Bilbao reclamará a la UEFA al menos los 1,3 millones que se gastó en preparar la Eurocopa
Los servicios jurídicos municipales analizan las vías legales disponibles y la posibilidad de aumentar la cuantía por el daño a la reputación de la ciudad
Desde que el pasado 21 de abril la UEFA anunció al Ayuntamiento de Bilbao que le quitaba la Eurocopa, las autoridades vascas avanzaron la posibilidad ... de interponer acciones legales contra la asociación que gestiona el fútbol continental. Este martes, el concejal de Desarrollo Económico, Xabier Ochandiano, dio un paso más y lo presentó como algo más que una posibilidad: «Pediremos a la UEFA un resarcimiento económico». En estos momentos los servicios jurídicos del Ayuntamiento están afinando qué se puede reclamar y qué no pero, en todo caso, el concejal dijo que la ciudad quiere recuperar al menos los 1,3 millones que ya se han desembolsado. En las próximas semanas se cuantificará el coste de contratos comprometidos y que no van a ser ejecutados («habrá que afrontar indemnizaciones», avanzó Ochandiano) y el daño reputacional infligido a Bilbao.
Esta revelación se produjo durante una comparecencia de Ochandiano a petición del PP. Como en ocasiones anteriores, el asunto derivó en un debate encendido con las posiciones conocidas. Como novedad, el concejal reveló fragmentos textuales de conversaciones con las autoridades de la Federación Española y de la UEFA, unas relaciones que en las últimas semanas fueron «nada agradables».
En concreto, dijo que los señores del fútbol plantearon, textualmente, las siguientes cosas: «Poned que os comprometéis a meter un 25% de público sin indicadores de salud pública», «Si no lo hacéis, la sede estará en riesgo», «No compartimos que la entrada de público dependa de las condiciones sanitarias», «Sin público no hay sede, da igual la situación de la pandemia. Otros ya han firmado que aseguran el 25%, el 50% y el 100% (del aforo)», «No os podemos decir cuáles son las condiciones de los demás. Pedimos vuestro compromiso de un mínimo del 25% asegurado», «La UEFA necesita público en la competición» y, por último, como a modo de advertencia, «Sevilla puede ser una buena opción». Finalmente, lo fue.
Sorprendió que una institución revelase abiertamente el contenido de negociaciones a puerta cerrada por lo que compromete su discreción y la confianza en futuras conversaciones. Al margen de esto, Ochandiano se ciñó a las tesis defendidas por el propio Ayuntamiento, la Diputación y el Gobierno vasco y achacó a la UEFA toda la responsabilidad, tanto por no haber motivado su decisión de retirarle la sede a Bilbao, como por exigir la presencia de público a toda costa. Y recordó que el alcalde de Múnich, ciudad que se mantiene como sede, no ha garantizado la entrada de espectadores al estadio. Pese a ello, sigue en cartel.
Estadio vacío garantizado
Carlos García, del PP, puso el foco en el otro lado: en las exigencias del Gobierno vasco que hacían imposible la presencia de público en Bilbao en cualquier caso porque eran inalcanzables, de modo que la capital vizcaína se quedaba como la única sede que, de facto, lo que garantizaba es que no habría público. Se refirió de manera especial a la necesidad de que la tasa de incidencia acumulada fuese de 40 para meter el 25% del aforo en San Mamés, cuando ahora recintos cerrados tienen aforos superiores con una tasa de incidencia diez veces mayor. También recordó que el Ejecutivo habló de una tasa de 100 para abrir las puertas en los partidos de liga y se preguntó por qué esa diferencia con la Eurocopa. En realidad, lo que hizo fue acusar al PNV de quitarse de encima la competición continental y, con ella, a la selección española.
Alfonso Gil, portavoz del PSE y teniente de alcalde, dijo que ninguna administración vasca (en las tres los socialistas gobiernan con el PNV) había dicho nunca expresamente que no quería la Eurocopa, e hizo un recorrido histórico sobre cómo se había logrado traer la competición a Bilbao, producto de un acuerdo de distintas formaciones políticas liderado por el alcalde Iñaki Azkuna.
Para la portavoz de EH Bildu, Jone Goirizelaia, Bilbao debería tomar nota del «tipo de personas» que hay en la UEFA, y se mostró partidaria de la decisión tomada por el Gobierno vasco en cuanto a los requisitos sanitarios. También le gusta que se quede fuera la selección española, porque «no nos representa». Desde Elkarrekin Podemos, Ana Viñals pidió que el dinero gastado se reclame a la UEFA y sirva de ayuda a los sectores más afectados por la pandemia, y volvió a defender eventos más «locales y sostenibles» para Bilbao, en vez de grandes citas internacionales. A esto, Ochandiano replicó que el Ayuntamiento está volcado tanto en acontecimientos pequeños y locales como en las grandes citas que traigan riqueza a la ciudad.
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