Así ha cambiado la comisaría de la Ertzaintza de Bilbao en sus 30 años
La más importante ·
La comisaría de la Ertzaintza en Bilbao celebra tres décadas de su despliegue en 1994. Es el «buque insignia» del cuerpo, con 29.000 delitos conocidos, la mitad de toda Bizkaia y un cuarto de los de EuskadiUgarteko (antiguo caserío tradicional vasco) es el nombre en clave de la comisaría de la Ertzaintza en Bilbao que utilizan los agentes cuando se comunican ... desde la patrulla con su base. Y no un mando concreto como, por error, se le atribuyó durante la instrucción del 'caso Cabacas'. «¡Francia 1 para Ugarteko!», escucha el 'irrati' (operador de radio) cuando los ertzainas de una furgoneta necesitan consultar algún dato.
La Ertzainetxea bilbaína, ubicada en Ibarrekolanda, Ugarteko, acaba de cumplir 30 años. Exactamente, abrió sus puertas en el turno de noche del 24 de octubre de 1994, lo que significaba el despliegue en la capital vizcaína de la Policía autonómica, que nació en 1982 con la Unidad de Tráfico. 80 de los 600 agentes destinados en Bilbao participaron en aquel 'briefing', sólo había dos mujeres. Begoña Dorronsoro era una de ellas. Amagoia Garay tomó el relevo a la mañana siguiente. El primer nagusi, Mitxel Bengoa, les estaba esperando en el 'patio' de la sede policial. «Teníamos un poco de susto», reconocen estas veteranas de la séptima promoción, que están a punto de jubilarse de manera anticipada.
Entonces, Bilbao «era gris, frío y triste» y se vivían «tiempos convulsos». Hoy se ha convertido en una ciudad turística y organizadora de eventos, como el Tour, grandes finales o los premios MTV. La delincuencia ha cambiado. Desde las detenciones de 'boleros' en el llamado 'supermercado de la droga' de San Francisco de entonces. «Venían desde Francia o Bélgica a comprar heroína porque estaba más barata», recuerdan. A la ciberdelincuencia, que se ha convertido en el gran desafío de la investigación policial porque ya representa «un 20% de los delitos». Pero en la red, no hay comisarías. «Nosotros podemos controlar lo que está en la calle», asume el actual nagusi, Kike Sánchez, que lleva en Bilbao desde el 19 de septiembre de 2022, «aprendiendo todos los días».
«Bilbao es el buque insignia de la Ertzaintza, un barco escuela, el mejor lugar para aprender», compara. Es la comisaría más importante de Euskadi. En el último año ha registrado 29.027 delitos, lo que representa casi la mitad, un 48%, de todos los que se cometen en Bizkaia, y más de un cuarto - el 26%- de toda Euskadi. Cubre una población de 346.000 habitantes, aunque «de lunes a viernes hay 150.000 más», aclara el nagusi, por que entre semana transitan por la villa la friolera de más de medio millón de personas.
Las reacciones
Nagusi
Kike Sánchez
«El ambiente proactivo de trabajo que se respira aquí no lo he tenido en ningún otro lado, en parte por la cifra elevada de incidencias»
Agentes que abrieron la comisaría
Bego Dorronsoro y Amagoia Garay
«Lo peor han sido los atentados a compañeros. Txema era de nuestra promoción. Una gran persona y muy querido»
Ertzaina 30º promoción
Ibon Cantero
«Las tablets agilizan el trabajo en la calle. Cuando vas a identificar a alguien, con la huella dactilar puedes saber quién y decidir cómo actuar»
Del cuello Mao al buzo
Las «aglomeraciones» atraen a los delincuentes y los hurtos, especialmente de móviles, se convierten en los ilícitos penales más comunes. El 70% de la delincuencia corresponde a delitos contra el patrimonio, la mitad por robos al descuido. «Los que generan más alarma social son los robos de móviles, que en el último año han descendido más de un 1%», confirma. La mayoría de las detenciones que practican se deben a requisitorias judiciales y muchas de ellas son por violencia de género o doméstica.
