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La Diputación se plantea cubrir con un 'falso túnel' el puente de Rontegi para atenuar las molestiasEncarga un estudio para determinar la viabilidad de una obra que le reclaman los vecinos del entorno y el Ayuntamiento de Barakaldo
La Diputación ha encargado un estudio para determinar si resulta viable cubrir una parte del puente de Rontegi, la más cercana a una serie de ... viviendas en las que residen unas 140 familias que llevan meses quejándose del ruido que genera la carretera. Una situación que, denuncian, irá a más con las obras para reordenar los carriles de salida hacia Bilbao, Santander y Barakaldo que se han puesto en marcha recientemente. El pleno del propio Ayuntamiento de la localidad fabril había remitido recientemente una solicitud al Departamento foral de Infraestructuras para que analizara la situación y se planteara la posibilidad de crear un falso túnel.
El inicio de los trámites ha sido anunciado la mañana de este miércoles por Carlos Alzaga, diputado del ramo, durante el pleno que las Juntas Generales han celebrado en su sede de Avellaneda. EH Bildu le había puesto sobre la mesa la petición vecinal. «Quieren algo más que promesas o parches», le ha reclamado el apoderado Raúl Méndez. Alzaga ha respondido expresando su «empatía legal y moral» con los afectados por el ruido que generan los 175.000 vehículos que atraviesan diariamente Rontegi y desvelando que ya se ha encargado un estudio que determine si la cubrición es viable técnica y económicamente. El análisis incluirá además un mapa de ruido.
De momento, el plan no pasa de ser una mera declaración de intenciones. La Diputación reconoce que el estudio de viabilidad tardará «meses», si no años, en ser licitado y redactado. Y no será hasta ese momento cuando pueda saberse si la idea sería cubrir «100, 200 o 300» metros de la carretera que une el Bilbao Metropolitano con la Margen Derecha y Uribe Kosta. Se trata de uno de los puntos de la red viaria vizcaína con mayor densidad de tráfico. Tanta que el Gobierno foral etiene entra manos desde hace un lustro un proyecto para crear una alternativa que ayude a descongestionar la zona: el subfluvial que unirá la rotonda de Artaza, entre Getxo y Leioa, y Portugalete.
Como el subfluvial no estará culminado antes de la próxima década, el Departamento de Infraestructuras lleva años haciendo mejoras en el entorno de Rontegi que ayuden a mejorar la circulación. Primero se ejecutó el nudo de Cruces, después el de Kukularra y desde hace unos meses está en marcha el plan para actuar sobre el propio puente, en los carriles por los que se avanza desde Getxo hacia la metrópoli. Las obras para cambiar la distribución de los carriles que conectan el final del Puente de Rontegi con las desviaciones hacia Bilbao y San Sebastián, Cantabria y Barakaldo arrancaron en marzo. Costarán casi 12 millones y requerirán 21 meses de trabajospara que la ruta hacia la capital vizcaína y Santander gane un carril más -de los tres actuales pasará a tener cuatro-. Se hará a costa de la salida que lleva hacia el BEC, que pasará de dos carriles a tener uno solo.
La obra afectará exactamente a los 730 metros de calzada que van del punto kilométrico 9,650 al 8,920. Es la zona en la que la carretera, una vez se deja atrás el puente de Rontegi, inicia una ligera curva antes de que los vehículos se distribuyan entre las tres alternativas existentes ya citadas anteriormente. La calzada ya ha sido pintada de amarillo, primer aviso de que llegan meses de cambios e incomodidades para los conductores.
Mamparas más altas
La parte principal del proyecto afectará al ramal de salida hacia Barakaldo. Además de reducir a un carril de circulación la parte inicial del trazado -mantendrá los dos al alcercarse a la rotonda que reparte el tráfico hacia Ansio o el centro de la localidad-, está previsto instalar un voladizo de 185 metros que permitirá agregar a la zona un nuevo arcén de tres metros. Permitirá, además, instalar mamparas que atenuarán el ruido que padecen las viviendas más cercanas al vial. Una solución que desde el principio no agradó a los residentes de la zona. Primero, porque acerca más la carretera a sus ventanas. «Con las pantallas no se ataja este grave problema, que afecta a nuestra calidad de vida, porque el ruido seguirá estando, sobre todo en los pisos más altos, y la contaminación será la misma. Hay que buscar una solución definitiva», pidió en abril Iñaki Cabero, presidente de la asociación de vecinos de Rontegi. El colectivo ya expuso su situación en las Juntas Generales en 2022.
En mayo el Departamento de Infraestructuras realizó una primera modificación del proyecto de Rontegi. Apostó por elevar un metro, hasta los cuatro, las pantallas acústicas situadas en el margen de la carretera y dotarlas de una 'visera' de 50 centímetros de ancho para contener aún más el sonido del tráfico. Además, se apostaba por sustituir el asfalto por otro más silencioso, que reducirá entre tres y cinco decibelios la presión sonora que soporta la zona. No fue suficiente para el colectivo de vecinos. Pidieron ayuda al pleno de Barakaldo, que a finales de mayo aprobó una moción presentada por PNV, PSE, EH Bildu y Podemos en la que se apuesta por la cubrición de la zona.
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