La Diputación llama a la calma y dice que las medidas del Ministerio de confinar a las aves de corral son «excesivas»

En Euskadi, la prohibición de criar aves en libertad afectaba desde el lunes a seis municipios alaveses por su proximidad a zonas de riesgo de contagios por ejemplares silvestres, como son los humedales. Desde este jueves, se aplica a todas las explotaciones a excepción de aquellas que puedan evitar de forma efectiva la entrada de aves silvestres a través de lonas u otros dispositivos. La medida se toma pese a que en el conjunto del País Vasco no se han registrado contagios en animales de cría, según ha confirmado la diputada de Medio Natural y Agricultura de Bizkaia, Arantza Atutxa. Sin embargo, en el mes de agosto se identificaron tres focos en gaviotas en la costa vizcaína, lo que obligó a sacrificar a 17 aves cautivas e imponer restricciones a los productores de las localidades cercanas.

Atutxa ha explicado que la orden ministerial tendrá un fuerte efecto en el territorio, ya que «nuestra apuesta ha sido este modelo de gallina campera y ecológica en suelo». La diputada ha asegurado compartir la preocupación del sector por los efectos de la decisión, que podrían traducirse en una descenso en la producción y un efecto negativo en el bienestar de las gallinas al picarse entre ellas «en momentos de confinamiento por el estrés».

Atutxa ha explicado que la orden ministerial tendrá un fuerte efecto en el territorio, ya que «nuestra apuesta ha sido este modelo de gallina campera y ecológica en suelo». La diputada ha señalado la preocupación del sector porque esta decisión provocará un descenso en la producción y tendrá un efecto negativo en el bienestar de las gallinas que podrían hacerse daño entre ellas «en momentos de confinamiento por el estrés». Según los datos de la Diputación de Bizkaia, en el territorio existen 1.400 explotaciones con gallinas o pollos. De ellas, 1.290 granjas están destinadas al autoconsumo y 60 a la producción de huevos y carne de ave. El resto de fincas están vinculadas a la actividad de ferias o pertenecen a cooperativas.

El avance de los casos de gripe aviar en España está condicionado en buena medida por la actividad de las aves migratorias. Alberto Llona, técnico del sindicato agrario EHNE, confirma la inquietud de los productores por el confinamiento, ya que «el manejo de las producciones cambia por completo y aumenta el estrés en los animales». En Bizkaia hay alrededor de 562.000 gallinas en jaulas o suelo que ya viven en confinamiento. Sin embargo, existen otras 200.000 camperas destinadas a la venta y autoconsumo. En ambos casos, se contempla la cifra de ejemplares destinados a la producción de huevos, pero no de carne.

Llona apunta que los productores rechazan la medida impuesta por el ministro Planas y que se decantan más por evaluar los cambios en la situación en cada momento. Algo similar a lo que propone la diputada de Medio Natural y Agricultura, que ha censurado este jueves la orden del Ejecutivo central señalando que «no estamos cerrados a tomar medidas más restricctivas si se agrava la situación, sin necesidad de que se impongan desde el Ministerio».

A pesar de que el problema todavía no ha llegado al territorio, el Gobierno vasco ha hecho un llamamiento a cumplir con esta medida y a «extremar las medidas de bioseguridad» en todas las explotaciones. En un comunicado, el Ejecutivo autonómico insiste en la necesidad de actuar «con máxima precaución» ante un escenario de riesgo sanitario «elevado». Respecto al confinamiento de las aves de corral, el Departamento de Alimentación, Desarrollo rural, Agricultura y Pesca asegura ser consciente de «las implicaciones que genera» la medida, pero confía en que será «clave» en las próximas semanas, en las que las migraciones de aves silvestres aumentarán.

En una reunión celebrada esta semana por el Comité de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE), en el que participan todas las comunidades autónomas, se acordó monitorizar la situación semanalmente, con el fin de revisar la situación epidemiológica.

En el caso de Euskadi, la consejería que lidera Amaia Barredo (PNV) convocará una mesa de coordinación «de forma urgente», junto al sector y resto de administraciones, «con el fin de realizar un seguimiento de la situación, analizar las alternativas en cada modelo, valorar el impacto de las medidas y reforzar la coordinación institucional y sectorial».

«Nuestra prioridad es garantizar la salud y la perdurabilidad del sector ganadero. Para eso, es imprescindible endurecer las medidas de prevención y mantener una colaboración estrecha» señalan fuentes del área. El departamento recuerda que «en anteriores episodios se han reforzado con éxito las medidas de bioseguridad en las explotaciones vascas, así como la vigilancia activa y pasiva». Estos esfuerzos «han demostrado ser eficaces para contener la propagación del virus», zanja.