«Europa debe mostrar su humanidad», dice la periodista de ETB ya libre tras ser detenida ayer en Macedonia

La enviada especial de Euskal Telebista (ETB) Ane Irazabal ya está en libertad tras ser detenida en la tarde de este lunes por la Policía de Macedonia cuando se encontraba cubriendo la crisis de los refugiados en Grecia. Según informó el ente público vasco en su página web, la periodista fue acusada de cruzar de modo ilegal la frontera entre los dos países mientras ejercía su labor informativa y fue trasladada a la comisaría de Gevgelija (Macedonia), cerca de Idomeni (Grecia).

Tras abonar una multa de unos 250 euros, Irazabal fue puesta en libertad pasada la medianoche para, según apuntó ETB, volver hoy al campo de refugiados de Idomeni. También ha quedado en libertad el informador Alberto Sicilia.

«Europa debe mostrar su humanidad»

«Nos han vetado la entrada en Macedonia durante seis meses por no entrar con visado. No entramos por la frontera oficial, pero nos acusaron de entrar en el país ilegalmente», ha denunciado la periodista en una entrevista en Radio Euskadi una vez liberada.

La enviada especial ha contado que la noche anterior se dio un panfleto a los refugiados informándoles de que al día siguiente cruzarían a Macedonia por la carretera utilizada por los traficantes. Este lunes por la mañana un grupo de unos 800 inmigrantes se reunieron para intentar cruzar la frontera, junto a ellos 72 periodistas y activistas, según ha concretado Irazabal.

«Una vez pasado el río no hay una valla, llegamos a una aldea de Macedonia, casi sin saberlo. Policías y los soldados macedonios aparecieron detuvieron a todos los periodistas y activistas», ha asegurado. La periodista ha remarcado que los soldados y policías estaban «visiblemente enfadados».

«Europa, sobre todo los encargados de gestionar la crisis de refugiados tendrían que venir más a Lesbos, Idomeni, Lampedusa o Catania para conocer más la situación», ha pedido Irazabal.

La periodista de EiTB ha denunciado que los refugiados están «cada vez más enfermos y enfadados». «Europa debe mostrar su humanidad, no estamos dando la talla», ha concluido.