Cierra el 'Lobster': adiós a la langosta en Ledesma
El restaurante regentado por los dueños del cercano 'El Puertito' baja la persiana por «falta de rentabilidad»
LUIS GÓMEZ
Sábado, 24 de noviembre 2018, 00:25
La crisis no hace distingos de ningún tipo. Ni siquiera en Ledesma, la zona de copas más 'cool' de Bilbao. Con una oferta hostelera que ... llena todos los días la parte alta de la calle, se ha cobrado su primera víctima con el cierre de Lobster, un bar restaurante que se ganó en muy poco tiempo una gran fama gracias a sus platos de zamburiñas, carpaccio de carabineros, langostas cocinadas en dos tiempos, pescados al horno y, sobre todo, su popular 'roll' de bogavante, que llegaba a la mesa acompañado de una pequeña ensalada y patatas.
La carta era de chuparse los dedos. El local, regentado por los mismo dueños del cercano El Puertito, recuperó el brillo de negocios muy populares en los setenta: las marisquerías, que cotizaban últimamente a la baja. La fórmula funcionó a pedir de boca y trabajó a pleno rendimiento. Encontrar mesa se convirtió en una tarea imposible, sobre todo entre los amantes de las cenas rápidas, especialidad de la casa.
Pero el negocio comenzó a torcerse hace meses. Gabriele Morreale, chef siciliano, reconoce que «desde fuera todo se ve de manera diferente y muy bonito». Asume que arrancaron de «forma impresionante» por la excelente respuesta del público, pero que poco a poco fue decayendo. Y así es como ha sido.
De la noche a la mañana, el Lobster (langosta en inglés) sorprendió a los transeúntes que transitan a diario por esta arteria con las puertas cerradas. Sin previo aviso, un cartel anunció su clausura hace unas semanas. Llamó la atención porque ahora mismo pocas áreas de Bilbao -algunos tramos de Heros, Henao, Diputación y Colón de Larreátegui, además de, por supuesto, la plaza Nueva en el Casco Viejo- pueden competir con Ledesma. La pujanza de restaurantes como el Bilbao Berria, propiedad de la familia Lasa, y bares especializados en vermús, tragos largos y tapeo fino como el mismo El Puertito, Promenade y la Taberna Magnum han transformado Ledesma en el lugar donde ver y dejarse ver. Hay batalla, tanto a la mañana como a la noche, por encontrar mesas libres en las terrazas, que están abiertas todo el año.
«Pizzas 'gourmet'»
La enorme cantidad de clientes que frecuentan estos locales supuso un importante reclamo para el restaurante de las puertas azules. Morreale asegura que la aceptación del público siempre ha sido grande, pero que la «falta de rentabilidad» ha sido crucial en el devenir del local. Justifica la medida por la carestía de los productos empleados en una cocina que ha cuidado «en todo momento la alta calidad. A todo esto hay que sumar el coste del personal. Eran muchos gastos. Desde fuera todo se ve muy bien, pero hay que estar dentro para ver realmente cómo se cocinan las cosas», esgrime el cocinero italiano.
Tras casi dos años y medio de actividad, Ledesma se resiste a perder atractivo ante una clientela a la que mima con establecimientos de diseño. El Lobster cierra pero pronto dará paso a Fratelli. El nuevo negocio se apunta a la moda de las pizzerías, que viven otra edad de oro en la capital vizcaína. Morreale asegura que no será una pizzería al uso, ya que trabajará de forma completamente artesanal, al estilo de cómo se elaboran en «el sur de Italia. Serán pizzas 'gourmet'», dice.
Aunque el tiempo puede que se les eche encima, los promotores trabajan a toda marcha para intentar abrir la primera semana de diciembre, coincidiendo con el puente de la Inmaculada y la Constitución. «A ver si llegamos», desea Morreale.
La clave
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Razones del cierre. A pesar de una buena respuesta del público, le han afectado gastos como la «carestía» del producto.
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