La Diputación adquiere un edificio en Artxanda para abrir un «centro residencial»
Compra a una institución benéfica un inmueble en el que se ha acogido a enfermos y a gente sin recursos durante 57 años
La Diputación ha comprado a la institución benéfica Sagrado Corazón de Jesús un inmueble ubicado en las inmediaciones de Artxanda para transformarlo en un «centro ... residencial». Será gestionado por el Departamento de Acción Social y se integrará en la red foral de equipamientos que permiten «la atención y cuidados de las personas del territorio», según explicaron portavoces del Gobierno vizcaíno sin precisar el uso concreto que se le va a dar. La finca lleva 57 años acogiendo a personas enfermas y sin recursos, a los que han venido atendiendo principalmente religiosas y voluntarios.
La operación inmobiliaria fue autorizada por el Consejo de Gobierno de la Diputación en su reunión del pasado 21 de diciembre. Un millón de euros le va a costar a las arcas públicas el inmueble ubicado en la subida del Monte Avril, en las inmediaciones de las carreteras que conectan Bilbao con el alto de Santo Domingo y con el Hospital de Santa Marina. El área de Acción Social que lidera Amaia Antxustegi considera que el edificio es una «oportunidad estratégica» para ampliar sus recursos. Además del principal, con capacidad para alojar a unas 40 personas, en el área residencial existe una capilla y una zona de esparcimiento o aparcamiento.
La cifra
1 millón de euros
ha desembolsado el departamento foral de Acción Social por el inmueble.
La finca tiene una historia. La institución Sagrado Corazón de Jesús fue fundada en la capital vizcaína en 1947 y cuenta actualmente con sedes en Almería, Granada, Sevilla, Albacete y Cochabamba, en Bolivia. Su primera casa en Bilbao -ahora tiene dos, la segunda en Moyua- albergó a enfermos de tuberculosis en Ibarrekolanda. Al remitir el impacto de la enfermedad la orden optó por acoger a otros «abandonados», y el inmueble se le quedó pequeño. Lo cerró y optó entonces por construir el del Monte Avril para trasladar allí a todos los enfermos. Fue inaugurado en 1967.
Desde entonces, el inmueble de Artxanda ha estado funcionando ininterrumpidamente. Actualmente alberga a 13 personas que van a tener que ser trasladadas a otras viviendas de la orden religiosa «de forma ordenada para velar por su bienestar». Aunque en la casa de Monte Avril han declinado explicar las razones de la venta, la institución ha cerrado durante los últimos años sedes en otras ciudades de España, principalmente, por la falta de vocaciones. En principio, también debe encontrarse acomodo para los restos de dos de los fundadores del Sagrado Corazón de Jesús, que permanecen en la capilla desde hace décadas.
Una vez que sean vaciados todos los edificios, la finca de Monte Avril será sometida a una profunda reforma para «adecuarla» a las nuevas necesidades. Portavoces forales explican que será entonces, cuando los locales estén listos, cuando se anuncie qué va a hacerse con ellos. «Ahora es muy pronto para dar detalles específicos porque estamos en una fase previa del proceso», añaden las mismas fuentes.
Las claves
En monte Avril
Las instalaciones tienen capacidad para alojar a una cuarentena de personas
Debe reformarse
El Gobierno foral dice que «aún es pronto» para anunciar a qué se dedicará el nuevo centro
Abadiño y Sestao
Opciones no hay muchas. De las 155 residencias para mayores o dependientes que existen en Bizkaia, 18 son de titularidad foral. En Bilbao funcionan ahora mismo cuatro. En pleno proceso de transformación del modelo de cuidados para convertir los centros en «lo más parecido a una vivienda», la Diputación ejecuta obras de calado en Leioa y Elorrio y ha anunciado que va a construir dos nuevas infraestructuras durante los próximos años: una en Abadiño y otra en Sestao. Acción Social también gestiona directamente 24 de los 64 centros de día existentes, nueve en la capital vizcaína.
Según los últimos informes, el Gobierno foral también necesita ampliar su red de centros de acogida para menores extranjeros que llegan a Bizkaia sin referentes familiares. En noviembre se supo, en plena crisis migratoria por la oleada de cayucos que llegan a Canarias, que las 13 residencias o pisos de acogida existentes se encontraban al límite de su capacidad. Había capacidad para 287 chicos y chicas y se estaba dando alojamiento a más de 300. A las pocas semanas la Diputación activó una nueva residencia de 12 plazas en Ondarroa.
Artxanda es una zona en la que ya ha habido centros de acogida. Durante años funcionó el recurso de El Vivero, en el término municipal de Galdakao. Fue clausurado el pasado septiembre debido al deterioro que sufría el caserío. La Diputación apostaba por reformarlo y mantenerlo abierto, pero la falta de entendimiento con el Ayuntamiento galdakaotarra aceleró la clausura y el despido de los 19 educadores que trabajaban allí.
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