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Una vecina observa el escaparate de juguetes, ubicada junto al casco viejo. J.G.L.

Adiós a una juguetería histórica

La tienda Urtxintxa del casco viejo de Durango bajará la persiana a finales de este mes tras casi 50 años debido al auge del comercio online y un mayor uso de las pantallas por parte de los más pequeños en lugar de juguetes tradicionales

Miércoles, 15 de octubre 2025, 17:53

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El auge de la competencia online y el cada vez mayor uso de las pantallas se ha llevado por delante a la juguetería Urtxintxa de Durango, ubicada en pleno casco viejo, junto al pórtico de Santa Maria. Cientos de durangueses han observado el amplio escaparate cada vez que pasaban por allí durante casi 50 años de existencia del establecimiento local y muchos de ellos compraban regalos para sus hijos y nietos.

Educar a través del juego. Fundado por la vecina de la villa, Esti Zurikarai -actual presidenta de la JAED, y traspasada hace casi una década a la residente en la localidad, Cristina Fernández, siempre tuvieron claro ambas la importancia de la creación libre. «El juguete es muy importante para el desarrollo humano y a través de él, conoce el mundo. Siempre hemos dado valor al material de madera y no tanto a los objetos de plástico y que van con pila», reconoce ésta última.

No obstante, en los últimos años, el consumo ha descendido debido al auge de Internet. «Los menores cada vez compran menos y se ha sustituido por la tecnología. Con lo que compra en la tienda, en cambio, el niño puede crear lo que quiera basándose en la imaginación y lo que a él le gusta, no es como un juguete de pilas que tú enchufas y el juguete hace ruidos y luces y colores«, resalta.

A lo largo de la historia, este negocio ha tenido una larga variedad de elementos para menores entre cero y doce años: piezas de silicona, juegos de ciencia (telescopio, metroscopio…), de madera, apilar formas sencillas y colores, números y letras, muchos puzles, juegos de mesa, manualidades...

«Queríamos fomentar la construcción e imaginación fomentando la destreza manual y aprendizaje. A pesar de que tenemos que cerrar, realizamos un balance muy positivo, siempre ha sido un referente la tienda para toda la zona y para el que quería juguete educativo. Los clientes muy fieles se han quedado muy apenados, al igual que los propios niños que se quedaban impresionados por las figuras de animales del escaparate y pedían para Olentzero y Reyes Magos», detalla Cristina.

«Hay menos niños en el mundo, ha bajado la natalidad y hay crisis económica, ya no se gasta tanto dinero como antes. También, influyó la pandemia y las costumbres han cambiado», se sincera emocionada.

Hasta finales de este mes, los vecinos podrán hacerse con los últimos objetos de la tienda, con 40% de descuento en muchos de ellos. Uno de ellos, es Manuel Oñate, que confesaba que le «daba pena» el cierre. «Me imagino que las grandes superficies les quitan ventas, he comprado para mis hijos y nietos a lo largo de toda mi vida, siempre apostando por los juegos didácticos», aseguraba. Otra de ellas, Julia Grande, tras salir de la tienda con un regalo, subrayó que le ha comprado siempre cosas a su hijo. «Ahora tiene 37 años y le he comprado cosas desde que era niño, poniendo en valor lo auténtico y la forma tan buena con la que te asesoraban», explicaba.

Mientras, Mari Carmen Barrainkua compró ayer mismo un juguete para encajar piezas, dirigido a su nieto de diez meses. «Les conozco de toda la vida, siempre he comprado juegos didácticos para mis hijos desde hace 40 años», manifestaba.

Además, la dependienta Idoia Jauregi reconoce que han venido muchos juegos libres de madera (en forma de arcoiris, puzzles). «También accesorios de muñeca, pero ha habido una evolución porque antes los clientes demandaban más juegos relacionados con la metodología Montessori y eso ha decaído un poco en los últimos años. Ahora, piden a partir de 6-7 hasta los 12 años todo relacionado con la ciencia, experimentación y robótica y construcciones en silicona«, detalla.

Haciendo balance, confiesa que en verano, los clientes demandaban bicicletas, patinetes y juegos de cartas didácticos en formato bolsillo para poder llevarlo a cualquier parte. «Cada vez hay menos niños, otras tiendas son más baratas y van a las grandes superficies, tras verlo en televisión», confesaba por último.

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