Alcaldes de Costa

«Toca redefinir objetivos y garantizar servicios esenciales para la ciudadanía»

EL CORREO reúne a los regidores de Gernika, Lekeitio, Bermeo y Ondarroa para debatir sobre los retos que afrontan por la pandemia

Julen Ensunza | Mirari Artime

Miércoles, 30 de septiembre 2020

Preocupación y compromiso. Son las dos palabras que mejor definen el sentir de los alcaldes de las cuatro localidades más pobladas de Busturialdea y Lea ... Artibai ante las «imprevisibles» consecuencias de una pandemia que «nos ha demostrado que las administraciones tenemos mucho que mejorar para que, de darse otra una situación así, no nos pille de nuevo en fuera de juego», reconocen. ELCORREO ha reunido a los máximos mandatarios de Gernika, Bermeo, Ondarroa y Lekeitio, José Mari Gorroño, Aritz Abaroa, Zunbeltz Bedialauneta y Koldo Goitia, para hacer balance de las medidas adoptadas ante la crisis sanitaria y conocer cuáles son las líneas de actuación en lo que resta de una legislatura que prevén «muy complicada», pero en la que «nuestro compromiso y dedicación es mayor si cabe para sacar esto adelante», recalca Abaroa.

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Durante el encuentro la marcha del verano acaparó parte de la distendida charla tanto por tratarse de localidades costeras varias de ellas como por las 'no fiestas', en las que en el caso de Gernika, pese a las medidas de control, se registró un brote de Covid-19. «Cada municipio tiene sus problemas dependiendo del tipo de playa, pero lo cierto es que a los ayuntamientos nos ha supuesto un importante coste añadido porque hemos tenido que contratar personal para cubrir todas las necesidades que han surgido en este nuevo contexto y quizá la Diputación sí tenía que haber aumentado los servicios», criticó el primer edil lekeitiarra.

Koldo Goitia defendió, además, que el cierre de la localidad turística el Día de Gansos como medida de prevención tras ver lo acontecido en la vecina Gernika, «fue una decisión adecuada porque no ha habido contagios, aunque entiendo que a los propietarios de segunda residencia no les hizo gracia», zanjó. En este sentido, su homólogo de la villa foral, José Mari Gorroño, reconoció que «fuimos un poco el banco de pruebas». «Establecimos un riguroso plan de contingencia con la Policía Municipal y la Ertzaintza, además de suspender todos los actos, pero hubo algunos factores como la resolución judicial que permitió ampliar el horario de cierre de los bares fijado por el Gobierno vasco y también cierto grado de relajación social después de la primera oleada que no ayudaron», desgranó Gorroño.

«Lo sucedido en Gernika nos sirvió de aviso, de toque de atención, pero hay que tener claro que no todo está en manos de las instituciones, la sociedad también debe colaborar como ha ocurrido en líneas generales», señaló el alcalde de Bermeo, Aritz Abaroa. Los botellones han sido otro de los quebraderos de cabeza para la Udaltzaingoa y Policía autónoma con el fin de evitar la transmisión del Covid-19, aunque «se ha constatado que en términos absolutos no ha habido un repunte de casos respecto a ejercicios anteriores», detallaron.

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Y, tras una temporada estival con algunas luces y muchas sombras, el horizonte a corto y medio plazo se presenta también lleno de nubarrones para las administraciones locales, sobre todo desde el punto de vista económico. Los ingresos procedentes del plan foral Udalkutxa «se reducirán considerablemente y a ello hay que sumar una menor recaudación de tasas e impuestos, la devolución correspondiente por las exenciones acordadas durante el confinamiento, así como un notable incremento de necesidades en apartados como Bienestar Social» que hacen que las arcas municipales estén cada vez más vacías.

De hecho, «sólo en agosto hemos gastado lo mismo que lo que destinamos a ayudas de emergencia en todo 2019», detalló el primer edil lekeitiarra. Y es que, entre otras cosas, la pandemia ha hecho que «afloren también las consecuencias, por ejemplo, de la economía sumergida, como la ausencia de subsidio de desempleo para las personas que desempeñan esos trabajos», así como también la «necesidad de alimentos para niños de familias desfavorecidas que con el cierre de los comedores escolares no tenían acceso a su única comida del día», reconocieron los regidores. La presencia de los colectivos de voluntarios, «que ya existían y se han visto reforzados ante las demandas de ayuda por parte de colectivos como el de las personas mayores, ha sido fundamental», recalco el alcalde ondarrutarra.

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Cambios profundos

Este nuevo escenario de estrechez presupuestaria «nos obliga a desarrollar una economía doméstica en la que no cabe otra que redefinir y priorizar objetivos siempre con la mirada puesta en garantizar servicios esenciales a la ciudadanía. Los grandes proyectos quedan en segundo plano a la espera de tiempos mejores o se readecúan a la situación», sentencian. A los cuatro mandatarios de Busturialdea y Lea Artibai también les trae de cabeza la reactivación económica porque «la pandemia son dos enfermedades en una».

Son conscientes de que los problemas de sectores como la hostelería o el comercio «no se solucionan con ayudas puntuales». «Requieren un plan conjunto interinstitucional. Pero, sobre todo, «lo que hace falta es recuperar la normalidad lo antes posible porque esto es una cadena y si falla una de las piezas la cosa no funciona. Si no sale una vacuna, la gente sigue en ERTE en las empresas o los autónomos no tienen trabajo, no hay consumo. El problema es que no sabemos cuánto se prolongará esta situación y las consecuencias son imprevisibles. La interrogante es muy grande», lamenta Gorroño.

