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Jesús Hermida falleció en mayo del año pasado.

El sueño de Hermida

La Academia de Televisión está a punto de cumplir 20 años. Es la encargada de organizar los principales debates políticos y de entregar los premios a su gente

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Domingo, 12 de junio 2016, 00:27

Cuando trabajaba como corresponsal en Nueva York para TVE, Jesús Hermida miraba con envidia a la Television Academy de Estados Unidos, que ya se encargaba de mimar a la pequeña pantalla como hacían otras instituciones con el cine o las letras. Corrían los años 70 y en España solo existía una cadena, la pública, que controlaba el monopolio audiovisual. Dos décadas después, con el nacimiento de las autonómicas, de Antena 3 y Telecinco, el periodista onubense se propuso retomar aquel viejo sueño y fundar en España la Academia de Televisión. Ese momento llegó el 28 de enero de 1997, junto a rostros conocidos como Valerio Lazarov, Chicho Ibáñez Serrador, Antonio Mercero o Concha Velasco, entre otros. El organismo está a punto de cumplir 20 años y es el encargado de organizar los grandes debates electorales, como el que enfrentará mañana a los principales candidatos a La Moncloa (22.00 horas), de sacar lustre a la profesión y de entregar los premios más prestigiosos del medio, como los Iris o los Talento.

«Las personas que fundaron esta Academia son tesoros de la historia. Jesús Hermida infundió ese espíritu que había vivido cuando era corresponsal en Estados Unidos. Él conocía la autoridad que tenía allí la Academia, le encantaba el modelo de organización social y fue uno de los principales inspiradores», explica Francisco Moreno, portavoz, directivo del organismo y exdirector de Radio Televisión Canaria. Para él, la función de la Academia está clara: «Que la televisión sea algo más alabado que criticado».

Desde entonces ha tenido cuatro presidentes: el propio Jesús Hermida (199-98), el director Antonio Mercero (1998-2000), el actor Ignacio Salas (2000-06) y el periodista Manuel Campo Vidal, cuyo mandato expira en 2018.

Actualmente cuentan con más de 1.200 miembros que representan todos los oficios audiovisuales: presentadores, técnicos, actores, realizadores u operadores de cámara. La Academia se financia directamente con las cuotas de sus académicos, 30,05 euros al trimestre. Aunque debido a la crisis del sector, que ya se está recuperando gracias a la subida de la inversión publicitaria, se eximió de pagarla a los parados. Las ceremonias de entrega de premios, en cambio, se realizan gracias a los patrocinadores, mientras que para organizar los debates, como el de mañana o el cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez celebrado el pasado 14 de diciembre, cuenta con la ayuda de cien voluntarios y las aportaciones de las cadenas que emiten el evento, cuya cantidad varía en relación al share que consigan ese día.

Precisamente son los debates electorales los que más quebraderos de cabeza provocan a la Academia. Para empezar, el organismo solo se ofrece a organizarlos cuando las cadenas y los políticos no llegan a un acuerdo. Eso sucedió por primera vez en 2008, cuando debatieron Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero, entonces presidente. Hubo discusiones por el tamaño de las sillas, de la mesa y hasta por el color del plató.

«No te creas que la cosa ha cambiado mucho. Los asesores de los candidatos políticos se ponen tiquismiquis pensando en que cualquier elemento, aunque no sea principal, puede ser decisivo. No puedes poner un azul o un rojo, ni siquiera el logo de la Academia, que es naranja, porque alguien podría interpretar que estamos beneficiando a una u otra fuerza política. También se generan tensiones con los tiros de cámara, con las posiciones Toda esa leyenda que viene de aquel debate entre Kennnedy y Nixon de 1960 se mantiene», recuerda Moreno.

Enfrentamiento con Vasile

No siempre ha habido consenso en el seno de la Academia. Telecinco abandonó el organismo en 2008 por segunda vez, después de considerar que estaba poco representada en el reparto de los premios Talento. «Seguiremos caminos diferentes», dijo entonces Paolo Vasile, presidente de la cadena, que rechazó uno de sus galardones en 2014, en lo que era un intento de estrechar lazos. «Lo que tenemos que hacer es participar y defender nuestras posiciones en el seno de la Academia para que sea la voz de todos», responde Moreno al ser preguntado por este episodio.

Otro de los retos a los que se enfrentan Campo Vidal y los suyos es el cambio de la forma de consumir televisión a través de internet, como ya hace a diario el 25% de los españoles. «Ya empieza uno a pensar si esta debería ser la Academia de la Televisión o la Academia de las Actividades Audiovisuales. La televisión ya no es la reina de la creación audiovisual y la Academia tiene que estar siempre a la vanguardia», confiesa el portavoz.

¿Sería descabellado ver a un youtuber de académico?

En absoluto. La Academia está abierta a todos los que se dedican a la actividad audiovisual. Para ser académico solo hay que venir avalado por otros dos académicos y presentar un currículum. Ya hemos hecho académicos a personas que no están trabajando en televisión directamente, como Carlos Córdoba, que hace unos vídeos magníficos para webs.

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