La población de Ondarroa cae un año más y baja hasta los 8.246 vecinos

Aunque las proyecciones de los estadistas anunciaban que la llegada de extranjeros permitiría frenar el descenso de habitantes en buena parte del territorio, la localidad costera que cuenta con uno de los principales puertos pesqueros del Cantábrico no consigue amainar su tormenta demográfica.

Actualmente, cuenta con 8.246 ciudadanos empadronados frente a los 11.177 que llegó a alcanzar en su máximo histórico de 1986, en plena época dorada de la actividad económica derivada de la flota de altura al fresco. A partir de ahí, de manera paralela a la reducción del número de buques, el descenso de habitantes ha sido imparable.

La única excepción se produjo en 2019 debido a la llegada de nuevos vecinos (126) que decidieron establecerse en el municipio. Buena parte de ellos, (58) procedían de África, en concreto, uno de cada cuatro eran de Senegal. Les siguieron los de Nicaragua, Honduras y México. El número de personas nacidas en otros países suma hoy en día 811.

El retrato del municipio permite comprobar como ha cambiado revela además que la edad media de su gente se sitúa en torno a los 47,51 año, frente a los 46 de hace un lustro. Asimismo, junto con el resto de los enclaves de la cuenca del Artibai, entre los que destacan Markina, Berriatua y Etxebarria, se sitúa a la cabeza de la tasa de envejecimiento del territorio con un 24,8%.

Por encima, se encuentran Elantxobe y Sukarrieta donde los mayores de 65 años superan ya el 30%. En todos ellos, el crecimiento vegetativo es negativo, es decir, número de defunciones superan al de los nacimientos.

Aunque de manera menos acusada, Lekeitio y Markina también se suman a la lista de pueblos que han variado su población. La villa turística cuenta en estos momentos con 7.178 vecinos, 139 menos que los que llegó a tener en plena pandemia, mientras que en la localidad de la 'Uni' de la pelota viven 5.042, tras superar los 4.000 hace tres años. Salvo en este municipio, las mujeres, con una edad media de 50 años, son mayoría.

Las localidades más grandes del resto de la costa tratan de mantener su estatus a duras penas. Así, Bermeo se mantiene como el municipio más poblado de Busturialdea. Los últimos datos del Ayuntamiento indican que cuenta con 17.161 habitantes, mientras que en Gernika, según el Eustat, se registran 16.610 empadronados.

En ambos casos el número de fallecidos es mayor que el de nacimientos. En el resto de la comarca, buena parte de sus vecinos vive en pequeños pueblos que tratan de retener a los más jóvenes con medidas como ayudas al alquiler de pisos. En todo Urdaibai, las mujeres de entre 20 y 64 años son mayoría frente a los hombres.

Por nacionalidades, en la villa foral el mayor colectivo de extranjeros proceden de Europa del Este (1.089), seguidos por Sudamericanos (260), mientras que de los países del Magreb superan el centenar. En la localidad marinera, por su parte, los ciudadanos de Rumanía y Bulgaria rebasan el medio millar, similar al que alcanzan los de Marruecos y del resto de África.