el corazón de nuestro pueblo. Durante estos veinte años ha sido referente en el cuidado humano de nuestras personas mayores, apostando por un modelo basado en la cercanía, el respeto y la atención personalizada. Porque una sociedad que cuida de sus mayores es una comunidad con memoria, fuerte y comprometida», ha señalado.

El día comenzó con una eucaristía con la actuación del coro de Iurreta, la celebración de un acto institucional con las autoridades y la realización del primer trazo en una pintura mural que se llevó a cabo en el patio del centro, a cargo de la artista Irantzu Lekue. Los primeros trazos fueron pintados por el residente y artista Txema Azpitarte, Sor Isabel Martínez, Hermana Hospitalaria del Sagrado Corazón de Jesús, y Rafael Villanueva. Tras ello, se ha asistido a un aurresku de honor a cargo de Alberto Gordoa, finalizando la mañana con un «bertso» por parte de una residente.

Refugio en la posguerra, orfanato, escuela...

La directora del centro, Nagore Mardaras, recordó que la residencia abrió sus puertas en 2005, después del cierre de la antigua residencia municipal de Uribarri. «Aquel centro estaba en el histórico edificio de San Agustín, un lugar con mucha historia en Durango: fue refugio en la posguerra, orfanato, escuela… y durante años, residencia de personas mayores. Allí, generaciones de personas encontraron cuidado y acompañamiento. Primero de la mano de las Hermanas de la Caridad, y hoy, de la mano de las Hermanas Hospitalarias, con quienes compartimos valores como la acogida, la dignidad, la sensibilidad o el cuidado centrado en la persona».

Del mismo modo, reconoció que «el espíritu de aquel lugar sigue vivo hoy aquí». «Y no lo decimos solo en sentido figurado: en el jardín de la antigua residencia había un laurel que, cuando se construyó el nuevo edificio, se trasplantó, siendo el centro de la edificación. Ese laurel fue nuestro logotipo durante años. Para nosotras y nosotros representa algo muy profundo: que somos una continuidad de lo que otros fueron, desde el estilo de cuidado hasta el cariño con el que se hacen las cosas. Por eso, el lema de este aniversario no podía ser otro: «Zuek izan zaretelako, gu gara», «Por lo que fuisteis, somos»». Y con ese lema se ha inaugurado el mural conmemorativo, que se ubica en el patio de este centro.

En el mural, que va a realizar la artista Irantzu Lekue, se van a representar ramas de laurel y también aves en vuelo. «Las hojas representan nuestras raíces, las que nos han nutrido y siguen vivas. Las aves nos representan a las personas: residentes, familias, profesionales… personas que se cruzan, que conviven, que se cuidan. Como las ramas del laurel que siguen creciendo desde una raíz profunda, este mural nos recuerda que somos continuidad. Que lo que hoy somos, lo somos porque otros fueron. No celebramos solo 20 años. Celebramos una historia que empezó tiempo atrás y seguirá en el futuro».

Rafa Villanueva, hijo de la usuaria Elena Moreno, puso los pelos de punta con un discurso de agradecimiento hacia su madre. «Siempre estaba trabajando, activa y dispuesta. Con 20 años, se trasladó al País Vasco, tuvo 5 hijos y 9 nietos, su vida en vínculos. Era el momento de que recibiera los cuidados que necesita y esta afrontanto una etapa de su vida que sigue reconociendo como la persona que es con su historia y costumbres y manera de ser. Atender no es solo cuidar. Va mucho más allá, sino acompañar, escuchar de verdad, respetar tiempos, historias y decisiones. Es humanidad, presencia auténtica. Mi madre me enseñó a dar las gracias», concluyó.

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