El primer bonito del verano bate un nuevo récord: 350,60 euros el kilo

«En cuanto repongamos los víveres salimos de nuevo a la mar. Tenemos que aprovechar la calidad, cantidad y el tamaño del bonito que hemos visto al este de las Azores, a unas 180 millas», asegura desde el otro lado del teléfono Enrique Zabaleta, el patrón del 'Goienkale' de Bermeo nada más terminar la comercialización de las primeras piezas de la temporada que ha batido un nuevo récord en la rula de Avilés. El ansiado botín alcanzó un precio de 350,60 euros el kilo. El año pasado se pagó 330,60 y en 2018 a 330,20.

«Ha merecido la pena, sin duda», recalca exultante tras cerrar la subasta de la primera tina, más de cien kilos, que ha comenzado a las seis y media de la mañana y se ha cerrado en poco más de media hora. Una cadena de supermercados (Alimerka) ha sido de nuevo la compradora de la primera caja que donará a cocinas solidarias. En total, ha adquirido 9,9 toneladas de bonito, casi la mitad de las 18 que han llenado las bodegas del 'Goienkale' bermeano junto a los asturianos 'Esmeralda Tercero' y 'Berriz Amatxo'. Estos buques participan en cuadrilla en su periplo por el Atlántico en busca del rey del verano.

El pesquero de la villa marinera partió a primeros de mayo y, tras cuatro días de navegación hacia las islas portuguesas, localizó su objetivo. «Nunca antes habíamos visto un pescado tan grande y de tanta calidad, son unas piezas increíbles, espectaculares», asegura Zabaleta avalado por una trayectoria de más de tres décadas inmerso en el mundo de la mar. «Después del esfuerzo, esos precios son como una recompensa a un duro trabajo», recalca satisfecho.

Aunque hacer predicciones en la mar «es imposible, la impresión que hemos tenido es que ese bonito que hemos localizado no es el que va a entrar al Cantábrico porque esas piezas se dirigen hacia el norte», indica. El resto de los precios medios establecidos en la subasta de hoy han quedado en 15 euros para las piezas de más de siete kilos, en diez euros el llamado recortado, entre cuatro y siete kilos, mientras que los de cuatro se han vendido a cinco euros.

«Vamos a por la segunda tanda. Tenemos que aprovechar otra marea que se prolongará por más de veinte días», recalca Zabaleta. La incertidumbre la marca de nuevo el Covid-19 y su influencia en los precios. «No hay dos costeras iguales, pero este año está marcada por el coronavirus, no sabemos cómo va a evolucionar, cómo nos va a cotizar el pescado», se ha lamentado.

La cuota para esta campaña es similar a la del ejercicio pasado, alrededor de 16.620 toneladas, que a lo largo de julio y agosto, principalmente, llegarán a los puertos vizcaínos de Bermeo y Ondarroa, así como a los guipuzcoanos de Getaria y Hondarribia. El precio medio en lonja se situó el año pasado en torno a los 3,5 euros el kilo y las capturas estuvieron bastante repartidas entre los barcos que faenan en la modalidad de cebo vivo y los que lo hacen en cacea.