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La tradición vasca deja claro que lo que queda debajo de una teja tiene dueño y Bermeo ha tirado un año más de ese simbólico rito para refrendar su posesión sobre Izaro, en el marco de su popular fiesta de la Magdalena.
«Honaino heltzen ... dira Bermeoko itxoginak!» (Hasta aquí llegan las goteras de Bermeo) ha gritado este mediodía a los cuatro vientos la alcaldesa de la villa marinera, Nadia Nemeh (EH Bildu), frente al islote. La primera edil bermeotarra ha cumplido con la tradición de lanzar la teja al mar como marca el protocolo del ceremonial: con la embarcación oficial 'Hegaluze' en situación paralela a Izaro, por su lado exterior, y con la proa dirigida a Elantxobe. Nemeh se acomodó como pudo en el costado de babor del barco, levantó la pieza de barro por encima de su cabeza y la arrojó con fuerza al mar, tras pronunciar la obligada frase en euskera. El sonido de las bocinas del resto de barcos, los irrintzis y los vítores han completado un año más el ritual festivo de las Madalenas.
La teja que ahora reposa en las profundidades de Izaro llevaba impresa la imagen de la escultura 'Izaro', que preside el Parlamento vasco y es obra del artista bermeano Néstor Basterretxea. «Se la hemos dedicado a nuestro hijo predilecto, del que este año celebramos el centenario de su nacimiento», recordó Nemeh.
«Somos de Bermeo, pero al margen de la tirada de la teja, desconocíamos el resto de detalles que conlleva reafirmar la titularidad de la isla», apuntó, por su parte, asombrada una joven del grupo de 18 bermeanos, que este año han salido afortunados en el sorteo para embarcar en el 'Hegaluze', codo con codo con los miembros de la corporación y personalidades invitadas a la fiesta.
Las personas requeridas, entre los que figuraba también el patrón, se afanaron en mantener el equilibrio en cubierta para proceder a firmar el acta que da fe del acto de la teja. «Estos documentos se conservan bajo la custodia del secretario o secretaria de turno del ayuntamiento y cada cinco años son encuadernadas, aplicándoseles el mismo régimen jurídico a las que están sujetas las actas de gobierno de la corporación», explicaron fuentes municipales.
Tras cumplir con la fórmula, la comitiva ha puesto rumbo a Elantxobe donde el alcalde de la localidad, Patxi Egurrola (EH Bildu), le cederá por un día su makila a la mandataria bermeana. La singladura por mar y la arribada de las embarcaciones, así como el desembarco por tierra de las cientos de personas que se espera que lleguen con ansias de celebrar las populares Madalenas, en el pequeño puerto vizcaíno, estará controlado por un operativo de seguridad formado por un centenar de efectivos de Cruz Roja, Ertzaintza, Guardia Civil, DYA, Protección Civil y Policía municipal.
A pesar de la coincidencia de la celebración en lunes, el ambiente en Elantxobe se espera que crezca a medida que avancen las horas y hasta que las últimas luces del día anuncien la retirada al puerto de origen de las Madalenas. No obstante, de vuelta a Bermeo, la comitiva hará escala en Mundaka, en señal de cortesía.
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