¿Qué tiene San Sebastián que le gusta tanto a Springsteen?

La fecha está un pelín en el aire, aunque parece que será el domingo 15 de mayo (si no, el 17). En el 'Bokado', por si caso, ya le han guardado mesa y encargado la lubina. Siempre pide pescado... y una tarta de queso que hace que le lleven al hotel. Bruce Springsteen (Nueva Jersey, Estados Unidos, 1949) regresa a San Sebastián para alborozo de los donostiarras, que no le han nombrado hijo adoptivo como en Peralejos de las Truchas (Guadalajara) pero casi: «Es el eterno candidato al 'Tambor de Oro'».

Con ésta serán ya cuatro las veces que el 'Boss' visite la capital guipuzcoana: tocó en 2008 ante 40.000 personas y en 2012 ante otras tantas, y en 2009, antes de su concierto en Bilbao (también ha tocado en la capital vizcaína en 2007 y en 2011), se acercó a darse un baño en la playa de Ondarreta. Se metió al agua con la gorra y las gafas y cogió en brazos al pianista Roy Bittan cuando los fotógrafos le lanzaron sus educados flashes. Hubo una quinta vez, aquella que se hospedó en Biarritz porque estaba en obras el Hotel María Cristina, y aún así se escapó a pasear por las calles de Donosti. Cada vez que el 'Boss' llega con la familia (además de su mujer, ha traído a sus hijos, a su hermana, su sobrina y su madre) le hace una campaña de marketing gratis a la ciudad. No les vendrá mal ahora, después del polémico acto central de la inauguración, hace una semana, de la capitalidad de la Cultura Europea.

Italia y España compiten por el favor de Springsteen, 'Born in the USA' pero enamorado del carácter latino. Y aunque la disputa sigue abierta no se puede negar el 'affaire' que mantiene desde hace años con San Sebastián. Allí le espera cada vez que va (y si no, va a ella, a Barcelona, a Sevilla, a París, a Praga...) África Baeta. La presentadora del Teleberri de ETB es fan confesa de «Bruce» desde los 14: «La primera vez le vi en Barcelona, con 17 años, fue un concierto de cuatro horas. Él todavía no estaba casado con su mujer, por entonces andaban en pleno coqueteo».

Al margen de los evidentes encantos de la capital guipuzcoana dice Baeta que a Springsteen le ha conquistado la discrección de los guipuzcoanos. «La gente le trata con un respeto enorme. Puede ir a la playa, pasear... y no tiene miles de personas esperándole en el hotel». Baeta, de hecho, estaba sola. «Vino a tocar en 2008 y el día antes del concierto me acerqué al María Cristina con mi marido a tomar un café y a ver si, por casualidad, le veíamos. No había un alma en el hall y de repente apareció por la puerta de atrás, solo, venía de la playa. Me quedé tan paralizada que no pude hablar, así que mi marido le pidió que se hiciera una foto conmigo». Tiene la foto, y una anécdota aún mejor. «Mis tres hijos han crecido escuchando sus canciones y en un concierto en Sevilla llevé a mi hija mediana. Tocaba 'Dancing in the dark', esa canción con la que todas soñamos siempre que él nos sacaba a bailar, y de repente la cámara enfocó a mi hija. ¡Le sacó a bailar a ella! Fue precioso, cómo disfruté, más que si me hubiera elegido a mí».

Al concierto de mayo la presentadora de ETB irá con su hijo mayor, que ya ha cumplido 18 -«ya me ha dicho: '¡Vamos de cabeza!'»- y con el que se apunte. Baeta tiene la esperanza de que, al ser la gira de aniversario de The River (1980), toque el álbum completo. «Es mi favorito, junto con 'Born to run' (1975)».

¿El mejor concierto?

Los dos que dio en París seguidos, el 4 y el 5 de julio de 2012. Estuve en los dos.

