

El Orgullo se reivindica por el centro de Bilbao
La villa celebra su primer desfile de carrozas por la Gran Vía para reivindicar los derechos LGTBIQ+ en un recorrido cargado de color, música y diversión
Una marcha cargada de reivindicación recorrió este sábado las calles de Bilbao para dar una mayor visibilidad a los derechos del colectivo LGBTIQ+. Una ocasión ... sumamente especial dado que era la primera vez en la que el desfile de carrozas del Orgullo se celebra por la Gran Vía, de punta a punta. Durante los diez años anteriores, la marcha se había desarrolladojunto a la ría.
«Llevábamos mucho tiempo pensando en hacer un evento mucho más reivindicativo y visible para la sociedad», sostiene Aratz Castro, coordinador de la plataforma Bilbao Bizkaia Harro, que ha organizado la marcha y el HARRO 2025, con un programa de actividades que se llevan celebrando desde el 13 de junio y que se extenderán hasta el jueves 26 en Santurtzi, Getxo, Sodupe y también Bilbao. Castro señala que el objetivo pasa por «acercar a la sociedad a nuestro colectivo con la música, el baile y la sonrisa de por medio».
De hecho, ninguno de esos ingredientes faltó en la marcha de este sábado, que dio el pistoletazo de salida sobre las seis y media de la tarde cuando las dos carrozas llegaron al Sagrado Corazón. En el trayecto predominaron la música y el baile, con las miles de personas que acudieron entonando temas como 'Yo quiero bailar', 'Putón verbenero' o 'Travestis de mil colores'. Finalmente, el recorrido finalizó en el Arenal, donde la plataforma Bilbao Bizkaia Harro organizó actuaciones musicales (con artistas como el dúo Simétrica o Elliot Vell), de teatro y actuaciones de ilusionismo junto a Astra Bomb, pese a la tromba de agua que cayó al terminar el recorrido.
La de este sábado fue la primera marcha que recorrió la Gran Vía después de años celebrándose en la ría
Miles de personas de todas las edades se congregaron en un ambiente lleno de respeto
La marcha nace con la idea de reivindicar «el respeto ante todo», señala Castro, que añade que «siempre ha sido la principal reivindicación». Entre las principales novedades de la edición de este año, aparte de la marcha por la Gran Vía, destaca el concurso de carteles, donde ha participado la ciudadanía por primera vez. También se inclinan por actuaciones musicales de artistas locales, «una de nuestras apuestas», afirma el coordinador de la plataforma. Todas las actividades que llevan preparando durante semanas tienen el objetivo de «visibilizar al colectivo y que la sociedad participe». Cree que para que no haya prejuicios, «hay que educar en la diversidad» y por ello el programa cuenta con actividades aptas para todos los públicos.
Entre los presentes había personas de todas las edades, y entre ellas estaba Roberto, que asistió junto a su exmujer y su hijo, quién le confesó que era gay hace un año. Se autodenomina heterosexual y se puso una peluca y un vestido femenino para poner en valor «la libertad de que cada una de las personas se sienta cómoda con su identidad». Su objetivo principal: disfrutar, bailar y cantar en un ambiente festivo. Cree que «la sociedad es bastante tolerante» en general, pero no en un 100%: «No sé si lo lograremos cambiar, pero ojalá».
«Por los que lo necesitan»
Jacqueline y Marisa vinieron juntas. Esta última se sumó a la fiesta para apoyar a todas las personas que pertenecen al colectivo porque entre ellas está su amiga Jacqueline y su hijo, ambos homosexuales. «Tenemos que fomentar la sana convivencia porque somos todos iguales», reivindican.
El desfile tiene el objetivo de «educar en la diversidad e incentivar» la participación ciudadana
Nekane lleva apoyando la marcha durante muchos años, pero esta fue la primera vez que se subió a la carroza, lo que es «un orgullo». Para ella, venir «significa reivindicación y luchar por los derechos de aquellos que todavía necesitan que se grite para que puedan ser quienes son». Para Jean Carlos y James, «el orgullo es diversidad, color y sinónimo de respeto e igualdad». Ambos hacen hincapié en la necesidad de «apoyarnos mutuamente para que venga cada año más gente que respalde la diversidad». Llegaron con las expectativas de vivir un ambiente «festivo» y sobre todo, de «mucho arte y color».
Quienes tampoco faltaron a la cita fueron los integrantes de Sehaska Familiak LGTBIQ+, una asociación con más de 15 años de historia fundada con el objetivo de que sus hijas e hijos conociesen a otras familias como las suyas. «Pretendemos ser un foro para las familias LGTBIQ+», comenta Julen, uno de los integrantes de las más de 140 familias que componen la agrupación. «Nos juntamos, hacemos excursiones y compartimos experiencias», señala.
Para ellos, la lucha, lejos de extinguirse, sigue más viva que nunca y reivindicar los derechos LGTBIQ+ cobra una importancia capital en los tiempos que corren. «A veces parece que lo tenemos todo hecho, pero últimamente vemos ciertos mensajes e ideas que pensábamos que estaban superados y que están volviendo a aparecer en Europa». Ante ello, sostiene Julen, «hace falta plantarse para no retroceder».
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