Los cazadores se plantan y dicen que no harán más batidas

Desde el colectivo censuran que la institución todavía no ha elaborado la orden foral que regula las condiciones en las que pueden actuar. «A esta fecha se desconoce qué tenemos que pagar y dónde se puede desarrollar la actividad. Nos quieren cobrar unas tasas abusivas», lamentan.

El jueves mantuvieron una reunión con la diputada de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Amaia Antxustegi, pero no se alcanzó un acuerdo. La próxima semana las cuadrillas celebrarán una asamblea para decidir qué pasos siguen a partir de ahora. No descartan movilizaciones.

Ante las quejas del colectivo por quién debería pagar la franquicia por los daños a los ganaderos y agricultores, el pasado 16 de junio el ente foral remitió un documento en el que, de cara a acercar posturas, anunciaba que el próximo año los asumirá la institución pública. Según aclaran desde la Diputación, durante los últimos años se sufragaban a través de unas cuotas que anualmente abonaba la Federación Territorial Vizcaína de Caza. «Hasta el 2019 se contrató por la Federación un seguro para la cobertura de daños, sustituyéndose esa fórmula por la de un fondo de compensación».

Además, en la nueva adjudicación de manchas de caza tampoco se tendrá en cuenta el abono de las cuotas por desperfectos en el campo por parte de las cuadrillas. A partir de ahora el único criterio será que el colectivo sea o no vizcaíno, dando prioridad a los primeros, señala el documento que remitió la Diputación, al que ha tenido acceso EL CORREO. Por último, se ha comprometido a hacer llegar a los afectados el borrador de la orden foral antes de su aprobación definitiva. «Cabe indicar que se prevé aprobarla para las próximas fechas, en el plazo en el que se ha producido en ejercicios anteriores, es decir, a principios de julio», precisaron fuentes forales.