La Diputación radiografía el estado del puente de hierro de Ondarroa y sopesa su reparación

La Diputación ejecuta estos días un profundo chequeo al puente de hierro de Ondarroa para conocer al detalle sus problemas estructurales. En concreto, técnicos del departamento de Patrimonio se centran en la realización de un estudio topográfico para definir sus dimensiones, ubicación y accesos, además de recoger los datos necesarios para elaborar un diagnóstico exacto de su estado de conservación.

«Están recopilando toda la información posible, pero de momento, no se ha dado ningún paso más. No hay nada decidido, ni que se va a arreglar ni lo contrario, ni partida presupuestaria ni plazos para su posible reparación», adelantaron desde la Administración foral. El paso peatonal que conecta las dos orillas de la ría Artibai, en el centro del municipio, permanece cerrado desde el pasado mes de agosto cuando se detectó que se había desplazado varios centímetros.

Catalogado por los historiadores como un caso único en España y uno de los pocos de su tipología que aún se conservan en Europa, la pasarela giratoria fue declarada Bien Cultural con la categoría de Monumento por el Gobierno vasco en 2008. Un año más tarde, fue objeto de varias intervenciones de mejora entre las que se incluyeron la sustitución de las tablas de madera del suelo por otras nuevas recubiertas de material antideslizante, que según expertos de Patrimonio, «solo han servido para lavar la cara».

Juntas Generales

Además de la reposición de la barandilla, también se suprimió el sistema eléctrico que activaba el mecanismo de giro, que en la actualidad está completamente anulado tras las urbanizaciones llevadas a cabo en los dos lados de la pasarela. Su delicada situación salió a la luz a raíz de un estudio solicitado por el propio Ayuntamiento para poder abrirlo con motivo de unas jornadas de patrimonio organizadas por la Diputación.

El informe foral alertó del estado de ruina en el que se encuentra a consecuencia de la oxidación y agravada por el nulo mantenimiento debido a la falta de entendimiento entre las dos administraciones sobre su titularidad. El estudio advertía que «resulta absolutamente imprescindible, en un plazo medio, proceder a la consolidación de la estructura porque de otra manera acabará en situación de ruina completa por muy nueva y lustrosa que resulte su tablero».

Inaugurado el 1 de mayo de 1927, con la denominación Pasarela de Alfonso XIII, durante décadas cumplió el objetivo de conjugar el acceso a la playa de Arrigorri con la navegación en el puerto interior. Cuando el paso de un barco lo requería, una persona se encargaba de activar el sistema para permitir la operación en solo dos minutos. El debate sobre el puente de hierro llegó a las Juntas Generales que instaron a la Diputación a alcanzar los acuerdos necesarios con el Consistorio ondarrés para actuar con urgencia.