Bilbao presiona a la Casa Chopera para traer a José Tomás a Vista Alegre

Esta decisión habría generado un profundo malestar entre los encargados de confeccionar las tardes de la próxima Aste Nagusia. De hecho, la demora en la presentación de los carteles bilbaínos derivaría, precisamente, del incierto resultado de las negociaciones que miembros de la Junta Administrativa de Vista Alegre mantienen, bajo un absoluto hermetismo, con la familia Martínez Flamarique, que gestiona los dos cosos vascos, además del de Salamanca.

La vinculación con la plaza de Bilbao se remonta a hace más de cuatro décadas. El Gobierno de Juan Mari Aburto optó por prorrogar la gestión un año más a los actuales adjudicatarios. Tres días antes de la constitución de la nueva corporación, el Consistorio sacó a concurso el nuevo pliego de condiciones, que han decidido impugnar cuatro empresas -tres españolas y una francesa-, al considerar ilegales los requisitos técnicos planteados por los responsables municipales al exigir la acreditación de una experiencia de al menos tres años en plazas de primera categoría.

En medio de esta polémica, José Tomás y la Casa Chopera vuelven a monopolizar toda la atención taurina en Euskadi. Aunque aún está por confirmar, todo indica que el matador madrileño será incluido en una de las cuatro tardes del ciclo de San Sebastián, a celebrar del 14 al 17 de agosto. En los ambientes taurinos, se da por hecho que abrirá el cartel junto a Diego Urdiales y el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, con hierros de la ganadería Núñez del Cuvillo. El apoderado de José Tomás declinó realizar ayer cualquier comentario a este periódico.

La balanza se habría decantado de nuevo del lado donostiarra tanto por la decisión de la Casa Chopera, que habría desechado, asimismo, la opción de Salamanca, como por «deseo» del propio matador. En la decisión de los empresarios habría influido de modo determinante la «cercanía» de la innumerable afición francesa, apoyada por el posicionamiento de José Tomás, que mantiene su veto a las retransmisiones televisivas.

Esta decisión ha levantado ampollas entre los rectores bilbaínos, que confiaban, «por fin, en un gesto» de Chopera, que en 2017 se asoció con el empresario mexicano Alberto Baillères González. Tras su actuación hace tres años en la feria de Illumbe, los empresarios se habrían comprometido, según han asegurado fuentes de toda solvencia a este periódico, «a traer a Bilbao a José Tomás la siguiente vez que torearía en el País Vasco». Pese al rechazo del diestro a la presencia de las cámaras de televisión, «todo se podría negociar», insisten las mismas fuentes.

Responsables de la Junta Administrativa de Vista Alegre dan por perdida la batalla «este año», pero no descartan que «se le pueda contratar «el siguiente». Al igual que sucedió en 2016, los espectadores de Illumbe que deseen ver a Tomás tendrán que pagar el abono de las cuatro corridas. Con esta medida, garantiza el lleno de todo el aforo. Mientras, la afición bilbaína aguarda la composición de los carteles. Muchas voces se preguntan a qué espera la organización para darlos a conocer y por las razones «de semejante demora». El año pasado se anunciaron el 15 de junio. El retraso, esgrimen muchas voces, «no beneficia absolutamente nada».