Los medios materiales también han cambiado mucho. De la camisa azul de cuello Mao con pantalón de pinzas (en la academia las mujeres llevaban falda y leotardos rojos), han pasado al buzo y traje ignífugos (por los cócteles molotov) de color azul marino. De la 'olivetti' para redactar los atestados con típex a mano, han evolucionado al ordenador y a las tablets. Desde el pasado 18 de septiembre, cuentan con dos de estos nuevos dispositivos electrónicos, que han «agilizado» el trabajo policial en la calle. Los utilizaron, por ejemplo, en el último crimen perpetrado en Bilbao, el de Yanely Gonzales, a manos presuntamente de su pareja el pasado septiembre. «Hicimos la necroreseña a la víctima sin necesidad de mover el cadáver», apuntan. Ibon Cantero lleva un año destinado en Bilbao. Se licenció en la 30º promoción. «Las usamos en las identificaciones, con un lector de huella dactilar. Si el individuo está fichado, te 'canta' el nombre, si es reincidente y cuál ha sido su último delito... Y así puedes actuar de manera más eficiente», explica.
«Lo peor» de estos años para todos han sido los atentados, en especial de compañeros. Recuerdan con lágrimas en los ojos a Txema Aguirre, asesinado por ETA en el Guggenheim hace 27 años. «Era de nuestra promoción y también 'encartado' como nosotras. Una gran persona y muy querido», recuerdan emocionadas Bea y Amagoia, que mantienen relación con su mujer y su hijos. El terrorismo marcó aquella época. Tenían que mirar debajo del coche, colgar el uniforme a secar dentro de casa y no podían confesar que eran ertzainas. Una bomba al paso de una furgoneta llena de agentes por Zamakola falló, otra estalló junto a El Corte Inglés pero no dejó víctimas, y una más, oculta en una pancarta en el parque de Etxebarria, hirió a dos ertzainas, a uno le dejó sordo y al otro, con secuelas psicológicas.
También todos coinciden en que «lo mejor son los compañeros». «A quien le gusta el trabajo policial, pide venir a Bilbao», dice Sánchez. «El ambiente proactivo que se respira aquí no lo he tenido en ningún otro lado, en parte por la cifra elevada de incidencias». Amagoia y Bea cuentan a compañeros entre sus «amigos íntimos». E Ibon ha comprobado en la calle que cuando una patrulla está en apuros, «acuden todos en tromba a ayudar». «Prefiero gente cabal, empática y que se emociona a cualquier Madelman», mantiene el jefe de la comisaría.
Grupo antidroga pionero
Bilbao ha sido una comisaría «pionera». Fueron los primeros en crear un grupo antidroga, con Hermelo Molero, el jefe, a la cabeza, y también grupos de investigación de delitos sexuales y homicidios -que resolvieron los casos de Virginia Acebes o los asesinatos de guardias civiles, entre otros- también de atracos, fugados y violencia de género. Ugarteko cuenta también con el 'dispositivo Palanca' de vigilancia permanente en el barrio de San Francisco.
La coordinación con la Policía Municipal de Bilbao ha ido mejorando con los años, desde aquel primer protocolo que se firmó en 1994 para repartirse los delitos. Hoy en día, organizan continuos dispositivos conjuntos para Navidad, Santo Tomás o Aste Nagusia. Y comparten datos para poder disponer de una fotografía delincuencial más exacta de la ciudad. «En Bilbao ocurre de todo», sonríen, y normalmente antes que en otros sitios. El nagusi y los agentes esperan con ganas la llegada de las cámaras unipersonales. «Serán una garantía judicial para nosotros y tienen efecto disuasorio. Cuando saben que les vas a grabar, normalmente baja el suflé», argumenta.
Desde hace unos años se han convertido en un centro de detención. Además de los arrestados en la capital, también acogen a los que se realizan en Erandio, la comisaría de Ibaizabal, Laudio, Getxo, Leoia y los que practican algunas policías municipales y la unidad territorial. Cuentan con 15 calabozos y uno para menores, con cámaras que graban dentro las 24 horas. «Antes tenías que abrir el ventanuco cada 20 minutos. Ahora les ves por el monitor».
Están en los 20 peores minutos de la vida de mucha gente y por eso suelen recibir cartas de agradecimiento. Amagoia recuerda la de un joven detenido por desórdenes públicos, que le agradecía el trato humano recibido. También atienden muchas llamadas de «gente que está sola». «Sólo quieren que les escuches un rato».
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