La constructora pide un acuerdo que haga «viable» el plan tras la subida de costes

La constructora alavesa, propiedad desde hace dos años del Grupo Urbas, asegura que los costes se han disparado desde febrero de 2022, coincidiendo con la invasión de Ucrania. «Desde las previsiones iniciales hasta ahora estamos sufriendo una escalada de precios sin precedentes y extraordinaria a causa de motivos por todos conocidos», señalan. «Durante todos estos meses –subraya una portavoz– hemos continuado al ritmo previsto en todas nuestras obras a pesar de las fuertes subidas del acero, el hormigón y la mano de obra, asumiendo el 100% de todos los incrementos».

Respecto a la Torre Anboto, afirma Urrutia que «hemos estado reportando esta situación a la cooperativa, con quien además se entablaron negociaciones para ver la forma de dar la viabilidad a la ejecución del proyecto». A su juicio, «todo ello evidencia y confirma nuestra voluntad firme de continuar con los trabajos, pero con la confianza de encontrar rápido un acuerdo». La constructora evita referirse al tipo de contrato suscrito con los promotores de la quinta torre de Garellano. Fuentes de la cooperativa insisten que el pacto fue de llave en mano, lo que excluye cualquier revisión de precio.

El problema de los sobrecostes «realmente es una situación generalizada en el sector constructor», apuntan desde Urrutia. «En el caso de clientes privados la solución pasa por negociaciones individualizadas con cada cliente, no así en los contratos de obra pública en los que existe un decreto» que obliga a elevar los presupuestos.