Boomer, el bebé que le cambió la vida a Phelps

Es el hombre del momento. Con 28 medallas, no hay nadie que le iguale. Insuperable. Michael Phelps se ha convertido un hito de la natación y el primer estadounidense en competir en cinco Juegos Olímpicos. Pero no siempre ha sido todo tan bonito. Pocos saben de su oscuro pasado, su relación con la bebida y cómo su hijo Boomer ha sido la brújula que ha enderezado su camino.

En Atenas 2004 sumó seis oros, ocho en Pekín y cuatro en Londres 2012, cuando ya estaba aburrido de su deporte, de vivir con la cabeza bajo el agua. Entonces lo dejó. Anunció su retirada. «Soy humano», soltó hace cuatro años tras la que parecía su última prueba. Quería vivir otra vida y no supo. Hace dos años Phelps fue detenido por conducir ebrio en Baltimore. En ese momento el astro olímpico sintió que había tocado fondo. «Necesitaba cambiar, volver a enfocar mis prioridades», reconoció en una entrevista.

Sintió que tenía que regresar, reconciliarse con la natación y consigo mismo y dar una despedida digna de sus triunfos. En este camino hacia la gloria personal, su hijo Boomer de tres meses ha sido la brújula que lo ha guiado. El pequeño, su esposa Nicole y su madre Deborah se han convertido en la mayor motivación del nadador y a ellos dedica todos sus triunfos.