

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
l Ayuntamiento de Bilbao se propuso el año pasado acabar con una sensación cada vez más generalizada de que en la ciudad faltan taxis. Así ... lo atestigua la dificultad de encontrar uno cuando hace mal tiempo o durante algunas franjas nocturnas. Para ello, y descartando la posibilidad de emitir nuevas licencias, puso en su punto de mira los permisos que estaban en desuso. El plan del Consistorio pasa porque, cuando una de estas autorizaciones pase cuatro años sin utilizarse, sea la propia Administración quien obligue a subastarla. Le guste al conductor o no.
Sin embargo, también existe la posibilidad de que sea complicado determinar a quién pertenecen esas licencias. Son los casos en los que el propietario fallece y el permiso no se ha traspasado en un plazo de cuatro años. Entonces, el Ayuntamiento es quien debe hacerse cargo de que otro usuario consiga la licencia para poner en circulación un taxi ya que, recordemos, el objetivo es que estén rodando el mayor número de coches posible.
¿Pero cómo se hace ese traspaso? ¿Puede el Ayuntamiento lucrarse por subastar la licencia de una persona fallecida? Con el fin de responder a esas preguntas, el Consistorio se dirigió hace tres semanas al Consejo Vasco de la Competencia, órgano que ha determinado que no puede establecer un concurso-subasta que empiece en 50.000 euros (como ocurriría en el caso de que el propietario estuviera vivo) y, por lo tanto, debe someterlo a licitación pública.
Es por ello que el Ayuntamiento de Bilbao ofreció ayer, vía Boletín Oficial de Bizkaia, cinco licencias para conducir taxis adaptados. Sin subasta, ni precios desorbitados, solo se deberán cumplir unos requisitos y abonar la tasa establecida en la ordenanza fiscal, que este año asciende a 1.899 euros. Una ganga si se compara con las grandes cantidades que se abonan habitualmente por un permiso para conducir estos vehículos.
Una de las licencias estará reservada para mujeres y la obligatoriedad de que sea un vehículo adaptado reside en que estos coches «cada vez están más demandados por la ciudadanía bilbaína», según señalan desde el área de Movilidad. Entre los criterios de adjudicación, se premia el haber sido conductor asalariado de una de las licencias, estar en situación de desempleo de larga duración o saber idiomas.
El miedo a que en un futuro sea el Ayuntamiento quien decida el precio por el que se subasta una licencia inactiva, ha llevado a los propietarios a ponerse las pilas durante los últimos meses. Así, si hasta que se implantó la nueva ordenanza la media anual de transmisiones rodaba las cinco, entre marzo y abril se han realizado 14, según aseguran desde el área de Movilidad del Consistorio. Aunque ahora mismo hay 24 inactivas, con el ritmo que han cogido estas transferencias, comienzan a pensar que en la mayoría de los casos no va a ser necesaria la intervención municipal.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Da a luz en la calle a la salida de unos cines de Valladolid
El Norte de Castilla
Santander, ¿una ciudad de quince minutos?
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Asesinato en Barakaldo: «Se ensañó golpeándole con una piedra en la cabeza, tenía la cara reventada»
Luis López, Eva Molano y Andrea Cimadevilla
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.