El buitre se recupera y el halcón y el alimoche resisten
Radiografía ·
La Diputación vigila la evolución de una veintena de joyas de la naturaleza. Algunas, como el mochuelo, están en declive y el visón, en peligro críticoLa transformación del paisaje que ha sufrido Bizkaia en las últimas décadas ha destruido el hábitat y la fuente de alimento de muchas especies. Los ... chalés o carreteras ocupan antiguas campiñas y brezales, masas de frondosas autóctonas dieron paso a edificios y a plantaciones madereras y los tendidos de alta tensión crearon cicatrices mortíferas para las aves. Aun así, muchas joyas de la naturaleza logran sobrevivir a base de esfuerzos institucionales concretados en planes de gestión, que ponen coto a obras en periodos críticos o a parques eólicos, y de los cuidados de la guardería forestal. El biólogo Iñigo Zuberogoitia, uno de los expertos a los que la Diputación confía el seguimiento anual de algunas de las especies vulnerables que atesora el territorio en una suerte de radiografía de la fauna imprescindible para su conservación, lleva tres décadas vigilando a las rapaces en las paredes y cortados que convierten en santuarios.



Botas de monte, prismáticos o telescopio en mano, observa sus nidos hasta desde un kilómetro de distancia durante la época de reproducción. Zuberogoitia sigue a los buitres leonados y alimoches desde hace 25 años. Los primeros están prosperando tras años de trabajo. «Hasta los ochenta no había, se habían extinguido, los mataron. Aparecieron poco a poco, primero en el Mugarra, y ahora hay colonias en Urkiola, Sierra Salvada y Las Encartaciones», relata. Allí recortan el horizonte en círculos y planean sobre las corrientes de aire que calienta el sol con sus alas como planchas. Aunque los grandes paredones están «en Ramales, Oriñón o Liendo».
159 parejas
de buitres leonados iniciaron el año pasado su reproducción en Bizkaia, el pico más alto de la serie desde que empezara su seguimiento. La especie estaba extinguida hasta los ochenta, cuando regresó al monte Mugarra. Ahora se recupera poco a poco. Habita en Urkiola, Sierra Salvada y Las Encartaciones.
En el 2008 fueron 95 las parejas que iniciaron la reproducción. En los años siguientes la población experimentó un estancamiento porque la crisis de las vacas locas hizo que se retiraran los cadáveres de ganado del campo. Pero los carroñeros han vuelto a crecer, alcanzando el año pasado las 159 parejas. Y eso que las lluvias llevaron a que se perdieran muchos huevos y pollos.



El alimoche, la rapaz más amenazada de Europa, «se mantiene estable» pese al peligroso retroceso que sufre. Es el buitre más pequeño de los cuatro que se conservan y está muy afectado por los cebos envenenados, los pesticidas, las molestias en las zonas de cría y los tendidos eléctricos. Esta joya de la naturaleza se alimenta de carroña e incluso excrementos y puede llegar a vivir hasta 30 años porque es extremadamente cauto e inteligente. Los ejemplares cruzan cada año El Estrecho para pasar el invierno en el Sahel y regresar a las zonas de cría, donde suelen ocupar los mismos nidos, elaborados con palos, lana y restos en cavidades y repisas de las paredes de roca.
En el dormidero de Carranza, donde los jóvenes llegados incluso de Francia buscan pareja, se observaron hasta 84 individuos el 15 de junio del año pasado. De las 21 parejas residentes en el territorio, 19 pusieron huevos – ambos miembros los incuban durante 42 días–, pero las tormentas de primavera y verano hicieron que solo prosperaran 12 pollos. Fue un desastre también para la descendencia de los halcones peregrinos, cuyo programa de seguimiento, que cumple 29 años, es el más antiguo de España. Se calcula que existen 40 parejas – frente a las 47 de 2005– pero solo 23 pudieron sacar adelante algún pollo. «Las poblaciones de halcón peregrino se han desplomado en nuestro entorno por culpa de la gripe aviar, que también está afectando a multitud de aves marinas. Pero por ahora no ha llegado a nuestros halcones», relata Zuberogoitia.
La nutria, avistada en el Cadagua hace unos años, está ya presente en todos los ríos de Bizkaia
El gato montés, en peligro en el sur, habita en el territorio, pero ya se han detectado híbridos
Se han eliminado ya prácticamente todos los visones americanos para que regrese el europeo
El mochuelo europeo, mientras, sufre un desplome muy alarmante. Habitaba en Urdaibai, Orduña, la Margen Izquierda, Uribe Kosta–la mayor concentración se hallaba entre Punta Galea y Barrika– y municipios del Gran Bilbao. El año pasado se revisaron 280 puntos que habían albergado ejemplares y solo se detectaron estas aves en 94. Se ha constatado su desaparición tanto de Orduña como del área del Gran Bilbao y una fuerte regresión en Urdaibai, donde sólo quedan tres núcleos.
Las Encartaciones, reservorio
«En general, las aves de medios abiertos, también la lechuza, sufren un declive muy serio», advierte el experto. Y por varias causas. Por ejemplo, ahora se siega todo el año, pero antes las lombrices, escarabajos y mariposas que les sirven de alimento proliferaban en los prados hasta que se cortaba la hierba. Por otro, productos como la ivermectina, un antiparasitario de amplio espectro, se mantiene en las heces del ganado, que son ingeridas por escarabajos y otros coprófagos, produciendo el envenenamiento secundario de sus depredadores. Lo mismo sucede con los raticidas.

