Diacre convence a Francia

Si se busca su nombre en la web, la gran mayoría se refieren a su fichaje por el Clermont Foot el pasado verano. Porque su llegada supuso una revolución. Cuando el pasado año Claude Michy, presidente del club galo, anunció a la persona que reemplazaría en el banquillo a Régis Brouard, el fútbol francés en particular y el europeo en general giraron su mirada hacia esta modesta entidad de la Auvernia, que sobrevive a la sombra del Clermont de rugby, subcampeón en la Copa de Europa y del Top-14. Por vez primera, un club profesional apostaba por una mujer como entrenadora. La elegida, Corinne Diacre, toda una leyenda del fútbol femenino galo dispuesta a pasar a la historia tras asumir en aquel verano de 2014 la misión de dirigir al Clermont.

Ha pasado algo más de un año desde su llegada, y el boom mediático que causó su contratación quedó atrás a base de resultados. Porque Corinne Diacre tuvo el gran mérito de pasar de lo extraordinario a lo esperado, dirigir a un equipo de segunda división a su objetivo de la permanencia, con mano firme y buen trabajo. Cuando muchos vaticinaban que se vería superada por el reto de dirigir a una plantilla profesional masculina, la entrenadora nacida el 4 de agosto de 1974 en Croix colocó al Clermont en la decimosegunda plaza de la pasada temporada, mejorando los resultados de su predecesor, y esta campaña, la que en realidad la plantilla lleva su sello personal, el club de Auvernia ha ganado dos partidos y empatado otros dos, situándose en la tercera plaza tras cuatro jornadas y dejando claro ante Le Havre (0-1), uno de los clásicos de la categoría, que puede sorprender a cualquiera.

En realidad, Diacre no fue la elegida por el controvertido Claude Michy, que vio en la opción de contratar a una mujer para su banquillo una operación tan arriesgada como mediática. No falló en este segundo aspecto, porque cuando ofreció el puesto a la portuguesa Helena Costa, el foco del interés se giró hacia esta ciudad situada a una hora de Saint Etienne y Lyon. Pero su primera apuesta duró poco tiempo. La entrenadora formada en las categorías inferiores del Benfica alegó problemas con la directiva para hacer las maletas y volver a su país. Pero Michy no se arrugó ante ese fracaso y redobló su apuesta. Esta vez apuntó a una entrenadora sin apenas experiencia, que debía hacerse cargo de una plantilla profesional de hombres y ya confeccionada por otras personas.

Ahí comenzó Diacre a demostrar de qué pasta está hecha. Aceptó sin pestañear el órdago, aguantó el interés de algunos medios sensacionalistas dejando claras las pautas de comportamiento dentro del grupo, y comenzó a trabajar. El primer partido se saldó con derrota ante el Brest, pero su nombre ya estaba en la historia del fútbol. Hacía falta ahora que esa historia tuviera continuidad, porque no pocos en Francia auguraban un negro futuro al Clermont Foot esa temporada. La primera victoria tardó en llegar, pero poco a poco la exfutbolista gala fue formando un grupo a su medida, solidario y trabajador, que empezó a obtener resultados. Y pese a que la inexperiencia del equipo le llevó a perder muchos puntos en los minutos finales, el Clermont creció en la segunda vuelta hasta obtener una permanencia de lo más holgada.

Este verano, Diacre se ha involucrado a tope en la elaboración de la plantilla. De hecho, la formación del Gabriel Montpied fue una de las más madrugadoras a la hora de fichar y cerrar el grupo. Este año siento que he llegado en el momento adecuado. He podido buscar a los jugadores que quería, conozco a mi grupo, los jugadores me conocen y saben cómo trabajo. No hemos tenido que prepararnos con urgencias y eso es muy importante. Esa tranquilidad se traduce de momento en la tabla, donde esos ocho puntos suponen un buen empujón camino de la permanencia. Aunque Diacré no desea ser conformista. Y lo dejó claro en pretemporada. Este año queremos optar a la primera mitad de la clasificación. Un modesto liderado por una entrenadora ambiciosa y perfeccionista que se ha ganado la admiración de todo el fútbol galo.