«Si vienen con maletas no son peregrinos»

«Cubrir el camino significa esfuerzo, andar por tramos naturales y el que de verdad se lo plantea, ni se le pasa por la cabeza acudir con una maleta de ruedas que se utilizan para viajar en transportes, y no para andar», añaden.

Por ese motivo respaldan sin apenas dudarlo, la decisión adoptada por las asociaciones de amigos de hasta cinco comunidades autónomas por la que transcurre la ruta francesa de no dar prioridad a esas personas que las catalogan como 'turistas'.

A su juicio, existen otro tipo de alojamientos que cubren las necesidades de esa clase de viajeros. «Es que en caso contrario, se pierde la esencia del Camino, del verdadero significado de peregrinar, algo único y muy especial que hay que sentir», recalcan.

Para estos dos apasionados del Camino de Santiago, se trata de una ruta con siglos de historia que no puede perder su esencia. «La decisión de prohibir las maletas es un intento de mantener esa distinción clara, no somos destinos de turismo barato, sino espacios donde acogemos a personas que necesitan descanso y recuperar fuerzas para seguir caminando», manifiestan.

A buena parte de los que descansan en el albergue de los Carmelitas de Markina, ni se les había pasado por la cabeza la posibilidad de andar tirando de una maleta. Es el caso de Shopie Dubois, una peregrina francesa de Pau que camina con su hija. «Ni se nos ocurrió», reconoció. «En casi todos los albergues disponen de taquillas y no hay mayores problemas», añadió.

«De hecho, si viniesen con equipaje no tendríamos ni espacio», matizan los Morales ante la avalancha de peregrinos que han iniciado la ruta en la segunda quincena de julio.

«Muchos llegan tras los Sanfermines», explican. «Aunque ya estamos a rebosar y en agosto también esperamos a mucha gente, hasta ahora ha sido bastante tranquilo, incluso algo menos que en años anteriores», indican. A lo largo de 2022, el albergue markinarra sumó la entrada de 6.238 peregrinos.

Hasta el momento, en lo que va de temporada, la mayor parte de los que se han hospedado cuentan entre 21 y 50 años. «Estamos preparados para ampliar con dos colchones más la capacidad de medio centenar de plazas con las que contamos en la actualidad», adelantaron.

«En caso de que la avalancha de personas sea muy elevada, tendremos que pedir que nos abran la cancha del polideportivo como ha sucedido en otras ocasiones», explican.

«También les facilitamos las direcciones de algunos alojamientos privado que están muy bien de precio y si aún no es tarde les animamos a seguir hasta la Colegiata de Zenarruza porque el de Gernika continua sin abrir».

Entre las nacionalidades con las que han convivido figuran franceses, italianos y holandeses, además de alemanes, japoneses, australianos y norteamericanos.