Zuberogoitia también sigue a los carnívoros desde 1996. El visón europeo, la joya de la corona de la fauna vizcaína, «está en la UCI». Su situación es de peligro crítico de extinción en España. La población se estima en 142 ejemplares en Euskadi, Castilla y León y Navarra. Para garantizar su confort se elimina la plaga de visones americanos que roban su nicho ecológico y les transmiten enfermedades. El año pasado se capturaron dos ejemplares «resistentes», uno en Urdaibai y otro en Arratia, detectados tiempo atrás en las cámaras de foto trampeo. «Los ríos están prácticamente limpios», pero hay que esperar a la que los programas de reintroducción den sus frutos.
La nutria, mientras, se ha recuperado y ya está presente en todos los ríos de Bizkaia. La marta, extinguida también porque la cazaban por su piel, está haciendo lo propio excepto en Uribe Kosta y Urdaibai. La garduña está de capa caída. El turón, que se hibrida con el hurón en el resto de España, sobrevive en Bizkaia aunque sus poblaciones son escasas, a excepción de Las Encartaciones, una suerte de reservorio de la biodiversidad en el territorio. La comadreja también ha ido decayendo. Bizkaia también cuenta con poblaciones de tejón y de gineta. Otra gran joya que conservamos pero que se extingue en el sur de España es el gato montés, con una presencia estable en Las Encartaciones, Gorbea y Urkiola. Es un pequeño tigre salvaje que puede pesar hasta 12 kilos y vivir 15 años. Pero está en grave peligro porque se mezcla con gatos domésticos o asilvestrados, debido a la fragmentación de los montes y campos.
Los cachorros de estos apareamientos son, además, fértiles. Eso supone un gran problema para la pureza de la especie. En enero, los empleados de Basalan localizaron un ejemplar híbrido atropellado.
La casa de murciélagos en extinción y galápagos en riesgo
La Diputación también realiza un seguimiento de los refugios de murciélagos, todos protegidos. Hay 36 habitados por una quincena de especies, entre ellas el murciélago de herradura mediterráneo, en peligro de extinción, y otras vulnerables o de interés especial, como el murciélago de la cueva, el de herradura grande, el pequeño de herradura o el ratonero pardo. Bizkaia también monitoriza las poblaciones de galápagos leprosos y europeos, estrictamente protegidas por el convenio de Berna, realizando radioseguimiento de ejemplares e incluso traslocándolos. El año pasado se realizaron 23 capturas de galápago europeo, – la mayoría del humedal de Bolue, de Laukariz y de las cuencas de Ibaizabal e Urdaibai– y 90 de galápago leproso–mayoritariamente de la población de Bolue, del Butrón y de la laguna de Orueta –y 198 extracciones de ejemplares exóticos. Además, se monitoriza a la rana ágil, un anfibio muy escaso –en Bizkaia solo hay en Orduña– calificado como vulnerable, con largas patas que le permiten saltar hasta dos metros. También se estudiaron 15 aves montanas. Solo 6 presentan una evolución favorable. El pardillo común, la tarabilla europea y el acentor común fueron los más frecuentes y el bisbita alpino, la alondra común y en menor medida el escribano cerillo, además de la alondra totovía y la curruca rabilarga, presentaron una buena evolución. Pero el bisbita arbóreo y el colirrojo tizón redujeron sus poblaciones. Además, se calcula que hay al menos 3.000 especies de insectos. Hasta ahora se han documentado 2.450 en Bizkaia. Hay 797 especies de escarabajos, 532 de mariposas, 301 de dípteros, 286 de hemípteros y 271 de himenópteros, un grupo que comprende a las abejas, abejorros, avispas y hormigas. El año pasado se localizaron cinco especies clasificadas en la Lista Roja europea como «casi amenazadas».
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