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Epicentro de la tragedia, frente a la Plaza del Calvario Olivares Zorriketa
Amorebieta, en la línea de fuego

Amorebieta, en la línea de fuego

Guerra Civil ·

El tercer municipio más bombardeado de Euskadi celebrará varios actos conmemorativos en mayo donde se recordará la resistencia al avance franquista

Leire Merino

Amorebieta

Miércoles, 23 de abril 2025, 16:58

Cuando pensamos en los ataques ocurridos durante la Guerra Civil en Bizkaia, nos vienen a la cabeza las masacres que sufrieron Gernika, Otxandiano y Durango. No obstante, pocos conocen la tragedia vivida en Amorebieta en aquella época. Conforme al Atlas de bombardeos en Euskadi (1936-1937), llevado a cabo por el historiador Xabier Irujo para el Gobierno vasco, fue el tercer núcleo urbano más bombardeado del territorio. A lo largo de 20 días distintos, sufrió 49 ataques. Las ofensivas aéreas fueron ejecutadas principalmente por la Legión Cóndor alemana y la Aviazione Legionaria italiana, ambas al servicio del bando sublevado. Los bombarderos partían de bases en Gasteiz, Burgos y Logroño, y dirigían sus objetivos a las instalaciones de carácter militar y a la población, en una estrategia de terror que ya había sido brutalmente ensayada en Durango el 31 de marzo de 1937.

El 29 de mayo fue uno de los días más oscuros con cinco bombardeos consecutivos que dejaron tras de sí una estela de miedo, muerte y ruina, arrasando cerca del 75% del patrimonio. La ofensiva no fue aislada: en pleno avance hacia Bilbao, las fuerzas sublevadas intensificaron los asaltos durante el mes, destacando las fechas del 9, 10, 11, 16 y 17 de mayo. La posición estratégica del pueblo, atravesado por el frente oriental antes de la caída del Cinturón de Hierro, lo convirtió en un blanco prioritario. Fue escenario de enfrentamientos y también una localización clave por albergar el hospital de sangre más importante de la zona y una prisión de mujeres, ubicada junto a la Plaza del Calvario en un edificio de los Padres Carmelitas Descalzos, que actualmente es el Colegio El Carmelo.

En el transcurso de la dictadura, la cotidianidad estuvo marcada por la persecución cultural: el euskera fue prohibido, la cultura vasca relegada al ámbito privado y la censura impuesta con dureza. El enfrentamiento rompió familias e identidades. Con la llegada de la democracia, y sobre todo a partir del año 2000, el Ayuntamiento ha impulsado diversas iniciativas con el objetivo de rescatar el pasado: placas conmemorativas, investigaciones y homenajes. En 2022, se colocó una al lado del cementerio con una frase que resume el dolor de toda una época: «Por quienes nunca regresaron. Por quienes callaron demasiado».

Décadas después, la memoria del conflicto sigue viva gracias a las excavaciones realizadas en el campo santo. En la primera fase de exhumaciones, efectuada en diciembre de 2023, se recuperaron los restos de 54 personas, presumiblemente gudaris y milicianos trasladados desde el Hospital de Sangre de la localidad o directamente desde los frentes cercanos como el monte Bizkargi. La segunda etapa, iniciada en marzo de 2024, permitió localizar los restos de 14 personas adicionales, reforzando la hipótesis de que allí se encuentra una de las mayores fosas comunes de Euskadi. Estas intervenciones fueron coordinadas por el Instituto Gogora y la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con la colaboración del Ayuntamiento. Tras las labores de exhumación y a fin de dar paso al proceso de identificación, han contactado con 35 familias de desaparecidos en la zona y ya han obtenido la muestra de ADN de 17 de ellas.

Recuerdo vivo

El 18 de mayo de 1937, las tropas del general Franco tomaron el municipio. Aquel día marcó el fin del control republicano y el inicio de un periodo de castigos, encarcelamientos y exilios forzados. Desde hace años, y gracias a la iniciativa del historiador Gregorio Arrien, esa fecha se conmemora con una programación especial organizada por la Sociedad Artístico Cultural Zornoza. El jueves 15 de mayo, a las 19.00 horas, se presentará el libro 'Euzkadi en ruinas. Arqueología de la Guerra Civil en el País Vasco (1936-1948)' del arqueólogo e investigador, Josu Santamarina, en los locales de la asociación (Edificio Harrison, nº6, bajo). La obra ofrece una mirada singular al conflicto a través de sus restos materiales: trincheras, fortificaciones, campos de concentración y otros vestigios que aún habitan el paisaje vasco.

Rosa Valverde, Rosa Pajuelo y Manuel Pajuelo SAC
Imagen principal - Rosa Valverde, Rosa Pajuelo y Manuel Pajuelo

La actividad central será el domingo 18 de mayo a las 12.30 horas en el parque Zelaieta, donde se celebrará un homenaje con la participación de asociaciones, vecinos y familiares de víctimas. Uno de los momentos más significativos será la ofrenda floral a cargo de Rosa Pajuelo, encarcelada con solo 15 meses junto a su madre Rosa Velarde en la prisión de mujeres local y luego en Saturraran. Años después, murió exiliada. Su padre, Manuel Pajuelo, sigue desaparecido en una fosa común en Extremadura. El evento incluirá el canto de 'Gerra Zitala' por la Coral Zornoza, un aurresku del grupo Udabarri, la intervención de los txistularis Udazken, y concluirá con la interpretación colectiva del emblemático Txoriak-Txori.

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