La alerta naranja deja árboles caídos y rachas de viento de 117 kilómetros por hora en Bizkaia
El deporte escolar ha quedado suspendido y el aeropuerto se enfrenta a otra jornada complicada tras los 13 desvíos y cancelaciones de ayer
Sábado, 23 de noviembre 2024
El temporal de viento previsto para hoy está pasando por Bizkaia con mucha menor fuerza de la que se preveía. La alerta naranja por rachas ... de viento de más de 120 kilómetros por horas en zonas expuestas que activó el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco ha finalizado a las 15.00 horas. Y ha dejado un reguero de intervenciones, pero ninguna de gran importancia.
El fuerte vendaval de la borrasca 'Bert' registró su récord esta madrugada con una ráfaga de aire de 117 kilómetros por hora en la estación de Cabo Matxitxako. Además, en Oiz se rozaron los 100 (97,7). Ello ha obligado a que los servicios de emergencias tuvieran que trabajar más de lo normal, aunque sin enfrentarse a grandes daños materiales ni personales, por fortuna.
🟠 🟡🏴 #AlertaLaranja #AbisuHoria #haizea #Orain #Ahora
— Euskalmet (@Euskalmet) November 24, 2024
✅ Neurtutako haize-bolada batzuk (km/h)
✅ Algunas rachas registradas (km/h)
📌 Zarautz: 123
📌 Santa Clara: 102
📌 Alegria: 88
📌 Lasarte: 85
📌 Bidania: 82 pic.twitter.com/j1rTIQ7iJL
En Bilbao, durante la noche y hasta las siete de la mañana los Bomberos municipales atendieron 31 incidencias, pero todas ellas de poca importancia. Un pequeño desprendimiento en una fachada del colegio de Jesuítas Indautxu figura entre ellas, aunque, al parecer, sin ser «nada especialmente relevante», como el resto de incidencias de la jornada, según informa una portavoz del Ayuntamiento de Bilbao.
A lo largo de la mañana, en el resto de Bizkaia lo que se ha producido son sobre todo caídas de árboles. En concreto, hasta el mediodía los Bomberos de la Diputación hicieron 19 salidas a municipios como Getxo, Bilbao, Abanto, Dima, Elantxobe y Mendexa. Se encargaron de despejar calles y carreteras, pero no tuvieron que atender a nadie porque no hubo heridos. Asimismo, acudieron a Ispaster, Usansolo, Ortuella, Barakaldo, Basauri y Neguri para revisar fachadas o por algún desprendimiento. En Derio tuvieron que retirar un cartel por riesgo de caída a la vía pública.
Se trata de la segunda jornada de fuerte viento que se vive en el territorio tras la de ayer, en la que 13 vuelos con destino Bilbao tuvieron que desviarse a otros aeropuertos o anularse por las inclemencias meteorológicas. Su intensidad también obligó a la Diputación a suspender el deporte escolar durante la jornada de hoy.
La previsión para esta tarde es mejor, aunque no desaparecerá el viento. De hecho, sigue activo el aviso amarillo hasta las seis de la mañana del lunes, jornada en la que están previstas rachas de más de 100 kilómetros por hora en zonas expuestas. Asimismo, también hay aviso amarillo por riesgo de incendio y dificultades en la navegación.
Rachas de fuerte viento cruzado en #Bilbao. Frustradas y desvíos a aeropuerto alternativo. #SafetyFirst pic.twitter.com/94qlCqC5Bb
— 😉Controladores Aéreos 🇪🇸 (@controladores) November 23, 2024
AP-8 cortada en Gipuzkoa
El viento sí que está soplando con más fuerza en otros puntos de la comunidad, como es el caso de Gipuzkoa, donde está causando verdadera inquietud. Ayer se decidió suspender la maratón de San Sebastián y hoy se han registrado muchas incidencias hasta un total de 140 este mediodía. La más importante se ha registrado en Deba, donde la AP-78 ha sido cortada a las 8.30 horas por la caída de un árbol sobre la calzada.
No ha sido el único, por cierto. Otro árbol ha provocado el cierre de uno de los carriles de la N-I en Andoain dirección Donostia y el riesgo de cayeran unos tilos ha obligado a cerrar la misma carretera a la altura de Behobia. El viento también ha obligado a suspender el partido de la Real Sociedad femenina y el Real Madrid. Y la noria de Navidad de la capital ha tenido que ser detenida por precaución.
Secuencia del aterrizaje del vuelo de Air Europa procedente de Palma.
Manu Cecilio
Secuencia del aterrizaje del vuelo de Air Europa procedente de Palma.
Manu Cecilio
Secuencia del aterrizaje del vuelo de Air Europa procedente de Palma.
Manu Cecilio1 /
Ayer las fuertes rachas de viento sur ya obligaron a activar las alertas amarillas hasta medianoche. Las ráfagas superaron los 100 kilómetros por hora. Una de las infraestructuras más afectadas fue el aeropuerto de Bilbao. Al menos siete vuelos fueron desviados -cinco por la mañana y dos por la tarde- en el aeropuerto de Bilbao por culpa del viento. Otros cinco tuvieron que ser anulados o sufrieron una gran demora a consecuencia de las fuertes rachas de viento que azotaron Bizkaia.
Los aviones comenzaron a sufrir las consecuencias del fuerte aire a las 10.25 horas. El enlace de Vueling que llegaba de Sevilla fue el primero en verse afectado y tuvo que poner rumbo a Barcelona, donde la aerolínea tiene su sede central. Lo mismo le pasó a las aeronaves que habían despegado de Tenerife y Londres con destino Loiu. Otro desvío fue el de Estambul.
El aparato de Turkish Airlines se dirigió a Madrid, a donde también se marchó un Air Europa que había partido de Barajas pero que no pudo entrar en 'La Paloma'. Por la tarde tuvieron que ser desviados también los aviones procedentes de Gran Canaria y de Barcelona, y se informó de la cancelación de un vuelo procedente de Londres y de otro de Málaga.
«Ha sido la peor experiencia de mi vida»
El aeropuerto de La Paloma es uno de los que más sufre cuando el viento sopla fuerte. Y cuando los pilotos deciden aterrizar o intentarlo al menos, el pasaje lo pasa mal, sobre todo, las personas más sensibles. Este sábado, algunos de los que estaban en los vuelos afectados han pasado un mal trago durante las maniobras. «Ha sido la peor experiencia de mi vida, y eso que viajo en avión a menudo», confesaba un hombre nada más tocar tierra. No era el único. En otro vuelo que acabó desviado en Foronda, varios pasajeros pasaron miedo de verdad. «Hubo hasta chillidos», comentó otro afectado. Lo cierto es que normalmente estas maniobras, exitosas o no, no conllevaba riesgos, pero el bamboleo, los virajes y las turbulencias sí causan gran nerviosismo entre el pasaje, algo a lo que los pilotos ya están acostumbrados.
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