El barrio bilbaíno de San Ignacio estrena una nueva zona cubierta con juegos infantiles

El proyecto ha sido doble. Por un lado, se ha levantado una cubierta y urbanizado su entorno y, por otro, se ha montado un área infantil en el interior de la estructura. Como ha explicado el alcalde, Juan Mari Aburto, «han sido unos trabajos que se han desarrollado durante los últimos ocho meses y que han supuesto una inversión municipal de casi un millón de euros». En concreto, 843.344,70 ha costado construir la cubierta y adecuar su entorno, mientras que la zona de juegos ha supuesto una inversión de 133.740,10.

Aburto ha visitado este espacio cuando ya varios vecinos lo estaban estrenando por su cuenta. El alcalde ha estado acompañado por el concejal del Área de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, Asier Abaunza, y otros miembros de la Corporación Municipal. «Es un espacio de encuentro que además es un lugar dinámico y diferente, que sirve tanto para mayores como para niños y niñas», ha explicado Aburto, que ha destacado su «ubicación estratégica». Situado en el corazón del barrio, está «junto a la ría»y su nuevo paseo, «y cerca del anillo verde».

La llamativa estructura, muy luminosa, «emula la del casco de un barco invertido». El símil marino se acentúa en el interior, sobre todo en la parte infantil, que con una superficie de caucho azul «tiene el aire de un fondo marino, simulando sus relieve. Por ejemplo, algunos de los juegos tienen forma de medusa». Toda la construcción se reparte «en tres áreas». La de los juegos infantiles 'marinos' «ocupa 350 metros cuadrados», según ha detallado el alcalde. Se han habilitado juegos para niñas y niños –de hasta 12 años de edad– que permiten la interacción con la propia estructura de la cubierta a través de elementos como cuerdas o redes, además de toboganes tubulares, trepas verticales o juegos de escalada, entre otros. También se ha dispuesto un pavimento de caucho azul que simula la orografía del fondo del mar.

«Se ha hecho un esfuerzo por conseguir que los juegos sean inclusivos y accesibles. Incluyen paneles sensoriales, y los de balanceo se han colocado a una altura y con unas características que permiten su utilización por todas y todos», ha añadido.

Enfrente «tenemos un espacio polivalente diáfano, abierto al uso del vecindario. Es un área de 244 metros cuadrados que funciona como un ámbito de encuentro». Entre ambos se abre un patio central, presidido por una palmera. Todo el entorno se ha urbanizado, «se ha modificado también el bidegorri» y el espacio de juegos infantiles que ya había al lado ha sido renovado. Aburto ha destacado también que la estructura, por seguridad, «se cierra a las diez de la noche y se abrirá a las nueve de la mañana». Para ello, cuenta con cuatro puertas abatibles y cuatro correderas.