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En consonancia con este asunto coinciden también en la idea de que la pandemia «nos está europeizando y las relaciones sociales se están enfriando». «Cambios como el teletrabajo, que ha venido para quedarse, son evidentes, pero la profundidad de otros dependerá de la duración del problema. Cuestiones como la consulta telefónica para temas de salud son un aspecto negativo que ha acarreado el Covid, al igual que el incremento de las compras por internet, que están destrozando el comercio», recalca Gorroño.

Hablan los alcaldes

  1. Bermeo

«Se prevé una legislatura complicada, pero nuestro compromiso y dedicación es mayor, si cabe, para sacar esto adelante»

Aritz Abaroa - PNV

La pandemia afectará de lleno a la línea de flotación del Ayuntamiento de Bermeo, que también verá mermados de manera notable sus recursos económicos. Entre los planes que de momento quedarán en el cajón a la espera de que amaine el temporal se encuentra la adquisición de terrenos para un nuevo aparcamiento, mientras que la mejora del campo de fútbol se adecuará a los nuevos tiempos. «Es más importante que nunca repasar y actualizar las prioridades marcadas hace unos meses», reconoce el alcalde de la villa marinera.

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«Todos estamos adaptándonos a esta situación; familias, empresas, instituciones y asociaciones, y hay que decir que atrás han quedado las previsiones y planificaciones que teníamos», recalca. Aunque mantiene su compromiso de seguir adelante con las promesas realizadas y las propuestas recibidas por parte de la ciudadanía «en la medida de las posibilidades», insiste en que hay que primar las necesidades que han salido a la luz a consecuencia del Covid-19 en familias, comercios, hosteleros y autónomos, así como en centros escolares y servicios municipales. «Es un reto, hay que darles respuesta».

  1. Gernika

«El problema es que no sabemos cuánto durará esta situación y las consecuencias son imprevisibles»

JOsé Mari Gorroño - PNV

Al primer edil de la villa foral, la incidencia del Covid-19 en las cuentas municipales «le quita el sueño». José Mari Gorroño reconoce que «se nos ha roto la planificación, tenemos menos ingresos y más gastos, además de tener que hacer frente a los imprevistos generados por el coronavirus como la devolución de cuotas por el polideportivo, el lanzamientos de bonos de compra o el refuerzo de los servicios sociales». Por ese motivo, confiesa que «por mucha ilusión que tengamos a la hora de ejecutar nuevos proyectos algunos se van a tener que quedar sin hacer».

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Entre los planes que se convertirán en realidad destaca la reforma y rehabilitación del mercado municipal. «Después de varios intentos fallidos, hemos podido adjudicar los trabajos con una partida que ya teníamos guardada», detalló. Para Gorroño, se trata de «una iniciativa estratégica no sólo por lo que la plaza representa y genera en la propia localidad, sino también en toda su área de influencia, tanto de Busturialdea como de Lea Artibai». Otra de las propuestas que se encarrilarán a lo largo de los próximos dos ejercicios será la de la adecuación de la nueva biblioteca en el Pasealeku.

  1. Lekeitio

Koldo Goitia - PNV

Para el alcalde de Lekeitio, Koldo Goitia, los presupuestos municipales del año que viene marcarán el inicio de una nueva etapa muy compleja. «Hasta ahora hemos cubierto las necesidades planteadas por la pandemia con los 'ahorros' que teníamos, pero para el próximo ejercicio dispondremos de menos ingresos, tanto desde Udalkutxa como vía impuestos, por lo que las inversiones se verán afectadas de lleno», reconoce el regidor de la villa turística.

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Entre los proyectos que se ralentizarán figura el de la renovación del campo de fútbol de Larrotegi, cuya licitación paró en seco el Consistorio por el estado de alarma. «Los servicios básicos están garantizados, pero habrá que estudiar muy detalladamente si es posible impulsar proyectos como la urbanización de Basoaldea o incluso la reforma del campo de fútbol que estaba previsto ejecutar por fases y que probablemente será necesario ampliar los plazos», indica Goitia. El máximo responsable municipal también confiesa sentirse muy preocupado por el futuro más inmediato del pequeño comercio y la hostelería, dos sectores claves de su economía. «Tenemos que ayudar a que el invierno no sea muy duro».

  1. Ondarroa

Zunbeltz Bedialauneta - EH Bildu

La crisis sanitaria ha agravado aún más el delicado estado económico de las arcas municipales de Ondarroa, que arrastra la deuda contraída para pagar las obras del desmonte de la ladera en el barrio de Kamiñalde. El descenso de la aportación de Udalkutxa sumado a los gastos generados por la pandemia obligarán al Consistorio a abandonar planes como la gasificación de la barriada de Txori Erreka y el asfaltado de la zona conocida como el 'Valle de los caídos'.

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«Las partidas reservadas para fiestas servirán para ejecutar otras actuaciones», señala el alcalde la villa costera, Zunbeltz Bedialauneta. Entre las iniciativas previstas figuran impulsar el nuevo Plan General de Ordenación Urgana (PGOU), consolidar la peatonalización del casco viejo y paliar el déficit de aparcamientos con la búsqueda de nuevas alternativas viables. No obstante, «la prioridad es el área social, atender las necesidades de la ciudadanía, de las personas mayores, del ámbito escolar y sanitario, de las pequeñas y medianas empresas, y del comercio local y hostelería porque entre todos saldremos de ésta, con el trabajo conjunto de toda la sociedad», indica el primer edil.

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