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Iratxe Astui
Bermeo
Viernes, 16 de mayo 2025
bermeo. Bermeo desplegó ayer las redes de su popular Feria del Pescado, la más importante en su género de Euskadi, que un año más convirtió ... el parque de la Lamera en un animado mercado marinero con una treintena de puestos rebosantes de conservas, productos frescos y catas para todos los paladares. Durante la jornada, cientos de visitantes recorrieron los expositores en busca de sabores tradicionales y novedades gourmet, en un ambiente festivo que olía a salitre y también a txakoli y hojaldre marinero.
«No solo es una feria de latas de pescado y listo. Me gusta venir porque está llena de tentaciones», aseguraba la bilbaína Lucía Aurtenetxe, mientras degustaba un trozo de empanada elaborada con bonito. Los visitantes más madrugadores se afanaban en buscar el mostrador de su conservera de confianza, aunque sin renunciar a las novedades.
En el escaparate de la Feria del Pescado, que en su trigésima primera edición también cuenta con el patrocinio de EL CORREO, se exhibían mejillones, mousse de verdel al curry, caviar de erizo de mar, 'tunakitos' a la barbacoa o al curry y atún en aceite de oliva virgen extra ecológico. Tampoco faltan los crustáceos de uñas afiladas y profundo sabor a mar «marca Euskadi», que promocionan en la furgoneta 'Rue del Percebe'.
«Tenemos dos tipos de clientes: el que viene a por latas para llenar la despensa de casa y el que se deja sorprender por las novedades en el mostrador, acompañado de un txakoli», apuntaba ayer Aritza Bilbao, de la conservera bermeana Serrats. «Esta es la feria de nuestra casa, donde nos sentimos más queridos y la que mejor refleja nuestra identidad», declaró.
Los precios de las conservas son tan variados como los productos y van desde los 1,80 euros por una pequeña lata de bonito de 50 gramos, hasta los 35 euros que alcanza una pandereta de 1,2 kilos, pensada para el consumo familiar o festivo. «Hemos caído en esta feria un poco de casualidad, así que nos hemos hecho con un bote de bonito cada uno para probarlo sobre el terreno, con un vino», señalaron Alexis, Gustavo y Fernando, tres amigos llegados a Euskadi desde Uruguay, que se pasearon por la feria acompañados de José, su guía.
Además de conservas, la Arrain Azoka de Bermeo ofrece otros guiños al universo marinero, como las gildas y anchoas bajas en sal de la casa Urdaibaiko Kontserbak, muy apreciadas por quienes buscan cuidar la dieta. A unos metros, el puesto de Kostako llama también la atención con su propuesta de camisetas, bolsos y alpargatas decoradas con iconografía vasca de inspiración marítima y rural.
La Feria de Pescado de Bermeo dedicó ayer su «más emotivo» premio 'Hegaluze' «a todas las mujeres que de una u otra manera han desempeñado puestos ligados a la mar, la investigación marina y la náutica». «Las bermeanas siempre hemos sido trabajadoras, emprendedoras, de mirada amplia; la inmensidad del mar siempre nos ha dado la fuerza para seguir adelante», subrayó en el acto de entrega de la distinción, la alcaldesa de Bermeo, Nadia Nemeh.
El programa de la cita gastronómica propone para hoy y mañana catas para aprender a distinguir diferentes especies de túnidos, clases de cocina para niños y simulacros de venta de pescado en la antigua cofradía. El recinto acoge asimismo una barra donde se puede degustar marmitako y atún a la brasa, cuyos beneficios se destinarán a financiar tratamientos a familias con hijos que padecen enfermedades raras.
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