Momento Bielsa
El rosarino se da un baño de masas con la afición del OM y afronta una compleja reconstrucción de su equipo tras sufrir seis importantes bajas
Igor Barcia
Miércoles, 15 de julio 2015, 01:26
Estaba la pretemporada francesa decaída, con pocas caras nuevas y algunas fugas importantes a competiciones extranjeras, hasta que llegó él. Marcelo Bielsa ya está de nuevo en Marsella, después de muchas especulaciones, rumores de marcha y la habitual incertidumbre que rodea al extécnico del Athletic cada verano. Pero el rosarino está convencido de afrontar su segunda temporada al frente del OM, después de superar el golpe que supuso quedar fuera de la Champions la pasada campaña, y su regreso ha encendido de nuevo a los hinchas marselleses, que ayer, para su felicidad, vivieron un momento Bielsa en toda su expresión.
Lo habitual durante el curso anterior es que el técnico programara sus sesiones a puerta cerrada, así que pocas opciones tenían los aficionados de aclamar a su equipo en el día a día. Pero con el regreso de Bielsa se repitió la situación que se vivió con su fichaje, es decir, cientos de seguidores agolpados en la puerta del centro de entrenamiento del OM para festejar la continuidad de Bielsa. Con lo que no contaban los 400 aficionados es con lo que les esperaba ayer tras el entreno. El argentino se acercó a ellos y durante 20 minutos les ofreció toda una sesión de fotos, selfies y autógrafos que les colmó de felicidad y que reafirmó la condición de ídolo que el exentrenador del Athletic tiene en la capital marsellesa.
El baño de masas fue su declaración de intenciones, de dejar claro que va a cumplir su segundo año en el Velodrome dispuesto a que esta vez, su OM se mantenga en la lucha por todas las competiciones hasta el final. El problema es que Bielsa tiene que hacer casi una plantilla nueva, después de que este verano hasta seis piezas fundamentales hayan hecho las maletas con destinos diferentes. Gignac, su goleador, se ha marchado al Tigres de México, Ayew al Swansea, Imbula al Oporto, Payet al West Ham, Morel al Lyon y Fanni al Al-Arabi. Así que estos días, el rosarino anda mareando al presidente Labrune con su lista de la compra, que empieza por perfiles de jugadores que desea contratar para puestos concretos y que llega finalmente a nombres propios, que veremos si esta vez el dirigente puede satisfacer.
Porque hay que recordar el monumental enfado de Bielsa la pasada campaña cuando criticó que el presidente no había contratado a los jugadores que él había pedido para reforzar al OM. Aunque de momento, Labrune parece que está sudando la gota gorda para llegar a las peticiones de su técnico, seguro que con el deseo de cumplir y no tener que vivir otro sofocón como aquel del pasado año. Hasta ahora, al OM han llegado NKoudou, del Nantes; Ocampos, del Monaco; Sarr, del Metz y Rekik, del City, pero este es el principio, porque Bielsa quiere reforzar su defensa y habría pensado en Facundo Roncaglia, de la Fiorentina, y Javier Manquillo, del Atlético. Además, suenan otros muchos nombres como N'Golo Kanté, del Caen, o el chileno Eduardo Vargas.
Sin duda, mucho trabajo el que tiene por delante Marcelo Bielsa para tener un conjunto de garantías cuando el 7 de agosto arranque el Championnat. Pero una cosa está clara. El apoyo de la afición lo tiene asegurado una temporada más. El espectáculo Bielsa está de nuevo en marcha.