La flota de anzuelo cierra la peor costera del verdel de los últimos años en Bizkaia
Para los arrantzales la sobrepoblación del cimarrón y su voracidad con la caballa les ha impedido sacar adelante una campaña vital, que han definido como «un desastre»
Mirari Artime
Miércoles, 3 de mayo 2023, 17:14
«Un desastre». De esa manera, definen los arrantzales de la flota de anzuelo de Bizkaia la costera del verdel. De hecho, la escasez de capturas ha obligado a las embarcaciones que operan en los puertos de Bermeo, Lekeitio y Ondarroa, así como en Armintza-Plentzia y Santurtzi, a dar por finalizada una de sus principales campañas. La situación también se ha repetido en el resto de la cornisa cantábrica.
«En algunos casos, han optado por cambiar de especie y en otros por comenzar los preparativos para salir en cuanto se pueda a por el bonito del norte», señalan desde la federación de Cofradías del territorio.
Aunque los pescadores no se atreven a confirmar a ciencia cierta los motivos por los que no han logrado cubrir los cupos, que oscilan entre los 14 y 16 mil kilos diarios por hombre según el tamaño de los barcos, apuntan en una sola dirección; la sobrepoblación del atún rojo, más conocido entre los marineros como cimarrón.
«Su voracidad afecta de lleno a los bancos de caballa, que huyen de ellos, los asusta y a nosotros nos cuesta capturarlo», indican patrones del muelle de Bermeo donde operan con anzuelo una veintena de unidades que a lo largo de esta temporada han descargado 1,5 millones de kilos. «Por si fuera poco, nos rompe los aparejos, por lo que el daño es doble», añaden.
El pasado mes de marzo, los apresamientos de grandes ejemplares de atún rojo por marineros franceses y su posterior comercialización en la lonja de Pasaia ya provocaron un profundo malestar en la flota vasca por tratarse de descargas fuera de su temporada habitual de verano.
«Nos imaginamos que su aparición fuera de la época en la que le toca es porque va detrás del verdel, uno de sus principales alimentos, pero es una situación que se produce desde hace tres años aquí, antes no era lo habitual y sería bueno saber las razones», recalcaron. Además, «este tipo de flota de arrastre pelágico actúa prácticamente sin ningún tipo de control, afectando de lleno a la especie», critican.
Anchoa generosa
De hecho, para los arrantzales los bancos de pesca que se acercan a la costa están menguando por el interés sobre esta especie de flotas industriales que operan al oeste de Irlanda. «Ahora los capturan sin piedad», reiteran.
La cotización media del verdel de anzuelo tampoco ha sido demasiado elevada al situarse entre 1,10 y 1,80 euros el kilo. «Si la costera del bonito no es buena, este año nos costará salir a flote», adelantan.
En el otro lado de la moneda, se sitúa la flota de cerco que vive una situación completamente diferente con grandes apresamientos, primero de verdel y después de anchoa. De hecho, el bocarte está siendo generoso y tan sólo en una sola jornada el muelle ondarrés ha comercializado 150 toneladas de esta especie descargada por una treintena de unidades del Cantábrico.