Así de hinchas o casi son los 153 vecinos de Peralejos de las Truchas, un pueblito de Guadalajara a 177 kilómetros de la capital que en octubre de 2014 nombró hijo predilecto a Springsteen, hermanado con el municipio por casualidad... y por esa cercanía suya que le hace de carne y hueso en los conciertos. «En los años 80 ponían muchos LPs de Springsteen en el bar del pueblo y nos fuimos aficionando. Cada vez que viene a España van unos cuantos a verle y se ponen justo debajo del escenario. En un concierto en el Santiago Bernabeu estaban unos vecinos sujetando una pancarta con el nombre de Peralejo y las cámaras del estadio pillaron la imagen. Como somos un sitio muy turístico del Alto Tajo la gente empezó a corear 'Pedralejoooo, Pedralejoooo' y entonces él se agachó y preguntó: 'What's Pedralejo?', creía que se trataba de una reivindicación. Entonces decidimos nombrarle hijo predilecto», cuenta en conversación con este periódico Timoteo Madrid, alcalde socialista de este municipio, «el primero por donde pasa el Tajo», puntualiza. Con el nombramiento le hicieron un envío de una placa, cds con fotos del pueblo, camisetas... «No sabemos si lo ha recibido. El año pasado hablamos con su hija, porque vino a un concurso de hípica a Madrid, y nos dijo que le iba a preguntar. Este año intentaremos hablar con él otra vez».

Los peralejanos son dura competencia pero los encantos de San Sebastián, una vez descubiertos tras el concierto de hace ocho años, han 'hermanado' también de alguna forma al 'Jefe' con la ciudad. «Una vez vino porque tenía concierto en Francia y en otra ocasión tocaba en Madrid al día siguiente y prefirió dormir aquí la noche anterior y marchar a Madrid unas horas antes de la actuación. En San Sebastián hay poco pelma que le pare por la calle. En Madrid llega al hotel, se asoma a la ventana y tiene mil personas esperando un autógrafo», cuentan en el Restaurante 'Bokado', una visita obligada para un gourmet como el de Nueva Jersey. «Siempre se interesa por la gastronomía local».

Y por la gente: «Hace unos años trabajaba con nosotros una señora que era muy fan. Se lo contamos a él y tuvo el detalle de bajar hasta la cocina a presentarse. Ella estaba allí, fregando platos, y cuando le vio aparecer... Nunca he visto nada igual, es inexplicablemente cercano y detallista. En otra ocasión nos dejó unas entradas para el concierto». Y en el 'Bokado' han tenido la suerte de verle en el más estricto e íntimo directo. «Una vez apareció con la familia. Hicieron una pequeña fiesta en el restaurante y él acabó tocando la guitarra».

Eso lo vieron solo los trabajadores del 'Bokado, pero en la playa le vieron todos. Tumbado en la arena en camiseta de tirantes negra. O visitando el Aquarium, donde «alucinó» con los tiburones, acompañando a hacer surf a La Zurriola a sus hijos, comprando golosinas en Sagüés, tomando un patxarán en el Casco Viejo. Por cierto que en el bar del patxaran, el 'Morga', tuvo el detalle de «hacerles una dedicatoria en la pared», cuenta Mitxel Ezquiaga, periodista del Diario Vasco, que da fe de que esa campechanía que se le atribuye en las crónicas es real. «Una vez le hizo un dibujo a una niña, cuentan que en otra ocasión le echó no sé cuánto dinero a un músico callejero. Todos los años suena su nombre para el 'Tambor de Oro', tambien el de Woody Allen, tienen el mismo perfil. Es el cadidato perfecto pero en el Ayuntamiento dicen que al parecer no acepta este tipo de reconocimientos».

Lo que sí acepta de buena gana es cualquier propuesta culinaria y los homenajes gastronómicos no deben ser una leyenda urbana. En una ocasión se metió un plato de jamón, pimientos de Gernika, ensalada de bogavante y merluza en salsa verde, regado con txakoli y tinto. Otro día kokotxas, otro rodaballo... «Le gusta mucho el pescado», confirman en el 'Bokado'. Y algo tendrá la 'dieta' porque «físicamente está perfecto».

Tanto como para echar a correr detrás de un niño en el escenario. Le ocurrió en su última visita a San Sebastián, en junio de 2012, cuando subió a un crío a cantar 'Waiting on a sunny day' y el chaval echó a correr entre las piernas de los músicos. Springsteen salió como una bala detrás y acabó con él en brazos, cantando a duo y conquistando a la concurrencia, que aguantó estoica el aguacero que cayó aquella noche. A este paso, con el inverno aún por llegar, no sería raro que cayera un chaparrón antológico el 15 de mayo. 'El jefe' está preparado. Sus fans también.