Bizkaia atiende más de 8.000 peticiones de recogida de ganado muerto al año
El servicio, gratuito para los baserritarras, funciona desde hace 25 años para evitar problemas ambientales y sanitarios
La Diputación puso en marcha en 1993 un servicio gratuito de recogida de cadáveres de vacas y trasladaba sus vísceras a diferentes centros en los ... que se fabricaban subproductos. Pero la crisis de las vacas locas, que provocó 800 casos y 5 víctimas humanas en España, obligó a cambiar la normativa y a incinerar el ganado que falleciese, sin que se pudieran aprovechar sus restos. Tras un pequeño parón, el servicio, que en otras comunidades sufragan los propios ganaderos mediante un seguro, volvió a prestarse desde el año 2000. Después se amplió a prácticamente todos los animales de granja para evitar los riesgos ambientales y sanitarios que implica una incorrecta gestión de estos residuos.
Con el tiempo, las solicitudes del servicio de recogida de cadáveres se han incrementado, ya que también lo ha hecho el número de especies. En 1999 se trataron unos 1.200 cuerpos de vacas y de terneras, pero el año pasado las peticiones llegaron a las 8.332. Enero fue el mes con más avisos de retirada (945) y junio el que menos (499). Hasta el 28 de mayo, el servicio ha recibido 3.781 solicitudes. Febrero ha sido el mes con más decesos (925).
El área de Ganadería del Departamento de Medio Natural y Agricultura es quien se ocupa del servicio. Está subcontratado por lotes a dos empresas. Primero, cuando fallece un animal, el ganadero debe comunicarlo a la firma foral que ejerce de «centralita», Zugaztel, en el número 94445297, operativo las 24 horas del día, de «forma inmediata».
Después, la primera de las empresas, Sainz e Hijos Logística, de Barakaldo, es la que se encarga de acudir al baserri y de trasladar con vehículos especiales a los animales fallecidos a un centro de transferencia. Recoge vacas, caballos, burros, ovejas, cabras y cerdos y después, cadáveres de conejos y aves si juntos superan los 20 kilos.
Atropellados
Además, se ocupa de los cadáveres de ganado abandonado, de los despojos de fauna cinegética depositados en los diferentes contenedores, de restos de los sacrificios autorizados para el autoconsumo y de los cadáveres de animales domésticos y silvestres atropellados -si pesan más de 20 kilos-. El contrato se adjudicó por dos años -hasta el 31 de octubre de 2026- por 1.240.800 euros.
La segunda empresa, Logar Industrias Alimentarias, con sede en Lardero (La Rioja), se encarga de trasladar los restos desde ese centro de transferencia al que los lleva la primera firma hasta la planta de transformación e incineración por un máximo de 431.200 euros.
Si el ganadero avisa de lunes a jueves antes de las 10 de la mañana de la muerte de un animal, la Diputación garantiza su retirada el mismo día. Los viernes, los baserritarras pueden llamar hasta las 12 porque los sábados, domingos y festivos no se acude a recoger los cuerpos. Hay que recalcar que el servicio solo atiende la retirada gratuita de animales de rendimiento ganadero. La recogida de mascotas, como perros y gatos, aunque vivan en baserris, no está subvencionada por las arcas forales. Sus cuerpos deben gestionarse como ordena la ley, que prohíbe enterrar a cualquier animal en la huerta, por lo que también han de ser recogidos por una empresa especializada que los incinera previo pago.
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