Bilbao pone en marcha este sábado la primera asamblea ciudadana del clima de Euskadi

El foro está conformado por 50 personas que participan de forma voluntaria y su primera sesión será este sábado, 22 de febrero. En total, se reunirán en seis ocasiones, los sábados por la mañana, durante unas cuatro horas, en los centros cívicos de Deusto (3) y de La Bolsa del Casco Viejo (3) hasta junio. En cada reunión habrá también expertos y dinamizadores. A cambio, recibirán 50 euros por jornada, siempre que asistan a cinco de las seis sesiones, «porque entendemos que hay que remunerar su participación», explica la concejala de Movilidad y Sostenibilidad, Nora Abete. En total se les entregará 300 euros por su colaboración. El Ayuntamiento ofrecerá también un servicio de apoyo para garantizar la conciliación a las personas con menores y dependientes a su cargo.

Algunas regiones, como Baleares y Cataluña, ya cuentan con un foro de estas características. El Gobierno vasco está tramitando hacer lo propio, mientras que en Gipuzkoa se impulsó el foro regional «Etorkizuna Eraikiz». Pero Bilbao es la primera administración local vasca en constituirlo tras una iniciativa de Elkarrekin Bilbao en un pleno el pasado mandato. El Ayuntamiento contrató la asistencia técnica para desarrollar la iniciativa por unos 69.000 euros. La empresa ganadora escogió por sorteo a 50 personas y a 20 suplentes, todos empadronados en Bilbao, que representan la actual realidad demográfica del municipio. La composición del grupo es «demoscópicamente representativa» de la población de la villa y pueden o no estar concienciados con la conservación del medio ambiente.

El colectivo está compuesto por 25 hombres y 25 mujeres. Entre 5 y 7 son de cada uno de los ocho distritos de la ciudad, entre 12 y 14 personas de cada uno de los cuatro segmentos de edad: 18 a 30 años, de 30 a 45 años, de 45 a 65 años y de 65 a 75 años. 22 tienen formación profesional o estudios secundarios, 15 estudios superiores y 13 formación básica. Por otro lado, 36 de ellas han nacido en Euskadi, 8 en otras comunidades y 6 son de origen extranjero. Para reclutar a los participantes fue necesario realizar 5.000 llamadas a lo largo del mes de noviembre.

El proceso tendrá tres fases. La primera se desarrollará durante las cuatro primeras sesiones y consistirá en formar la asamblea y deliberar sobre las amenazas climáticas a las que se enfrenta la ciudad y cómo afrontarlas. Después, realizarán una serie de recomendaciones. En la quinta sesión, se seleccionarán las propuestas con ayuda de los expertos. En la última reunión, en junio, las ultimarán.l Ayuntamiento se comprometerá a responder a cada una de ellas. Se ha optado por espaciar las reuniones cada tres semanas «para no cargar a los participantes, pero que haya una cierta continuidad y mantener el ritmo de la asamblea».

Países como Francia, Reino Unido, Irlanda y Suecia llevan años poniendo en marcha asambleas ciudadanas para debatir asuntos climáticos. Como ocurrirá en la de Bilbao, en todas las experiencias europeas los ciudadanos son elegidos por sorteo, son remunerados por su tiempo y cuentan con el apoyo de expertos, de modo que las decisiones que toman estén fundamentadas. Y es que además de reforzar los mecanismos de participación existentes, entre las características del foro está su «potencial pedagógico entre los participantes y la ciudadanía», relata Nora Abete, concejala de Movilidad y Sostenibilidad que ha impulsado la iniciativa.

En resumen, «se trata de compartir ideas y propuestas sobre cómo enfrentarnos al cambio climático en el municipio de Bilbao y deliberar sobre qué deberíamos hacer como ciudad» para que los vecinos formen parte de las decisiones que tendrán impacto en las futuras generaciones. «Se trata de una iniciativa «ilusionante y pionera para lograr una ciudad más saludable y minimizar el impacto del cambio climático» y para crear una ciudad más resiliente. La edil recordó la puesta en marcha de otras medidas en la ciudad, como la Zona de Bajas Emiiones, el Bilbao 30 o la aplicación de soluciones basadas en la naturaleza en entornos urbanos para la construcción de una villa climáticamente neutra en 2050.

Desde Ekologistak Martxan, Extinction Rebellion y Greenpeace, que llevaban años solicitando la puesta en marcha de esta Asamblea, tienen «la convicción de que desde Bilbao daremos un paso más en la lucha contra el cambio climático y conseguiremos que también aquí, la Asamblea Ciudadana del Clima sea una herramienta de transformación social como ya lo ha sido en Francia o en Irlanda, consiguiendo esos cambios profundos que antes de las asambleas parecían impensables». Recordaron que «la emergencia climática y la transición ecológica y social requieren cambios profundos y consensuados por la sociedad. De nuevas herramientas democráticas que junten los datos con los intereses, las necesidades y las voces de la ciudadanía para llegar a consensos y poder así crear un futuro basado en el bien común que no deje a nadie atrás.».